Cuidando un huevo

Somos padres

Otro aburrido día en la escuela se hacia presente pero por suerte, sólo faltaba unos minutos para que toqué el bendito timbre de salida.

La maestra estaba explicando algo antes de que terminen las clases pero Marinette no le daba atención, sólo miraba fijamente al chico que estaba sentado delante de ella; aquel chico que siempre tenía buenas intenciones, que estaba dispuesto a ayudar a cualquiera y ser tan valiente como para ser amigo de Chloe Bourgeois, aquel chico del que ella se había enamorado, aquel chico que ése día lucía triste en toda la mañana.

No sabía que le pasó, lo único que pudo oír cuando Nino le pregunto que pasaba, la respuesta del rubio fue "problemas con mi padre".

Marinette no sabía como eran los sentimientos del hombre por perder a su mujer de un día a otro pero no le gustaba que sea tan estricto con Adrien.

Ella admiraba al padre de Adrien pero si lo tenía frente a ella, le diría sus verdades de como llevarse con Adrien.

El chico se volteó y le dedico una pequeña sonrisa.

-Espero serte útil. - dijo con sinceridad y ella sonrió nerviosa.

Era tan lindo cuando sonrei... un momento ¿serle útil en qué?

-S-si, n-no te p-preocupes. - habló con los nervios de puntas al no saber que pasaba.

Adrien asintió y volvió a mirar al frente mientras Marinette miraba a su amiga, en búsqueda de ayuda.

-La maestra nos asignó en pareja de a dos para cuidar un huevo como si fuese nuestro bebé por una semana y a ti te tocó con Adrien. - explicó la morena.

-¡¿QUÉ?!- grito la azabache.

-¡Marinette! Se queda después de clases. - la sentenció la maestra mientras Marinette que se había parado al gritar, volvió a tomar asiento mientras miraba a Adrien con un ligero rubor.

Ellos dos serían pareja por una semana en la que tendrían que cuidar un huevo como si fuese su hijo.

Ése era el mejor día de toda su vida.

La maestra se puso a repartir los huevos (los cuales tenían su firma por si alguien lo quería reemplazar) a las parejas.

Adrien tomó el huevo y se giró hacía Marinette, para mostrarle una gran sonrisa.

-Supongo que ahora somos padres ¿verdad?

Y la ojiazul asintió, feliz como nunca antes.

Ésa sería la mejor semana de toda su vida.
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¡Hola!

Y aquí está una historia dedicada a Key2552.
Aquí la historia que pensé en esté poco tiempo, espero y sea de tu agradó.

Espero que les haya gustado el inicio.

Gracias por su tiempo.

Volveré...