Cuidando un huevo

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Marinette estaba siendo guiada por Nathalie en la silenciosa mansión Agreste, a la habitación de Adrien.

La chica no podía evitar sentirse algo nerviosa y no por que era la primera vez que estaría en la habitación de Adrien (sin que él corra peligro) más bien estaba nerviosa por los gritos que se oían.

Nathalie abrió la puerta y se vio a los dos Agreste teniendo una discusión.

-¡Por favor Adrien, ¿en verdad crees que soy tan idiota como para creerte?! - grito el mayor de los dos.

-Pero padre, es verdad. - se defendió el pobre chico.

-¡No me pongas ésas escusas bara...

-Señor Agreste. - La mujer interrumpió la discusión y el hombre se volteó para verla a ella y a la asustada azabache.

Gabriel suspiro profundo y se fue, no sin antes darle una mirada de desprecio a Marinette.

-Con permiso. - Nathalie también se fue, dejando a Marinette en un silencio incómodo mientras Adrien parecía refregarse los ojos.

Sabia que Adrien tenía problemas con su padre pero no sabía que era hasta ése punto.

Comenzaba a perder la admiración que sentía por el hombre como diseñador.

-¿Estás bien? - preguntó preocupada y luego de dar un gran suspiro, Adrien se volteó a verla con una sonrisa que hizo que ella se preocupe más.

Siempre lo veía sonreír así entonces ¿cada cuanto fingia estar bien?

-No te preocupes, no es nada. - dijo lo más amable posible mientras la chica se acercaba y sacaba al huevo de su mochila junto con una hoja.

No sabía lo que pasó pero era mejor no seguir hablando de éso si él no quería.

-Bueno, según las cosas que nos asignó la maest...

Guardó silencio al ver como Adrien parecía pálido.

-¡¿Estás bien?! - se acercó preocupada pero él la evadio para tomar el huevo y abrazarlo.

Ella lo miró confundida mientras que él parecía ¿enojado?

-¡¿Trajiste a nuestro hijo encerrado en tu sucia mochila?! ¡¿No tienes corazón?! ¡Mala madre! - le reclamó mientras ella lo miraba sorprendida.

¿En verdad Adrien Agreste le acababa de decir todo éso por un huevo?

Definitivamente ya vio todo en está vida.

La chica suspiro profundo y se acercó a ellos.

-Ya, lo siento, no lo volveré a hace... un momento ¡Mi mochila no está sucia!

-¡Si lo está! ¡Mala madre!

-¡Se acabo, dame a mí hijo que nos vamos de está casa!

-¡No! Mia se queda conmigo.

Los dos se miraron por un rato y estallaron en carcajadas, aliviado el ambiente incómodo de hace rato.
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Luego de jugar por un rato más, se pusieron algo serios y ahora Adrien veía impaciente como Marinette le dibujaba un rostro al huevo.

-Se tiene que parecer a mí. - exclamó mientras se acariciaba la barbilla y asentía con orgullo.

-Lo siento pero no voy a dejar que mi hijo se tiña el cabello. - dijo con una sonrisa y él la fulmino con la mirada.

-Estás adentrandote a una zona muy peligrosa Dupain.

-Listo.- festejo ella mientras le mostraba como le dibujó los ojos verdes como los de Adrien, una pequeña sonrisa como la de ella y un par de pecas mientras que de cabello, le pegó un hilo negro.