Capitulo 1

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...una o dos veces a la semana fortalece el sistema inmunológico, aumentando la inmunoglobulina A, hasta en un 30%, según investigaciones de la Universidad de Wilke.

Segundo, reduce el estrés, gracias a la producción de oxitocina.

Tercero, mejora la calidad del sueño, debido a la secreción de oxitocina, vasopresina y...

Apago la televisión sin prestar atención a lo que decían. Agarro mi bolso y presiono el botón para llamar a el ascensor y espero. Luego de unos segundos se abren las puertas de uno de los mejore inventos del ser humano.

Entro y presiono el botón de el garaje.

Espero a que pasen los números y para mi suerte en el camino no me encuentro con ningún vecino. Se abren las puertas y salgo al garaje, camino hacia mi bebe. Lo enciendo y subo el volumen de la radio y reconozco la canción, 'Heartbeat' de Enrique Iglesias. Bajo las ventanas y el techo del auto. Me pongo mis Ray Ban Cats y conduzco fuera del garaje.

Conduzco al limite de velocidad en la autopista. Miro por el retrovisor y observo como un Lamborghini rojo se acerca y se pega a mi coche. Mantengo mi velocidad y me cambio al carril derecho dejándole vía libre al Lamborghini para que pase, este, me sorprende, se cambia al mismo carril que yo y acelera.

Intento de nuevo y me cambio al carril derecho esta vez. El Lamborghini vuelve a cambiarse de carril y acelera un poco más. Reacciono y sin entrar en pánico acelero y me olvido del limite de velocidad. Voy tan rápido que siento como el pelo me da latigazos cortos y rápidos en la cara. Disminuyo un poco la velocidad y subo el techo del auto y las ventanas.

Ademas de ya no tener el pelo dándome en la cara esto me permite desplazarme con facilidad por la carretera. Acelero hasta el final y me muevo hasta el ultimo carril de la izquierda miro por el retrovisor y veo como el Lamborghini intenta alcanzarme y consciente de la desventaja que tengo con el motor de mi coche freno y me cambio con rapidez al ultimo carril de la derecha. Los demás conductores frenan causando que el Lamborghini tenga que esquivarlos y reducir la velocidad.

Aprovecho y conduzco a la salida con el acelerador hasta el fondo. Reduzco un poco la velocidad para evitar accidentes y cuando tengo la oportunidad acelero, veo una urbanización y no dudo ni un segundo en entrar. Doblo en las calles sin pensar derecha, izquierda, en la tercera en la izquierda y luego en la primera a la derecha, me estaciono, apago la radio, bajo los cristales, apago el motor y reclino el asiento.

Le doy gracias al cielo por haberme estacionado tan cerca del vehículo de atrás que no se puede ver mi tablilla cuando escucho el motor del Lamborghini al lado izquierdo mío. Escucho como se aleja y acelera a lo lejos. Decido esperar unos minutos por si es una trampa. Luego de esperar un tiempo conduzco hacia mi departamento.

Olvide lo que iba a hacer antes de salir de el departamento gracias a el lamborgini. Se que no debería darle importancia ya que todo el tiempo me pasa pero no puedo evitar quedarme pensando en el suceso anterior. No puedo dejar de preguntarme el qué, por qué, y quién. Algo me dice que conozco a la persona que iba conduciendo.

Para olvidar el incidente pasado tan pronto llego al departo tomo baño con todo incluido espuma, sales, aroma a lavanda para relajar. Perfección pura.

Prendo el radio y escucho la música sin prestarle atención. Es uno de esos momentos en el que sientes el ritmo, te encanta lo que escuchas pero no le prestas atención ya que estas relajado escuchando los efectos musicales. La música me transporta a otro lugar. Si no fuera modelo creo que seria bailarina.

Dedico este tiempo a relajarme de todo. La presión del trabajo, mi familia, el coche, la prensa, las apariencias, de todo lo que no soy yo.

Es difícil mi trabajo, más sin embargo lo amo. Nunca recibimos de gratis lo que más nos gusta.

A veces quisiera alejarme de todos sin decirle a nadie. Mudarme a una isla y vivir sin que nada me importa pero luego recuerdo que la vida es una lucha constante y debemos luchar por lo que queremos.

Muchas veces me preguntan si soy feliz y yo digo que si, miento. No soy infeliz por mi trabajo, al contrario es lo único que me da felicidad pero a veces desearía tener un día de normalidad. Un día en el que no me importe nada. Un día en el que pueda disfrutar de la vida sin pensar en las consecuencias. En el que pueda amar intensamente sin pensar en el mañana. Un día en el que pueda creer en el amor.

La ModeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora