CAPÍTULO 5.
Lo que el alfa Choi había dicho era importante, Taemin lo sabía, pero no podía concentrarse demasiado sabiendo que aquél beta seguramente estaba rondando por allí; él era realmente atractivo, y algo más; sabía que había algo más. ¿Acaso sería...?
El alfa Choi gruñó demandando su atención, Taemin asintió y se inclinó levemente; a petición del mayor, repitió sus intenciones e información que Taesung le había encomendado y luego fue despedido. Por cortesía, el alfa Choi le ofreció alojamiento para que descansara y pasara al menos una noche allí antes de partir de regreso, Taemin aceptó sin dudarlo.
Minho se paseó inquieto ante las puertas dobles del salón donde su padre estaba reunido con Taemin, sabía que había otro acceso por el cual su padre y los demás miembros del círculo íntimo entraban, pero esa era la única salida por donde iba a pasar el chico que esperaba.
Las puertas comenzaron a moverse y Minho las miró expectante, allí estaba él; se congeló por dos segundos y estuvo seguro de que Taemin lo hizo de igual manera.
Se acercó vacilante y dijo, —hola— inmediatamente se sintió tonto, pero Taemin contestó con la misma palabra y una sonrisa.
—Hola—, luego extendió la mano y le dijo, —mi nombre es Lee Taemin.
Él correspondió diciendo, —soy Choi Minho—, el saludo de Taemin fue firme y cálido.
Minho hizo un esfuerzo para soltarle, inhaló encontrando el valor y habló de nuevo, —tú eres... yo... nosotros somos...
—Lo sé— completó Taemin sin borrar su sonrisa.
—¿Lo sabes?, ¿Cómo?, ¿Cuándo?
—Me he dado cuenta recién.
—Oh, ya veo— frotó su nuca, nervioso, y cuando se dio cuenta de que aún seguían en el pasillo, donde cualquiera podría escuchar su charla, le ofreció, —¿podemos hablar en privado?
—Claro, por supuesto.
Minho le guio al salón más cercano, uno de esos tantos que en realidad no tenía un uso en específico.
Taemin le miró de cerca: los ojos oscuros de Minho eran redondos y muy bonitos, demasiado bonitos, él era alto, le gustaba eso; también pudo apreciar su largo cuello.
Minho se aclaró la garganta cuando Taemin estuvo demasiado cerca.
—Lo siento— se disculpó Taemin, ¿en qué momento había invadido el espacio personal del chico? Intentó retroceder, pero antes de que pudiera dar el paso hacia atrás, Minho le sujetó del antebrazo.
—Nn-no, está bien— dijo Choi.
—¿Lo está?— preguntó sin moverse, temiendo que le soltase, porque su agarre era firme, pero suave; perfecto.
—Sí, es decir, yo... yo estoy feliz de que estés aquí— explicó.
Lo sonrisa de Taemin fue creciendo, hasta que no pudo ser más grande, adornando su bonito rostro y dijo, —yo también— tomando ese arrebato de alegría se echó a sus brazos. Minho le recibió, algo torpe por lo imprevisto, pero una vez que le asió, pegó su cuerpo a él.
Menta y chocolate, Minho olía a esa extraña, pero deliciosa mezcla, Taemin aspiró profundo y se sintió contento y en paz, seguro y pleno.
—Ee-esto es... es un poco inesperado— musitó Minho, —es decir, tú no... yo no... yo no te conozco, pero siento que...
Taemin soltó una risilla, ocultado más su rostro en el hueco entre el cuello y el hombro de su pareja, y dijo, —eres lindo, sobre todo cuando tartamudeas.
Oh, sí, claro; Minho cayó en la cuenta de que la mayoría de sus palabras hasta el momento no habían sido hiladas en una sola frase; rio de igual manera.
—Sé a lo que te refieres— habló Taemin cuando se recuperó de la risa, —yo también lo percibo, no puedo explicarlo, pero me siento atraído hacia ti; no tengo ninguna duda, sé lo que esto significa, somos pareja.
Minho le apretó un poco más, como si con su cercanía pudiera tener más de él, más de ese aroma a frutillas frescas y dulces que expedía Taemin.
La puerta del salón se abrió de repente en un gesto rudo, bueno, Minseok siempre había abierto así las puertas de la casa, pero en esa ocasión Minho sintió que había sido un movimiento bastante grosero; no se apartó de Taemin, ni aflojó un poco el abrazo, mirando al mayor sobre el hombro de Lee.
—¡¿Qué diab...?! — Minseok boqueó, pero con la misma rapidez que cortó su pregunta, una sonrisa pícara se dibujó en su rostro, —¿es acaso quién creo que es?
Taemin apoyó las manos en el pecho de Minho para alejarse, giró en redondo y enfrentó al recién llegado. Se aclaró la garganta y se presentó: —mi nombre Lee Taemin— su gesto fue serio e impasible, tan diferente a hacía unos segundos, —estoy aquí en representación de la manada de Busan, a petición del nuevo alfa, mi hermano Lee Taesung— no creyó oportuno explicarle en ese momento lo que claramente había presenciado, y mostrar timidez no era propio de él, no cuando eran "asuntos serios".
Pero Minseok no lo dejó pasar, —y veo que has venido a hacer otras cosas también— sus cejas subieron y bajaron, —no solo estás aquí para presentarte ante mi padre, sino para cuidar de Minho.
—Hermano— gruñó el nombrado por lo bajo, fue consciente de que era la primera vez en mucho tiempo que tenía ganas de golpear al mayor y echarlo de allí, se mantuvo detrás de Taemin, pero listo para saltar delante suyo si Minseok hacía algún otro comentario con ese tono burlón.
—Tranquilo— dijo Minseok, —solo fue una broma, creo entender lo que sucede aquí, ¿olvidas que fui yo quien presentó a Minki y a Baekho?— eso era cierto, Minseok presenció cuando aquellos dos se encontraron por primera vez y se reconocieron como lo que eran.
El mayor suspiró y cambió el tema, —estaba buscando a Siwon, ¿le has visto?
—Arriba, en su oficina— contestó Minho.
—Bien, gracias— tomó el pomo de la puerta, pero antes de salir de allí, exclamó, —ustedes pueden volver a lo que estaban haciendo— y soltó una risa burlona.
..
Siwon cerró la carpeta con algo de fuerza, luego la echó en el primer cajón. ¿De dónde había salido el estupefaciente? Al principio, la división médica pensó que la sustancia era aplicada por vía intravenosa, las marcas de aguja y hematomas en los afectados daban fe de ello. Pero los últimos reportes del departamento de policía indicaban que podría ser consumida también por inhalación, pues habían encontrado un polvo fino y de color grisáceo en los bolsillos de los últimos jóvenes cambiaforma que presentaron los síntomas.
El primer beta frotó su rostro con pesadez, pensando que tendría que indagar por más pistas para poder resolver el caso, y no sería fácil.
La puerta de la oficina se abrió de repente en un gesto rudo, era Minseok, claro, él siempre había abierto así las puertas de la casa.
Siwon le miró expectante, el primogénito del alfa alguna petición debía tener.
—Mi padre quiere que te reúnas con él— demandó Minseok; a diferencia de Minho, el mayor de los tres hermanos no tenía una relación tan cercana con Siwon, en ocasiones Minseok era algo tajante cuando hablaba con él y la mayoría de las veces le daba órdenes.
—¿Ahora?
—Sí, inmediatamente.
Siwon no podía negarse, así que asintió y esperó a que Minseok le diera la espalda para echar llave a su cajón, ponerse de pie y seguirle.
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ESPACIO PARA CHARLAR: En realidad no tengo nada extra que comentar en este capítulo, salvo agradecer que sigan leyendo 😊 Muchas gracias.
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[ || ] Howl
FanfictionDesde hace algunos meses la manada Lee tenía un nuevo alfa, pues Lee Taesung retó a su padre a muerte y ganó, quedándose así con el liderazgo. Sin embargo, lo que al principio surgió como una fácil idea, ahora ya no lo parecía tanto, pues Taesung no...