Tú x Yo x Él

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"Ofrecer amistad al que pide amor es como dar pan al que muere de sed"

Ovidio


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Las cosas cambiaron de repente. Habían pasado varios meses desde que todos se reunieron nuevamente en ese colorido archipiélago en donde un día pensaron que terminarían sus sueños.

Al volverse a ver, Luffy y los demás crecieron de diferentes maneras y a su propio estilo. Los años que permanecieron alejados fueron aprovechados a lo máximo para su propio progreso. El cambio se vio evidente en sus rostros llenos de confianza y en la transformación que tuvieron en sus propias apariencias.

La tripulación de los Mugiwara había vuelto al mar.

Pero...

Él tuvo el tiempo suficiente tiempo al igual que sus amigos, y el único cambio que pudo obtener en ese tiempo, fue el vuelco irreversible de su estúpido corazón. Los días pasaban y veía más grande la brecha entre todos comparados con él, pero no le importaba, porque, en los meses posteriores que compartió nuevamente con ellos, sus sonrisas eran lo único que valía la pena.

Durante esos largos años, tenía algo, ¡alguien! a quien estuvo esperando por más tiempo del que podía recordar, y actualmente era muy feliz porque estaba junto a él. Lo tenía para él.

No podía pedir nada más en ese momento.

Por primera vez en su vida, todo era completa felicidad.

Habían partido de Punk Hazard con un nuevo destino en mente, "Dressrosa". El clima invernal había cambiado violentamente a uno veraniego, siendo un cambio demasiado drástico para ellos; pero estaban en el nuevo mundo y sabían que cualquier fenómeno extraño podía esperarse de este.

A pesar de todo, la alegría nunca abandono el ambiente y esto era debido al ingreso temporal de nuevos miembros a la tripulación, aunque uno de ellos fuera un simple y repulsivo rehén.

Sin marinos alrededor y con el clima estable por días, podían sentirse en paz y relajarse por completo.

Cuando las manecillas del reloj iban a marcar la hora más alta de la noche, Sanji continuaba con su trabajo de manera exhaustiva para poder culminar con sus labores diarias. Cabello alborotado, piel brillosa, cigarrillo extinto entre los labios, sin duda Sanji estaba hecho una mierda.

Con las mangas recogidas hasta los codos, Sanji apretaba los dientes mientras sujetaba una pila de platos sucios y los trasladaba al lavado. De reojo su iris azul inspecciono todo su alrededor, y parecía que su trabajo no tendría fin.

MI MÁSCARA  [LawSan/ZoSan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora