C U A T R O!

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Miré la hoja donde estaba impreso aquel horario con materias cuyos nombres son demasiado extraños, ahora tengo que entrar a la clase: pensamiento razonal en algebra.

Vaya.. definitivamente este sistema está fuera de mi zona de confort, claro que en una escuela tal como "Artalent institution" esos parámetros son totalmente externos al sistema.

Sin embargo, la idea no suena tan pesada, por supuesto que tengo conocimiento del algebra y algunas habilidades que serían de útil ayuda.

Sin más embrollo, entro al salón y tomo asiento en la segunda fila, si bien soy una ciega que debe usar lentes las 24 horas del día (que no hago porque soy independiente y esa es otra forma de decir que no me gusta tener aquellos cansados cristales frente a mis ojitos) tampoco me es grata la idea de sentarme adelante, los profesores siempre empiezan por los primeros que vé y francamente no quiero equivocarme en mi primer y radical día de clases.

Alzo la mirada como producto de un acto- reflejo generado por un chico como emisor, se ha sentado a un lado mío y ahora somos los únicos en esta mesa, al parecer la mayoría prefiere quedarse atrás con mi idea más despierta y bueno, seguro ellos no tendrán los mismos inconvenientes y en su lugar, una vista por la que no se preocuparían

Pero dejando esos ruidosos pensamientos dentro de mi cabeza, he estado mirando al chico que acató mi atención hace unos segundos y ahora parece comenzar a incomodarse.

Es alto y castaño, su rostro tiene facciones bastante detalladas pero sutiles, sus ojos son un tono más claro que el de su cabello, sin embargo el contorno de éstas pupilas es tan café que me hace relacionarlos con la tonalidad de un café moka, por lo anterior puedo intuir que serían sus ojos los delatadores de sus emociones. Sus labios son delgados y rojizos naturalmente, lleva pecas en sus mejillas distribuídas de una forma particular que me parecen adorables.

Él sonríe, posiblemente al ver mis gestos curiosos observandolo, al arrugar su rostro me ha hecho avengorzar, siento arder mis mejillas y conociendome, seguro ésto se ha extendido hasta mis orejas, sacudo mis ideas considerando mi estado y ahora desvío la mirada hacia al frente.

- bueno.. tú me pareces muy tierna.

Me vuelvo hacia su dirección nuevamente y noto su risa discreta. Si antes estaba algo sonrojada, ahora soy un verdadero tomate con ojos.

Suelto una risa nerviosa y rápidamente busco cambiar el tema.

- aquí es el grupo 35 ¿verdad?

Mi voz ha salido corrida y entusiasta, siendo una terrible forma de salir de aquella penosa actitud

- si, si.

Afirmó con seguridad al concluir con las risas..

- claro, chica curiosa.

Habló en tono cantarín, no fué un apodo muy creativo, pero sin duda lo ha mencionado de tal forma que ha sido suficiente para volverme a enrojecer. Él ríe con simpatía y posiciona su vista a la pizarra, el profesor ya ha llegado iniciando la clase.

El típico discurso de presentación no ha faltado, igual que en Artalents, supongo que talvez en realidad sea lo mismo sin diferencia alguna, así que me acomodo en mi lugar, (lo que si ha cambiado) solía usar una silla más comoda y sin una mesa como aquí, mas eso no representaría algún problema verdaderamente.

La clase va algo lenta, o tal vez se deba a la gran tensión que siento a un lado de ese chico, probablemente solo sea una idea mía y él esté por su parte, dandole irrelevancia a la chica a quien le está dando la espalda.

El profesor empieza la primera actividad, escribe en la pizarra un montón de numeros y letras en conjunto, ¿porqué hay tantas letras en matemáticas? Eso suena ilógico, creo que me equivoqué al decir que sería igual, esto es un tanto  complejo, presto atención y tomo nota para no perderme más de lo que ya estoy.

La primera hora concluye y aquel chico vuelve a girarse en mi dirección, siento su mirada profundizarme y mis deseos sobre hacerme diminuta, incrementan con el tono de su mirada bien puesta sobre mí.

Volteo tomandolo por sorpresa. Sostengo la mirada y él por el contrario, mira hacia el suelo buscando alguna respuesta

En ese pequeño instante noto un cambio enorme de actitud, se ha tornado levemente sonrojado, sonrío victoriosa, hemos cambiado de puestos y se siente tan bien ser la causa y no el producto de una reacción tan evidente como esa.

- tu cabello.. es muy hermoso

Declara en un tono casi imperciptible, como si de justificarse se tratara. Esbocé una sonrisa ladina ante aquel comentario, después volvio a mirarme.

- pero revoltoso, deberías hacer algo por ese desastre.

Ahora estoy inundada en confusión ¡¿qué rayos?! Me corro un lugar, realmente no quiero a otro Drew Mcfall cerca, gracias.

La siguiente clase ya debería haber empezado, sin embargo a todos parece darle igual, la mayoría ya ha formado grupos sociales y están hablando inanimadamente.

Saco mi cuaderno de dibujo y un lapiz de grafito, miro a todos lados buscando alguna fuente de inspiración para comenzar a trazar, la cual encuentro en una chica con una expresión distintiva, tiene su cabeza apoyada en sus manos y sus codos están recargados en la mesa, su gesticulación refleja claro interés, sus labios secos y rotos dibujan una sonrisa boba y sus ojos verdosos están bien centrados en el chico de la esquina en la mesa detrás de la mía, el rubio socializa alegremente y hace ciertas travesuras con su grupo de amigos, mientras que la chica espía de cabello caramelo lo mira con sus pupilas dilatadas y un brillo especial. Y yo observaba aquella escena con gran enfoque, sin duda una de las emociones más revolucionarias es el amor, pero qué puede decir una total novata al respecto.

Trazo mi dibujo a detalle, haciendo sombras y luces solamente usando los tonos constuidos por el lapicero y una goma para borrar

Las clases van pasando y mi terrible sueño sigue presente, la materia: caminos base a las ciencias, es realmente un reto para todos los que vamos a paso lento, la profesora escribe a la velocidad de la luz, está apunto de finalizar y en cuanto ya he escrito la ultima palabra, suelto el lapiz agotada y estiro mis manos al aire, suelto un bufido profundo y ahogado, la maestra se despide, hora de salir a un mini receso.

Cierro y guardo mis libretas en mi maleta

- ¿conoces la canción run and hide?

Pregunta el chico volviendo a sentarse a mi lado, seguramente al mirar mi libreta con aquella frase. Mi corazón da un vuelco, trago saliva y menciono nerviosa:

- ¿co- conoces a quien la canta?

sonrío falsamente, sintiendo temblar mi mandibula

- no, la verdad casi no lo mencionaban en los programas, pero la canción es genial.

Me giro y respiro hondo, quitaré esa portada en definitivo, volteo y él sonríe.

- si.. es genial.

- ¿tú sabes quién la canta?

Dice alzando las cejas, interrumpo la frase con un apresurado:

- ah, casi la mayoria no sabe de esa canción...

- bueno, a mí me gusta, aun que le falta algo de madurez al cantante.

- si claro..

Tomo mi celular y camino hacia la salida

- te recomiendo why.

.....








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