Capítulo VI

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LA FIESTA

Calle:

Empezaron a llegar alrededor de 10 a 15 personas antes de las 10 pm. Poco a poco mi casa se fue llenando de estudiantes de la escuela de arte, algunos ya los conocía, a otros solo los había visto caminar entre los pasillos, pero la persona por la cual estaba haciendo esta locura: llenar mi casa de extraños, aun no daba señales de vida, ¿Y si nunca llegaba? Tal vez no podía venir o no la invitaron, pero no, eso sería muy extraño ya que vi que Johann había llegado y si ellos son tan amigos como dice Laura, obviamente Poché también debe saber de la fiesta. Aunque cabe la posibilidad de que no quiera venir, quizás porque es en la casa de una extraña. Estaba comenzando a desesperarme, debía actuar de una vez.

A lo lejos pude ver a Laura y Johan pidiendo un par de tragos en la barra, pero Poché no aparecía por ningún lado, así que decidí acoplarme a la fiesta, socializar con ellos y de paso investigar donde rayos estaba aquella mujer.

Al acercarme pude notar como Johann centraba su mirada en mí, me lanzo una sonrisa cálida como dándome la bienvenida a su lado, al llegar al lugar donde estaban ellos me saludo dándome un beso en la mejilla y un abrazo tierno, era más alto que yo, así que choque mi nariz contra su cuello, llenando mi respiración de su delicioso perfume.

Por fin apareces, linda - dijo, colocando su brazo alrededor de mis hombros. El exceso de afecto me dejo pensativa. ¿Siempre es así con las chicas que acaba de conocer? O quizás no se trababa de eso ... ¿qué cosas le habrá dicho Laura en mi ausencia? Creo que debería aclararle que no me gusta Johann.

Lo siento, estaba terminando de arreglar algunas cosas, ¿ya llegaron todos? - intentaba no parecer tan ansiosa ante la ausencia de Poché. Pero no podía evitar saber si iba a llegar o no.

Faltan algunos amigos, pero ya deben estar por llegar. Aunque esta lleno de gente, te quedó todo genial, Street - me dijo Laura sin dejar de darle sorbos a su trago, creo que estaba tomando algo con whisky.

Me alegra que se estén divirtiendo - les dije. Entonces Johann me tomó de la mano, lo miré con una expresión de sorpresa al no entender que es lo que pretendía. Me miro directo a los ojos, con su típica sonrisa de galán. Ahora si podemos bailar - me dijo al llevarme con él directamente a donde estaban todos y empezó a bailar cerca de mí, estaba un poco intimidada ante tanta seguridad de su parte, pero era una fiesta... traté de olvidar por unos momentos el caos de mi mente, entre ideas, fiesta...poché y me solté a bailar.

Baile tanto que perdí la noción del tiempo, la estaba pasando muy bien con Johann, era un excelente bailarín y un muchacho muy tierno. Había pasado casi toda la fiesta con él, a excepción de un par de veces que bailamos con Laura, pero luego de ello, no se había despegado de mí y lo había disfrutado mucho, pero ... no podía sacar del todo de mi mente a Poché, aunque ya había perdido las esperanzas, no iba a venir, era prácticamente medianoche. Con un sentimiento de decepción le dije a Johann que iba al tocador y luego volvería para seguir bailando, pero lo que necesitaba era alejarme de la multitud y del ruido de la música, en ese instante necesita un poco de paz.

Me dirigí a mi habitación con un pesar en mi caminar, no sabia por que me sentía tan triste si la estaba pasando de maravilla con Johann. De igual forma los demás podían esperar, se estaban divirtiendo de todos modos, abrí la puerta y encendí la luz con ganas de desaparecer por todo lo que restaba de fiesta. No tuve tiempo de dar ni dos pasos hacia adelante cuando de pronto escuché un ruido, alce la mirada y pude notar que no estaba sola. ¿Quién podría estar en mi habitación? Pensé que todos estaban en la fiesta, probablemente alguna pareja intentando buscar algo de intimidad, pero que descaro el utilizar mi habitación. Entonces pude ver que había alguien en mi balcón, se acercó lo suficiente para que la luz pueda ayudarme a descubrir quien era el intruso.

No era cierto ... ¿Qué estaba haciendo ella aquí? ¿Poché En mi habitación? ... ¿Acaso estaba soñando? Probablemente esté pasando por algún brote psicótico y haya empezado a alucinar, pero que alucinación tan hermosa.

¿Eres tú? - me dijo, mi alucinación era hermosa, hablaba y además de todo, me conocía, definitivamente no era real, esto se estaba saliendo de control. Oficialmente necesitaba un psiquiatra.

Pasaron dos segundos que en la vida real fueron minutos, ya que ella me miró con extrañeza al ver que no respondía y se acercó un poco más, haciendo que mi ansiedad suba a mil, se aproximó hasta mi cama y se sentó de una manera graciosa y relajada, se veía tan pequeña.

¿Esta es tu habitación? - me preguntó, llena de curiosidad.

Si... - dije intentando sonar relajada, pero más bien parecía que me faltaba el aire.

Entonces tu debes ser Calle, la dueña de la casa ¿No? - Solo atine a mirarla y asentir con la cabeza. Lo siento por entrar sin permiso, buscaba un lugar tranquilo, espero no te moleste. Ah, por cierto, Soy María José, pero todos me dicen Poché.

¿Poché? Suena divertido, yo soy Daniela, pero todos me dicen Calle o Street, como tú quieras no tengo problemas con eso. - le dije más tranquila, escucharla hablar me calmo los ánimos, ella tenía algo que me hizo entrar en confianza con tan solo interactuar unos segundos, aun me sentía un poco nerviosa, lo sentía en mis piernas temblorosas, pero ahora era distinto. Ella estaba aquí conmigo y me sentía bien.

¿Acaso ya terminó la fiesta? Qué vergüenza contigo, Calle. ¿Todos se fueron? Maldito Alejo, me abandono y ni siquiera me ha llamado para saber dónde estoy - No me dio oportunidad de responder mientras se abalanzaba a dar aquel monologo, era tan tierna hablando así, tan atropellada.

Respira un poco, la fiesta sigue... solo necesitaba un poco de calma y decidí venir un momento. - le dije sin poder evitar reír ante su desesperación - lo siento, es que lo dijiste muy chistoso - me disculpe por la risa, pero esta vez las dos reímos juntas.

No te burles de mí, Daniela Calle - me dijo sin parar de reír.

Puse mi rostro de niña inocente y no podía dejar de sonreír, pude notar como ella tampoco. Sin darme cuenta de cómo ni por qué, mi animo había cambiado totalmente. Es curioso lo que me sucedia con Poché, desde que la vi tuve una sensación extraña, me generaba ansiedad, lo unico que sabía fijamente es que queria acercarme, quería conocerla. Yo quería ser su amiga, yo quería ... Ahora estaba aquí, y un poco cobra sentido lo que causaba en mi, es como si algo en ella me llamara, me invitara a estar así ... cerca y reir. Quizás podria pasar la vida entera aquí, este es mi lugar.

Pero nuestro momento fue interrumpido inesperadamente al ver un muchacho alto entrar por la puerta, ahí estaba Johann buscándome, ya que había escapado de la fiesta hace varios minutos atrás con la excusa de ir al baño.

Nos miro sonriente, como era su costumbre, pero esta vez se dirigió a mi acompañante.

Poché, veo que ya conociste a mi cita - dijo sin previo aviso. No me había enterado que era su cita, pensé.

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Con las ganas /  De mejores amigas a novias - Caché.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora