Capítulo 14•∆ ∆•El más doloroso entrenamiento•∆

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Pasaron los días y...
Entrenarán en el castillo de Lucifer en la parte baja del castillo, era casi oscuro solamente iluminado por cuatro velas en las esquinas del cuarto, Balaam estaba esperándolos ahí con una pequeña espada y con la armadura no tan resistente de James.
Los demonios procedieron a poner el entrenamiento dicho diciendo- hoy comenzarás en tu modo humano contra tres almas en pena son algo fuertes para tu modo humano, si vemos que estás mal te ayudamos ok? Astaroth procedió a invocarlas, aparecieron e inmediatamente comenzaron a atacar a James, él solo sabía que tenía que derrotarlas trató de usar sus llamas para quemarlas pero no podía, trataba de decapitarlas pero no podía por un momento creyó que eran indestructibles pero escuchó murmurar a Balaam-"el chico no sabe que perforandole el lugar donde va el corazón logrará ganar", James intentó eso pero era una trampa más bien las hacía enojar, las tres le dieron golpes repetitivos dejándolo algo cansado, comenzaba a enojarse y incrementar su poder su brazo con el que manejaba la espada comenzó a encenderse y la espada también, atacó a las almas y logró matar una luego escuchó a Beelzebub decir-¡No pierdas el control James, controla tu poder demoníaco y llegarás a superar a tu padre!, James escuchó eso y se concentró más y logró controlar un poco eso siguió dando ataques de velocidad y confundiendo a las almas, pero algo muy raro pasó, las almas restantes se convirtieron es demonios de bajo poder, sea como sea tendría que derrotarlos pero eran muy fuertes para su modo humano, ahora tenían largas garras y brazos fuertes, dientes filosos y una piel rojiza que asusta a cualquiera, James deberá tomar una rápida decisión porque le podrían dar una fuerte paliza, lo que hizo fue encender su cuerpo en llamas poniéndolo a las más altas temperaturas posibles, atacó con todo lo que tenía y logró elimar otra, los demonios estaban algo sorprendidos por como atacaba y los planes que ideaba para atacar pero sus ataques no eran muy rápidos en comparación de cuando usa su cuchillo, James estaba cansado, no podía enojarse porque perdería el control y retenía su poder luego escuchó a Astaroth-¡Respira hondo y déjate llevar, sin perder el control!, James pensó que era ilógico pero lo intentó, su velocidad era más, su fuerza también y todo cambió, derrotó el demonio y después soltó su espada cuando tocó suelo recibió un golpe en la cara de Azazel diciendo-¡Es mi turno!...

A tres pasos del infierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora