Elite

Capítulo uno

Ha pasado un mes desde que Mbizi Petrova me llevo a su cuartel temporal de la Elite.

Un mes desde que he evitado a mi mejor amiga.

Un mes de sentarme en mi Aston a la hora del almuerzo.

Ahora estoy acostada en mi cama escuchando a C-Kan a todo volumen.

—Summer — escucho la voz de mi madre llamarme desde la sala aun cuando no debería hacerlo.

—Un súper poder — digo irónica mientras me pongo de pie.

Mamá está sentada al lado de Shurik Monsiváis López, uno de mis mejores amigos.

—Hola —mamá se pone de pie.

—Los dejo — asiento hacia ella y observo al chico de ojos castaños melancólicos.

—Creo que ha pasado suficiente tiempo para que volvamos a hablar — asiento y me dejo caer a su lado.

—¿Qué has pensado? — sus ojos castaños me miran pero no me pierdo en ellos.

-Creo que me confundí.-

—¿En qué? —suelta un suspiro y se pasa las manos por el cabello.

—No estoy enamorado de ti pero tampoco de Darna — levanto una ceja ante sus palabras.

-Vaya.-

—Sé que he sido un idiota pero estaba confundido — por una parte sus palabras me alegran pero otra parte se siente realmente triste.

-Así que.-

—Quiero que sigas siendo mi mejor amiga, si quieres — rio por su cara y lo atraigo en un abrazo de oso.

—Claro que quiero y me alegra mucho saber que no estás enamorado de mí, digo no es que hubiera sido malo porque eres un gran chico pero la verdad yo tampoco estoy enamorado de ti, dioses ni siquiera estoy enamorada de Sebastián aunque aún duela verlo — tomo aire y observo su rostro perplejo.

-Tal vez solo pasamos mucho tiempo juntos y nuestros sentimientos se mezclaron.-asiento y le doy un beso en la mejilla.

-Me alegra que las cosas mejoren entre nosotros, estoy harta de comer sola en mi Aston.-estallamos en carcajadas.

-Nunca más.-

-Nunca más, ahora dime ¿Qué pasa con Darna?-

—Nada, solo somos amigos —una punzada de tristeza se instala en mi corazón.

-Ella me odia.-

-No lo hace, solo se siente sola.-suelto un suspiro.

-También me siento sola pero no puedo aparentar que es mi mejor amiga cuando le oculto tantas cosas.-

—Cierto, oye ¿Cómo te fue con Harald? — suelto un suspiro.

—Pues digamos que no muy mal pero no muy bien — me mira con las cejas arqueadas.

—Y eso ¿Qué significa? — resoplo muy fuerte.

-Pues que Harald es un buen tipo pero no conoce nada del mundo.-Shurik estalla en carcajadas.

—¿Qué es tan gracioso? — poco a poco se calma.

—Es que te dijimos desde un principio que Harald no sabía nada del mundo — le saco la lengua.

-Lo se aunque tuvo partes muy buenas.-

-¿Cómo cuáles?-

-Fue gracioso ver su cara cada vez que veía algo nuevo.-