Kiss me again

CAPÍTULO XIII: La impecable defensa oral de Kao y ¿Pete?

KAO POV

- Los veo en el salón de clases.

Me levanté y caminé sin mirar hacia atrás el rostro de los otros. Estaba completamente seguro que debían estar confundidos por mi actitud, pero no podía estar ahí por más tiempo.

"Te odio, Pete" pensé para mí mismo.

Sentía mis ojos arder, estaba tratando de contener las lágrimas, no quería mostrarme débil, pero no pude, fue en ese momento donde hice un desvío al cuarto de baño de la universidad. Noté que nadie había, me encerré en un cubículo, le pasé seguro.

Una gota caliente recorría toda mi mejilla, y está fue acompañada por otra desde el otro lado de mi rostro.

No debería llorar, pero ¿Qué podía hacer? Me sentía débil y herido. Las palabras de Pete eran dagas filosas que atravesaban mis corazón poco a poco.

¿Qué podía esperar de alguien quien solamente pensaba para sí mismo? Debía bajar mis expectativas hacia él, sabía que él seguiría siendo el mismo patán e idiota cuando lo conocí, y eso me dolía cada vez más.

Dolía porque mis sentimientos hacia él se habían intensificado mucho más; dolía porque él nunca iba a fijarse en mí; y dolía porque sabía que sería difícil deshacerme de este sentimiento.

Traté de contener mi dolor, estaba atascado en mi garganta pero no pude, un leve quejido salió de mi boca seguido por más lágrimas.

Ahora, ¿Qué podía hacer?

¿Por qué tuvo él que hacerme esto? No creo que hubiese sido necesario, tenía muy bien en claro que no tendría algo con él.

Yo había caído bajo, estaba llorando por alguien quien no le importaba si yo estaba bien o mal. A diferencia de mí, me esforcé mucho por hacer este trabajo, defensa que haría completo por salvarle la nota del corte y él ¿Simplemente me trataba de esta manera?

Estaba molesto, pero no con él, sino conmigo mismo por ser tan ingenuo, estúpido y débil ante mi enemigo.

¡Que sabor amargo sentía entre mis labios! Era el sabor del dolor, la frustración y el enojo.

- ¡Ahhhhhhh! - Grité, le di una fuerte patada a la papelera, mi respiración era agitada, me costaba respirar, sentía mis orejas calientes.

Busqué en mi bolso mi inhalador y lo usé. Sentí como mi respiración volvía a su ritmo natural.

No podía seguir así, creo que lo mejor era alejarme de Pete, costase lo que me costase, sabía que sería un trabajo difícil pero debía intentarlo, o terminaría encerrado en un manicomio.

Mi teléfono sonó por un momento. Me sequé las lágrimas y lo saqué de mi bolsillo. Era un mensaje de Sandee.

De: Sandee.
Para: Kao.

Mensaje: Ai'Kao ¿Dónde estás? El profesor ya llegó al salón de clases.

Observé mi reloj de pulsera y vi que era tarde. Solté un suspiro y salí del cubículo. Me dirigí al lavamano y traté de borrar todo rastro de tristeza. No pude hacer mucho, tenía mis ojos hinchados, se darían cuenta que estuve llorando.

Así que, decidí hacer lo siguiente, y estaba seguro que mi madre se molestaría. Saqué de mi mochila un pequeño envase para guardar mis lentes de contacto. Los metí y saqué de ella mis lentes. Me hacia recordar cuando estaba en la secundaria pero, los bordes negros me ayudarían a tapar un poco la hinchazón de los ojos.

Sin más nada que pensar, empecé a caminar hacia la salida e ir directamente hacia el salón de clases.

Menos mal que el salón de clases no quedaba apartado del baño, en menos de tres minutos, estaba entrando en él.