Capítulo V

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LA FIESTA

Poche:

No entiendo como Alejo me logró convencer de venir, si tenía planeado dormir por lo menos 3 días seguidos de lo agotada que me encontraba en ese momento, pero allí estaba, totalmente impresionada del enorme y épico lugar.

Alejo, ¿Estás seguro que la fiesta es aquí? - le dije incrédula, ya que se supone que sería en casa de una de las chicas nuevas de la escuela, se llamaba Calle y aun no la conocía, pero lo más probable es que sus padres sean millonarios o algo por el estilo.

Sí es aquí, esta es la dirección que me paso Laura - me afirmó Alejo, cuando de pronto vimos abrirse el enorme portón de donde salía Laura a recibirnos.

¿Por qué tardaron tanto? - Nos dijo arrastrando las palabras y con un olor a alcohol desprendiendo de todo su ser, al parecer la fiesta ya tenia rato de haber empezado y la estaban pasando demasiado bien. Pero ¿Qué hacen ahí parados todavía?, pasen que la fiesta esta buenísima - terminó la oración mientras nos abrazaba y empujaba adentro de la gran mansión de los Calle

Al entrar pude ver a mis amigos y a muchos compañeros de la escuela, entonces confirmé que la estaban pasando demasiado bien, esta no era una de las fiestas comunes y simples de la escuela, esta era en una casa de ensueño, tenían un barman, luces que ambientaban el lugar y una máquina que botaba humo, sin mencionar el impresionante equipo de sonido casi irreal. What the fuck...

Wow ¿Lau? ¿De donde rayos sacaron todas estas cosas? - le pregunté atónita ante tanto lujo para una simple fiesta de amigos.

Pues ¿Todo esto? Es un milagro llamado Daniela Calle, ¿Pueden creerlo? ... definitivamente aquí serán todas las fiestas hasta el fin de los tiempos - dijo Lau - Pero es una fiesta muchachos, por allá esta la barra donde pueden beber lo que quieran y diviértanse hermosos. Al terminar sus indicaciones Laura fue en busca de más alcohol y desapareció entre la gente.

Alejo y yo decidimos unirnos a alguno de nuestros amigos y ver como fluían las cosas, a fin de cuentas, ya estábamos aquí por culpa él.

Había pasado a penas una hora desde que llegamos a la casa donde se estaba realizando la fiesta... Decidí alejarme de la multitud al menos por un tiempo para poder respirar paz, todos ya estaban muy ebrios para ese entonces, me aleje y me propuse explorar un poco aquella casa extraña, que más bien parecía una mansión por lo grande que era, no creo que a Calle le incomode que de un recorrido pequeño por su hogar, aunque todavía no nos han presentado... con tanta gente allí, mi ausencia pasará desapercibida.

Poco a poco me fui alejando del bullicio de la música y gritos de la gente, para encontrar un lugar casi mágico, realmente esta chica vivía en un palacio. Llegué hasta una de las habitaciones de la casa, donde había paredes blancas decorada con algunos posters de grupos juveniles, cantantes pop de mi agrado, totalmente, entre ellos pude distinguir a Justin Bieber. Probablemente me encontraba en la habitación de la tal Calle y de ser así coincidíamos totalmente en gustos musicales. Tenía una cama enorme donde fácilmente podría perderme y desaparecer por un par de años, con la cantidad barbárica de almohadas que tenía, dormir ahí seria lo más parecido a estar en el cielo. Aparte de ello algo que llamó mucho mi atención el armario de esa habitación, ¿Cuánta ropa podría caber en ese lugar? Seguramente la suficiente para vestir a toda la escuela completa y aun seguirían sobrando prendas, exageradamente muchos zapatos y una colección casi profesional de maquillaje.

Pero eso no era lo mejor de aquel espacio, al entrar a la habitación justo en frente de aquella puerta encontré enormes ventanas que dejaban ver detrás de ellas un balcón que regalaba el más hermoso paisaje de la casa, un jardín lleno de distintas flores, rosas, una pequeña fuente de agua, en la cual se podía ver, desde el fondo, como se prendían luces que cambiaban de color cada 20 segundos aproximadamente, haciendo parecer aquel lugar sacado de alguna película romántica. Era el espacio perfecto donde la pareja protagonista de la historia se daba el primer beso o alguna confesión de amor llena de palabras cursis y un final feliz. Tuve la oportunidad de retratar el paraíso ¿Dónde estaba mi cámara cuando la necesito?

Tenía la sensación de que podía quedarme en ese lugar toda la noche, olvidando por completo la fiesta que me había llevado hasta allí, cuando de pronto un ruido me despertó del leve trance que recorría mi cuerpo, era el ruido de la puerta abriéndose dándome a entender que alguien estaba ingresando y al a vez recordándome que yo no debería estar ahí. La luz de la habitación se encendió revelándome a mi acompañante, pude distinguir que se trataba de una mujer, se notaba algo cansada al ingresar a paso pesado en la habitación, podría jurar que le costaba levantar los pies al caminar, al parecer todavía no se había percatado de mi presencia, dándome unos segundos más para poderla observar, creo que ella también estaba buscando un lugar para encontrar un poco de paz. Parecía un poco triste o decepcionada, era difícil descifrar, no podía ver claramente su rostro ya que tenía la miraba hacia abajo y sus cabellos castaños cubrían parte de su rostro. Me pareció un buen momento para escapar, ya que al menos había tenido un momento de tranquilidad en aquella habitación, era justo darle el espacio a alguien más, que al parecer lo necesitaba con mayor fuerza que yo.

Al moverme la sorprendí haciéndole ver que no se encontraba sola, sin embargo, al verla levantar la mirada ante tremendo susto, la sorprendida fui yo. Ese rostro lo había visto en otro lugar, esa mirada otra vez. Era ella ...

Eres tú - deje escapar en voz alta.

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Con las ganas /  De mejores amigas a novias - Caché.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora