sexta ronda

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Era un viernes por la noche.

Ese día temprano tuvieron una exitosa reunión en la que se asociaron con otra distinguida empresa. Eso les dio un motivo perfecto para que al salir del trabajo y luego de haber ido a casa a cambiarse de ropa por algo mas informal, fueran a beber y celebrar a un bar.
-en serio que el haberte contratado a ti fue lo mejor que hecho-
-no fue la gran cosa-
-no digas eso. Me has ayudado mucho, imdependiente de nuestra relación-
-para eso estudié después de todo. Debo usar lo que aprendí-
-en eso tienes razón- hicieron un brindis con las dos botellas individuales de cerveza que habían pedido al entrar a ese lugar, que por cierto era bastante grande, cómodo y atractivo. La música era muy variada, la gente no tan ruidosa (irónicamente) y además ellos estaban en la parte de la terraza, tenía un pago extra por usarla pero al menos nadie mas estaba ahí, solo ellos dos. Y si querían ir a bailar, solo debían cruzar una puerta que conectaba a la pista de baile.
-solo espero que también podamos lograr una unión con la otra empresa- dijo acomodánse en el cómodo sillón del lugar.
-contigo como mi asistente, estoy seguro que lo lograremos- se acomodó a su lado y lo apegó a su cuerpo usando su brazo izquierdo para acercarlo.
-no son necesarios tantos elogios- le gustaban pero eran demasiados por nada, no había hecho gran cosa como para que le dijera tantas palabras lindas.
-nada es suficiente para ti- dejó la botella en la mesita y con la mano derecha lo tomó del rostro para unir sus labios.
-mhhg- se quejó al sentir la lengua ajena invadir su boca, aunque de todas formas lo permitió y un beso inocente iba tornándose mas y mas pasional. Las caricias por ambas partes no se hicieron esperar.
Estaba aumentando la temperatura en el ambiente y aquellas cervezas les había ayudado un poco..

[...]

Dejaron de besarse unos cuantos minutos después, cuando ya estaban algo agitados y con los labios un poco hinchados. Aún así quedaron abrazados mientras seguían bebiendo y hablando de lo genial que era haber logrado conseguir esa unión en la empresa, unos cuantos elogios mas a Ryuuji y también palabras de ebrio enamorado dichas de uno al otro.
-debo ir al baño. Regreso enseguida- se apartó el peliverde y empezó a caminar con cuidado hasta la sala de la fiesta ya que en ese lado del lugar estaba los baños.
El pelirrojo se quedó sentado, siguió bebiéndose esa cerveza que aún le quedaba mientras esperaba a que su Ryuu-chan volviera.

Mientras, también pensó que pronto sería su aniversario número 5 de bodas.
-tendré que buscarle algo lindo- siempre tuvo presente eso de su aniversario, pero por como iban con su relación hasta hace poco, no creyó buena idea el mencionarle algo y tampoco sabía que hacer. Era como decirle que seguían atados el uno al otro, pero que no había nada de sentimientos de por medio- por suerte ya cambió todo- se miró su argolla, en la parte externa estaban grabadas las iniciales de Ryuuji y por dentro estaba grabada la fecha en que se casaron- pensar que en algún momento pensé en separarme de él- suspiró y se dio una bofetada mental por haber pensado tal idiotez hace tiempo- después de todo no habría podido vivir mucho tiempo sin él a mi lado- ambos eran el apoyo del otro y si se hubieran separado, seguramente habrían caído ambos.

Sonrió pensando en algún buen regalo. Aunque pasaban muchos minutos y Ryuuji no aparecía. No pensaba que se hubiera entretetindo con alguien ya que nunca lo hacía, de todas formas prefirió asegurarse y salió de la terraza, cerrando con la llave que le entregaron y fue directo a los baños.

Intentó abrir la puerta pero estaba cerrada desde adentro. Fue a pedir la de repuesto a la barra y volvió.

Abrió y vio como Ryuuji estaba encima de un tipo inconsciente (sentado en su pecho).
-ehm. ¿Me perdí de algo?-
-¡Hiroto!- se levantó torpemente y lo abrazó- es-este idi-ota..quiso propasar-sarse conm-igo- estaba algo mas ebrio que cuando dijo que iría al baño.
-¿te dio a beber algo?-
-una ch-chica afuera m-me regaló un-na bebida-
-¿y este está muerto?-
-no, s-solo lo pa-teé y se peg-ó -
-será mejor que nos vamos- lo tomó de la cintura para que no se cayera y quiso caminar a la salida, pero Ryuu se quedó parado.- ¿sucede algo?-
-...- se le acercó mucho, se puso un poco de puntillas para quedar mas a su altura y le dio un beso. Rodeó el cuello del pelirrojo con ambas manos mientras qué el se quedaba quieto.
-¿Ryuuji?- lo apartó.
-es-tamos en un l-lugar arriesgado. Aprove-chemoslo -
-pero tu no estás en todos tus sentidos-
-solo es-toy un poco mas eb-rio. Nada m-as - volvió a intentar besarlo pero el mayor lo afirmó antes- ¿no q-quieres?- lo miró con carita de cachorro regañado a la cual Hiroto no pudo resisitirse.
-siempre buscas la forma de manipularme- le dio un rápido beso y lo hizo entrar al último de los cubículos- espera aquí. Vuelvo enseguida- cerró esa puerta, acomodó al ebrio inconsciente y fue a entregar la llave del baño. Avisó que aún no dejaría la terraza y volvió al baño. Por suerte nadie de los que habían entrado en ese lapso notaron al ebrio durmiente ni al Ryuuji escondido. Debieran estar todos muy ebrios entonces(?.

De todas formas, esperó a que saliera la última persona de ahí y entró al mismo cúbiculo de Ryuuji.
-no de-berías hacerme es-perar-
-lo siento. Pero, ¿en serio estás seguro? No te ves muy consciente-
-est-oy bien. No ha-bles tanto y hagá-moslo ya- cerró la puerta y acorraló al mayor contra ella, lo tomó con algo de fuerza de la playera y lo besó con un poco de ansiedad.
-el alcohol en ti es como un afrodisíaco-
-algo a-sí - puso sus manos a los costados del pelirrojo, apoyándose en la puerta y volvió a tomar el mando con otro beso.
Esta vez era él quien dominaba, quien recorría con su lengua la boca ajena, quien empezó a morder el cuello del mayor.

Luego de terminar el beso, prosiguió a morder y besar el cuello del pelirrojo.

Al mismo tiempo, con su mano derecha le levantaba un poco la playera negra que llevaba esa noche y le acariciaba un poco el vientre con las yemas de sus dedos.
- es-epera- lo apartó a pesar de que lo que hacía le encantaba.
-¿qué sucede?- se le había pasado un poco lo ebrio.
-estás haciendo todo-
-no importa. Déjame complacerte alguna vez- le tapó la boca con su mano izquierda mientras que con la derecha le empezaba a desabrochar el pantalón y metía su mano en la prenda íntima del mayor.

Rozó aquella parte sensible del cuerpo ajeno.
Kira por la sorpresa de eso solo dio un suave jadeo.
-solo debo lograr que despierte y podrás hacer lo que gustes- lo dijo claramente por su entrepierna.

[...]

Empezó con suaves roces, pero fue cambiando a toqueteos y caricias. Masajeos y estimulación. Pronto el pelirrojo ya estaba en una situación bastanre incómoda, pronto tendría que eyacular, pero no quería hacerlo hasta ser uno con su asistente.

Ryuuji al verle la cara de (estúpida jahsja okno lo siento pero no me resistí xD ) placer que ya tenía, supo que debía dejar el miembro del pelirrojo.
-tu turno, cielo- le dio un rápido beso e intercambió lugar con el mayor (él quedando apoyado en la puerta)
-al fin- bajó un poco su pantalón y prenda íntima, hizo lo mismo con el menor y sin mayor demora lo hizo quedar de espaldas a él, le tapó lo boca con la mano izquierda por si es que la música dejaba de sonar o si había alguien cerca y lo penetró de una sola estocada. Como ya estaba muy ansioso, no se iba a molestar en prepararlo primero. Sin embargo, esperó un poco para que se acostumbrase a la intromisión.

Le besó el cuello y le acarició el vientre con la intención de que le ayudara al menos un poco.

[...]

Cuando sintió que intentaba moverse supo que ya estaba listo.

Lo tomó con ambas manos de la cadera y empezó a moverse; primero lento pero aumentando la intensidad conforme sentía gemir y jadear al menor.

Ryuuji mordía con fuerza su labio para no gemir pero aquella sensación tan placentera le hacía difícil todo.
-dejalos salir- le susurró en el oído derecho mientras mordía el lóbulo. -no escucharán- y tomándolo como permiso, dejó de morder su labio y empezó a gemir y jadear conforme el pelirrojo seguía embistiendo con fuerza su delgado cuerpo.

[...]

Para que disfrutase mas, usó su mano derecha para masajear el miembro del peliverde. Eso le causaba una sensación aún mas placentera al menor.

Aún así, no pudiendo durar mucho mas, dio una cuantas embestidas mas y terminó dentro de su secretario, mientras que él terminaba un poco después manchando parte de su cuerpo, ropa y hasta la puerta de aquel cubículo.

Se quedaron un rato apoyados (Ryuuji en la puerta y el pelirrojo en su espalda) tratando de recuperar un poco el aliento.
Y cuando lo hicieron, se acomodaron la ropa algo incómodos por la estrechez del lugar, verificaron que no hubiera nadie y salieron para poder limpiarse un poco.
-estoy muerto- se dejó caer en el pecho del mayor con los ojos cerrados.
-tú quisiste hacerlo aquí- lo sostuvo para que no se cayera y le apartó un poco el flequillo para besarle la frente- ¿quieres que vayamos a casa?-
-un rato mas. Al menos nos podemos quedar en la terraza a descansar un poco-
-tienes razón. Vamos- lo ayudó a caminar con lentitud y volvieron al lugar donde estuvieron al principio. Hiroto se sentó en el largo sofá y Ryuuji se recostó en el mismo con la cabeza apoyada en las pierna de su esposo.
-aún así..fue genial- le susurró antes de cerrar los ojos por un momento.
-todo lo relacionado a ti es genial. Ahora descansa un rato- le acarició la cabeza para que se relajara mientras él se bebía otra cerveza.

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