Capítulo dos

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-No, es solo que esa es mi taza.-

-OH.-

—Y esa taza la compre pensando en ti — un intenso rubor cubre mi rostro.

-¿Por qué sigues diciendo esas cosas?-

-Bien voy a contestarte de la única forma que puedo pensar.-asiento.

Saca una guitarra acústica de una funda negra y comienza a afinarla.

-Te vi y lo supe.
Supe lo que era.
Era amor.
Amor como el que nunca existió.
Sé que te lastime.
Traicione tu confianza.
Le mentí a tu corazón.
Pero no me odies.
Te amo como nadie más.
Lo supe desde el principio.
Tú ibas a ser para mí.
Sé que lo arruine.
No merezco tu perdón.
Pero te amo y ya nada será igual.
Te vi y lo supe.
Supe lo que era.
Era amor.
Amor como el de nadie más.
Te vi, te vi, te vi.
No hay nadie más que tú.
Siempre serás tú.
Te amo, te amo.
Te amo Summer.-

Deja de cantar y tocar.

Me mira con esos hermosos ojos grises que ahora parecen derramar todo ese amor que acaba de cantar.

Boqueo como pez mientras una lágrima resbala por mi mejilla.

Alarga una mano y limpia mis lágrimas.

-Di algo Summer.-

-No sé si puedo creerte.-

-Te amo Summer.-

-Entonces ¿Por qué vas a casarte con Eliabet?-

-Soy el Líder del Concilio más joven que ha existido en toda la historia de los Guardianes, los miembros del Concilio no están felices conmigo así que papá tuvo la brillante idea de que casarme con la hija de Eliseo Grace iba a calmar los ánimos.-

—¿Quién es Eliseo Grace? — me tiende la taza que tomo y nos vamos a la sala.

—Es un Guardián muy respetado y rico que nunca ha roto las reglas así que casarme con su hija va a ayudar en mi reputación — sorbo mi café y asiento.

—Debiste habérmelo dicho desde el principio, sabía que no era una buena opción — me toma de la barbilla y planta un beso en mis labios.

He besado a otros pero Sebastián es único.

-Eres la única opción, siempre serás tú.-

-No puedes besarme otra vez, no cuando estas comprometido aun si no la amas.-

—Por favor — niego y dejo la taza en una mesita.

-Te perdono y no te guardo rencor pero no esperes que te ande besando y olvide que vas a casarte.-

—Romperé el compromiso — niego frustrada.

-No lo hagas, me importas demasiado para que arruines tu vida por mi culpa.-

—¿Solo te importo? — suspiro.

—Me importas, me gustas, me encantas, te quiero — sus ojos se iluminan a tal grado que por un momento olvido que va a casarse.

—¿Me quieres? — lo miro a los ojos.

—Te quiero Sebastián pero no hay nada que pueda hacer — niega y me toma en brazos.

-Vamos a intentarlo.-

-Lo mismo me pidió Shurik antes de que se diera cuenta que no me ama.-

-¿Qué?-

-Tu hermano menor y yo nos besamos, me dijo que me quería y yo le dije lo mismo pero luego nos dimos cuenta que no es ese tipo de amor.-

-¿Qué?-

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