comienza el juego

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Le arreglé algunas fallas y cambié algunas cosas

Advertencia: Este fic es muy marrano(?)

           
                      ...

En su primer año de casados todo marchaba bien pero poco a poco la magia se iba acabando. Ya no pasaban tiempo juntos (a pesar de trabajar juntos como jefe-secretario) solo en las reuniones de trabajo tenían un cruce de palabras y era mínimo, pero en su casa las cosas eran peores, llegaban juntos pero ni se miraban, comían juntos sin siquiera notar que el otro estaba frente suyo, compartían cama pero cada uno se quedaba en su mitad.
Al principio todo era palabras lindas, arrumacos, caricias, noches de placer y ahora solo un "buenos días" al despertar y un "buenas noches" al acostarse a dormir.
Necesitaban recuperar su amor a toda costa, ninguno de los dos quería separarse del otro pero si no hacían algo pronto el divorcio sería la única opción..

[...]

Ese día se les hizo bastante tarde en el trabajo. Hiroto necesitaba dejar en orden unos papeles para la reunión que habría al día siguiente y Ryuuji como su secretario cumplía su trabajo de ayudarle en lo mas que pudiera.

Eran cerca de las 22:00 cuando ya estaban terminando y fue cuando Ryuuji se levantó e hizo un leve movimiento con su cuerpo que captó la atención de su jefe, quien miró atentamente cada movimiento que hacía su secretario.
-¿que miras tanto?- sentía su mirada y le hizo frente al tiempo que se acercaba al escritorio para recoger sus pertenencias.
-¿usas algún perfume hoy?- se levantó de su lugar y caminó hasta quedar de frente al menor.
-no- fue su simple respuesta.
-me parece que hay algo distinto en ti- se le acercó bastante y comenzó a olerle el cuello para detectar de donde venía la fregancia.
-solo cambié de shampoo. Debe ser eso- se apartó para seguir guardando sus cosas pero un brazo lo jaló de vuelta al mismo sitio- ¿que quieres?-
-no sé si realmente es solo el shampoo, pero creeme que me dieron ganas de hacerte mío gracias a ese aroma- le tomó ambos brazos y le besó el cuello.
-sueltame..no tengo tiempo para juegos- forcejeaba pero era inútil.
-vamos Ryuuji, hace mucho no lo hacemos, aprovechemos la oportunidad-
-...-
-hagamoslo aquí y ahora-
-no creo que sea buena idea- no estaba del todo convencido.
-no hay de que preocuparse. solo quedamos tu y yo aquí después de todo- y sin esperar respuesta lo besó, un beso que empezó tranquilo pero a cada segundo aumentaba de intensidad gracias a todo el tiempo que estuvieron sin tener contacto con el otro.
-ma-mañana hay un-a reunión importan-te..no pode-podemos- decía entre suspiros.
-shh. No arruines el momento- con otro beso se dejó hacer. El mayor lo empujó hasta el escritorio y levantandolo un poco hizo que se sentara en el mueble.
-Hiroto..- se miraron un momento, ambos con las mejillas un tanto rojas al igual que sus labios- ¿por qué ahora?-
-..no lo sé, pero si sé que quiero hacerlo. ¿Tu quieres?- no podía negar que hacerlo así tan de repente era raro. Ni siquiera se dirigían palabra y ahora estaban a punto de tener sexo en su oficina, era necesario pensarlo bien. Aunque sin responder y con solo mirarse un momento a los ojos supieron que ambos querían hacerlo.
Volvieron a fundir sus labios en un apasionado beso mientras sus manos recorrían el cuerpo contrario.
El pelirrojo le desabrochaba con suma delicadeza la camisa que llevaba ese día Ryuuji.
Una vez lista, se la quitó con algo de prisa, estaba ansioso por besar su pecho y abdomen y marcarlo para que su pareja supiera que aún le pertenecía.

[...]

-deja de tardarte y hazlo de una vez- dijo cuando ya sintió que estaba al límite de su aguante.
-como quieras- le dio un apasionado y desesperado beso y lo ayudó a bajar del escritorio para acomodarlo de espalda a él e inclinado (apoyando su pecho en el mueble)- aquí voy- lo tomó con ambas manos de la cintura y metió su erecto miembro en Ryuuji quién gritó agudamente por la intromisión.
Llevaban mucho tiempo sin sexo y ya había perdido la costumbre de tener al pelirrojo dentro suyo aunque de todas formas y a pesar de dolerle, le encantó aquella sensación.- ¿quieres que espere a que se te pase un poco?- le preguntó apoyándose sobre él y besándole el cuello.
-no..solo hazlo- y sin decir nada mas, el pelirrojo volvió a su posición y comenzó a penetrar con fuerza aquel delgado cuerpo.

[...]

Veía desde su posición como su secretario apretaba sus manos contra el escritorio y cerraba sus ojos con fuerza.
En un momento, cuando sintió que terminaría se detuvo.
-¿q-qué¿ ¿p-por qué te..de-tienes?- preguntó agotado al sentir como su jefe salía de su cuerpo.
-shh- hizo levantarse y luego sentarse sobre el escritorio de nuevo- me gusta mas el ver tu rostro cuando te lo hago- y lo empujó levemente para que quedara recostado sobre el mueble y él entre sus piernas penetrándole otra vez.
-¡ngh!- Se quejó mientras sentía como su esposo se movía dentro suyo.
Hiroto aprovechaba la nueva posición para acercarse al menor y besarlo, morderlo y deleitarse con su rostro que mostraba como el placer reprimido salía a flote.

[...]

Unos cuantos minutos mas y gracias a estimulación por parte del mayor, Ryuuji acabó entre él y su jefe con un agudo gemido.

El pelirrojo aguantó un poco mas pero también llegó a su límite.
Terminó dentro de su asistente al tiempo que gruñía bajo.

Se quedaron en esa misma posición por algunos minutos hasta que el menor se removió un poco para que su jefe sacara su miembro de él y poder sentarse luego en el escritorio frente al mayor.
-...- se miraron un momento sin decir alguna palabra, solo jadeando y sudando.
-..extrañaba esto- dijo y lo abrazó. Por un momento Ryuu quedó en blanco por el gesto pero terminó por corresponder.

[...]

No se dijeron palabras de amor, solo se dedicaron a vestirse y limpiar un poco el desorden que habían dejado en la oficina ya que sería un problema que por la mañana la persona de la limpieza viera lo que ahí había sucedido.
-son casi las 2 de la madrugada. No dormiremos lo suficiente para la reunión de mañana-
-podemos atrasarla unas horas- dijo mientras tomaban sus cosas y juntos salían de ahí para ir a casa a descansar.
-..¿me creerías si te digo que por la mañana usé un "perfume del amor"?-
-¿de los que muestran en el comercial?- preguntó cuando iban ya descendiendo en el elevador.
-..si-
-sabía que había algo peculiar en ti- rió, ese famoso "perfume del amor" aparecía en un comercial diciendo que si alguien lo usaba tendría a la persona amada tras de sí- ¿lo usaste para que te hiciera caso?-
-..tal vez..aunque pensé que haría efecto cuando estuvieramos en casa. No creí que pasaría estando aún en la oficina- ya habían salido y se habían despedido del guardia de turno que estaba fuera haciendo ronda, incluso ya iban de camino a casa en el automóvil del jefe.
-tal vez si no te hubieras movido tan cerca de mi..aunque no sé si realmente fue eso lo que me hizo actuar así pero por mi puedes seguir usándolo. Sería bueno para ambos..- el menor no dijo nada, solo se quedó pensando en que podría tomarle la palabra a su jefe. Después de todo sería bueno recuperar la pasión que hace tiempo no tenían.

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