Con las ganas / De mejores amigas a novias - Caché.

Capítulo I

Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo antes de conocernos.

No sé como describir todo lo que siento en estos momentos, siento todo tan raro, he empezado a creer que si no la beso en este mismo instante voy a explotar. Juro que si me mira a los ojos la voy a besar.

Pero no puedo, aunque me muera de ganas, me niego a dar el primer paso, ese primer paso que rompe, en definitiva, el delgado hilo que separa un posible amor y esta hermosa amistad. Pero ... ¿Y si ella no quiere lo mismo? ¿Será un error besarla? Las mejores amigas también se besan ¿no? ¿No?! ...Dios, es que estamos tan cerca, que siento como me quema su respiración... ¿Se habrá dado cuenta que estoy intentando no respirar? ¿Por qué no me besa? Si está tan cerca ¿Por qué carajos no me besas María José?

Todavía recuerdo la primera vez que la vi, a lo lejos, la vi caminar entre los pasillos, pensé que era de las más guapas del lugar, siempre supe que ella tenía algo especial.

No había pasado más que un par de años después de empezar a creer que las chicas también me podrían gustar, es decir, como no me iban a gustar con lo lindas que son. No había estado con ninguna, no había tenido el deseo tan inmenso de querer besar a una, hasta hoy.

Yo era nueva en esa escuela de arte, nunca tuve problemas en hacer nuevos amigos, era lo que podría decirse una persona muy sociable, sin embargo, nunca supe como acercarme a ella. ¿Qué rayos le iba a decir? "Hola, me llamo Daniela", por supuesto que no. Ella provocaba en mi una sensación extraña que no sé cómo describir, yo quería ser su amiga, quería acercarme y empezar a conversar de cualquier cosa, me daba tanta curiosidad.

Pero al mismo tiempo, me ponía tan nerviosa su presencia, era extraño y algo incómodo. Me di por vencida e intenté dejarlo ir. Pero qué ilusa ...

Poco a poco me fui dando cuenta lo popular que era aquella muchacha, todos hablaban de ella en las clases de baile, era alguna clase de talentosa superdotada, así fue como me enteré que le decían Poché, ¿Poché? Sí, así como el huevo. Todo era tan raro en esa chica.

Para sorpresa mía, los rumores eran ciertos. Uno de los profesores de baile subía videos de las coreografías que hacían en clases en sus redes sociales, una noche revisando mi Facebook, casi tiro mi celular al piso, ella estaba ahí, frente a mí, bueno, no... apareció un video que estaban compartiendo mis compañeros de clases. Estaba al frente de todos, en primera fila, toda hermosa iluminando el lugar.

Pasaron como 5 minutos en los que me dedique a mirar la miniatura de ese video que no me atrevía a reproducir, me sudaban tanto las manos, creo que me iba a infartar. Respiré hondo y me hice valiente, agradezco al cielo haberlo hecho. Realmente baila como una diosa, esa chica me iba a matar.

Hasta el momento no habíamos coincidido en alguna clase, para mala suerte mía, ya habían pasado varios meses, esto se estaba volviendo un tanto ridículo. Era momento de tomar el destino en mis manos y decidí ir a ver la clase de baile donde sabía que iba a estar, gracias al vídeo que publicaron. Ella iba a saber de mi existencia de una maldita vez.