DE AMOR Y OTRAS DROGAS

ANTHONY STARK

Anthony Edward Stark, era un joven pródigo, hijo del empresario Howard Stark; tras graduarse con honores del MIT, donde concluyó su carrera como ingeniero, y negándose a tomar las riendas de la empresa todavía.

Se dedicó a divertirse mientras trabajaba en Industrias Pym, a lado del bioquímico Hank Pym, quien estaba llevando un inusual proyecto de investigación de partículas subatómicas, así como proyectos de cibernética e inteligencia artificial.

Todos los días sin excepción alguna, podía escucharse AC/DC en el laboratorio, donde el joven Stark, se dedicaba a inspeccionar los proyectos de inteligencia artificial y elaboraba pruebas de los mismos, sin dejar de coquetear claro, con las diferentes científicas y doctoras del área, en especial, con la hermosa Hope Pym.

-oh..dios!!!..más fuerte Tony!!!- jadeaba la pelinegra, con las piernas entrelazadas a la cadera del moreno, mientras que la sujetaba de la cintura para sentarla sobre una bocina la cual vibraba al ritmo de Black in Black, mientras esperaban los resultados de unas pruebas.

-Siente eso- Le sujetó firmemente mientras embestía con más intensidad

-wooo....wow!! no deberíamos de hacer esto, mi padre..aghm!!! .... está allá afuera- por más que ella quisiese resistirse le era imposible, contra los expertos labios del contrario

-no nos va a ver- inquirió en tono pícaro

-no se porque eres tan sexy, Tony-más sus labios fueron callados por un salvaje beso, que terminó recorriendo su cuello, hasta llegar a la clavícula -e..espera mmmgg...agh!!!!- el resto de su bata cayo al piso, al igual que su móvil, el cual se marcó automáticamente

Mientras tanto, el Dr Hank, se encontraba reunido con nuevos inversionistas, donde les exponía el porque debían de invertir en Industrias Pym; más su discurso fue interrumpido por la llamada entrante de su hija.

-Discúlpenme un momento- se excusó para llevar el móvil a la oreja y girarse hacia la proyección, más sin embargo su rostro se fue descomponiendo al escuchar los jadeos de Hope, clamando por más intensidad de Stark.

Salió de la sala siendo una fiera, siendo guiado por la IA de su móvil, hasta encontrarlos.

-Eres un mal nacido Stark!! Largo de aquí hijo de perra!!!-

Los gritos de un muy molesto Hank, resonaban por todo el corredor, aunado al ruido de objetos quebrarse y golpear contra el muro; acto seguido un muy divertido castaño salía corriendo mientras se quitaba la bata, y limpiaba su labio ligeramente sangrando

-En qué demonios estabas pensando Hope?! Cómo se supone que vuelva a confiar en ti?!-

Estos y más gritos iba dejando detrás, cuando el sexy acento extranjero de una becaria de tez blanca y cabello cobrizo llamo su atención, haciendo que girara sobre sus pasos.

-Sabes, en Stark Industries ofrecen mejores beneficios para becarios y muchos mejores equipos, que, bueno la tecnología de aquí no se compara-

-En serio?- los ojos castaños se giraron a ver la moreno-ah, gracias-

-puedo conseguírtelo nena- una pícara sonrisa se dibujo en su rostro, mientras sacaba una pequeña tarjeta holográfica -si tu quieres- ocasionando que la chica riera ante el acto

-oye, te encuentras bien?- sus suaves manos acariciaron su labio

-oh si, no es nada- relamió sus labios -dame tu número hermosa y te llamo en cuanto lo tenga-

-ahm-

-cuál es tu nombre?- sus ojos recorrían el cuerpo de la chica que tenía frente a él

-Wanda, Wanda Maximoff-

-pero que hermosos ojos- exclamó excitado

Pero la atención de ambos, fue captada por una muy molesta Hope, que reñía con su padre, hasta que el Dr Hank, divisó al joven por el rabillo del ojo

-TU!!! NO VUELVAS A PONER UN PIE EN MI EMPRESA!!! MALDITO!!!- el siempre calmó Dr Pym se dejó ir contra él, siendo detenido por varios colegas

-descuida, se que me llamarás, con esta tecnología de segunda no llegarás lejos viejo-

-TE VOY A MATAR!!! ERES UN MALNACIDO AL IGUAL QUE TU PADRE, STARK!!-

-pero no te preocupes, disfrutaré ponerte en espera, me gusta como parpadea la lucecita- le guiño un ojo sonriendo triunfante, ante la asombrada mirada de Wanda, para luego salir del laboratorio, cuando Hank se libró del agarre para ir tras él

-Wanda!!! 212 556 78 96!!!- Gritó sonriente

*****

Esa noche, en la residencia Stark, se llevaba a cabo una de esas escasas cenas familiares, a las que Tony odiaba asistir, pero la cariñosa insistencia de su madre le hacían acceder, preparándose mentalmente de tener que tolerar no solo a su padre, si no también a su hermano Gregory.