segunda ronda

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En un gran y famoso hotel se encontraban algunos empleados y jefes de varias empresas de todo Japón, entre ellos el jefe, secretario y algunos abogados de la gran empresa Kira.
Habían sido convocados para una importante junta y necesitaban un lugar grande para tanta gente.
-oh, señor Kira que gusto verlo- se le acercó un hombre alto, algo robusto, de mirada penetrante pero a la vez amable.
-lo mismo digo señor Nami- se dieron un apretón de manos como saludo y empezaron a hablar un poco sobre la razón de aquella junta.
-oh, lo siento, no me había fijado que vino con su secretaria- dijo al notar al chico mas bajo y de cabello verde que estaba unos pasos mas atrás de ellos mientras revisaba unos documentos.
-es mi asistente. Midorikawa ven un momento por favor- así lo hizo, dejó encima de una mesa los papeles que tenía y se acercó- él es mi asistente-secretario, Midorikawa-
-soy Midorikawa, mucho gusto- le dió la mano al hombre que mejor calló al no querer meter mas la pata con la dudosa apariencia del mas bajo.
-el gusto es mio- le correspondió el gesto y de paso notó en la mano del joven una argolla- ¿estás casado?-
-..em si- se puso nervioso y mas porque el hombre no soltaba su mano y se fijaba mucho en el anillo.
-tan joven que te ves y ya estás casado. Espero que tu esposa no sea una mandona- bromeó un poco para cambiar el ambiente.
-eh, para nada..hasta ahora todo va de maravilla-
-que suerte tienes. Mi esposa es un ogro- le dijo bajito y cerca de su oído como temiendo que ella lo oyera.
-supongo que solo debe saber contentarla. Así cualquier persona cambiaría su humor- hablaron un poco mas sobre como "arreglar" la relación de él hasta que llegó el hombre que los citó a todos ahí y les pidió reunirse en otra sala.

[...]

Tardó unas 4 horas esa reunión y cuando terminó todos quedarían ahí unas horas mas ya que también tendrían una comida para que las distintas empresas convivieran mas.
Kira y Midorikawa estaban sentados juntos hablando un poco de trabajo hasta que en un momento el pelirrojo hizo como que iba a quitar una pelusa del hombro del menor y le susurró algo en el oído.
-..30 minutos mas en el baño de la segunda planta- y volvió a su postura para empezar a comer con calma.
El menor quedó en blanco, por suerte nadie había notado eso.

[...]

25 minutos mas tarde y aprovechando que la mayoría de las personas presentes estaban hablando entre sí se levantó de su lugar y caminó hacia el elevador para descender a la segunda planta.

Una vez ahí notó que no había nadie por los alrededores por lo que buscó por su propia cuenta los baños.

Por suerte tampoco había gente ahí, ahora solo quedaba esperar a que llegara su jefe.

[...]

Apareció unos 10 minutos después cerrando la puerta tras de sí.
-lamento la tardanza pero debí inventar una buena excusa- se acercó al chico que estaba sentado en el piso y apoyado en la pared.
Le estiró la mano para ayudarlo a pararse.
-¿a que debo el honor de citarme en tan peculiar lugar?- preguntó con burla.
-¿de nuevo usaste ese perfume?-
-...-
-Ryuuji-
-solo un poco-
-eso lo explica. He estado como loco gracias a ese aroma- lo tomó del rostro y lo besó con algo de brusquedad.
-espera- lo apartó como pudo- ¿no querrás hacerlo aquí o si?-
-¿por qué no?-
-es peligroso. Alguien puede venir y nos atraparían-
-la segunda planta por hoy está cerrada, cuando llegamos el encargado me lo dijo así que no debes preocuparte- le mordió el cuello mientras lo empujaba hasta llegar a la pared- estoy seguro que usas esa cosa para provocarme y creeme que te está funcionando- tomó sus dos muñecas y las levantó hasta la altura de la cabeza mientras que situaba una de sus piernas entre las contrarias haciendo presión.
-¡nhg!- soltó por el contacto.

[...]

Tenía sus dos manos atrapadas por una del pelirrojo mientras que con la otra lo estimulaba.
- n-no agua-anto- le dolía ya que hace un rato debío haber terminado pero su amante no se lo permitía y como un "sensual" castigo seguía masajeando su miembro mientra apretaba la punta. Aunque al ver la cara de dolor y placer de su Ryuu-chan tuvo compasión y quitó su mano dejando que se corriera mientras soltaba un agudo gemido y manchaba un poco sus ropas.
-vaya..has terminado bastante- lo soltó y con sus manos quitó la escencia del menor de su ropa y la lamió- me encanta-
- c-callate- se dejó caer al piso agotado.
-¿no estarás cansado ya cierto? Aún falta la mejor parte- se quitó sus gafas, las dejó encima del lavabo y empezó a desabrochar su camisa.
-haz lo que quieras pero al menos inventa una buena excusa para cuando no pueda caminar hasta allá arriba-
-ya encontraré que decir- lo ayudó a pararse de nuevo y lo jaló hasta uno de los cubículos.

Se desabrochó su pantalón y le bajó el suyo al menor junto con la ropa interior para luego y sin preparación alguna hacerlo sentar encima de su miembro y mirándose el uno al otro.
-¡aagh!- gritó sin importarle el ser o no escuchado- eres..un im-bécil..- su rostro estaba húmedo por culpa de las lágrimas de dolor.
-ya pasará- lamió sus lágrimas y empezó a mover las caderas del peliverde sin importarle que el dolor no se haya calmado.

[...]

Llevaban mas de 40 minutos ahí. El pobre Ryuuji lloraba aún por el dolor, Hiroto era demasiado brusco, mas que la última vez en la oficina, a él no le habría molestado esperar a que se le pasara un poco el dolor pero no estaban en su casa, estaban en un lugar con cientos de personas cerca y no podía darse el lujo de tardarse aún mas de lo que ya lo hacía.

Lo embestía con demasiada brusquedad y en un momento cambiaron posiciones dejando al menor apoyado contra la puerta y el pelirrojo parado tras de él en ese no muy cómodo cubículo..

Unos cuantos minutos después terminó el mayor dentro de su asistente mientras que éste acababa un poco después ensuciando la puerta del lugar.

Se vistió como pudo con el mayor ayudándolo.
-lamento si me pasé mucho pero en serio que no podía aguantar mas- habló con arrepentimiento al notar las muecas de dolor y cansancio de su amante.
-no te..preo-cupes..- se apoyó apenas en el lavabo mientras el mayor se dedicaba a limpiar el desastre que dejaron incluyendo en sus ropas- solo..no creo p-poder volver allá..lléva-me al automóvil- terminó lo mas rápido que pudo para poder llevarlo a que descansar.
-lo siento. Prometo que en casa te lo compensaré- le habló cuando lo acomodó en los asientos traseros del vehículo para que descansara- iré a excusarme para irnos pronto. Mientras duerme ¿si?- asintió y cerró los ojos al tiempo que el mayor cerraba con cuidado y volvía con los demás.

[...]

-joven Kira ¿dónde andaba? Llevamos mucho rato buscándolo- le habló el mismo hombre que lo saludó al principio.
-mi asistente se sintió mal y fui a socorrerlo. Lamento ser descortés pero debo irme para llevarlo a descansar-
-¿el joven Midorikawa? Que lástima, se veía muy bien hace rato-
-tal vez la comida le hizo mal-
-si, pudo ser eso. Puede irse, yo lo excusaré con los demás-
-gracias señor Nami. Nos vemos- le dió la mano y se retiró.
-¿él también está casado?- le alcanzó a ver la argolla al despedirse- que rápido se casan ahora los jovenes- cabe decir que él era un hombre de unos 45 años que seguramente se casó cerca de los 25..

[...]

Ya en el vehículo y conduciendo iban el matrimonio Hiroto y Ryuuji, el mayor atento al camino pero también al chico que estaba dormido atrás.
-en serio lo siento..no quise sobrepasarme. Espero poder compensarte-
-extrañaba tener sexo contigo pero a diferencia de hace semanas en la oficina, ahora te sobrepasaste- oyó su voz algo adormilada.
-¿no estabas durmiendo?-
-desperté cuando pusiste en marcha el automóvil-
-¿cómo te sientes?-
-me duele todo pero al menos un poco menos que hace un rato-
-prometo que para la próxima seré mas gentil-
-mas te vale- y volvió a dormirse.
-me alegra mucho el que estemos recuperando nuestra vida de matrimonio que teníamos desde un principio- se susurró y siguió conduciendo por la ciudad queriendo llegar pronto a casa.

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