Cuidando un huevo

Declaración

La noche había llegado y Marinette estaba en su habitación, triste al recibir a Adrien y Nino suplicando perdón por la muerte de Louis.

Definitivamente Adrien y ella iban a reprobar pero no se preocupaba ya que pudo conocer un poco a su amigo y sus raras fasetas.

-Bu.

Por la ventana una silueta se asomó y Marinette arquero una ceja al saber quien era.

-¿Qué haces aquí? - preguntó mientras Chat noir pasaba ya que la ventana estaba abierta.

-Vengo a... investigar. Verás, según mis fuentes gatunas de espionaje, me dijeron que le dijiste a Adrien que te gusta Luka mientras que a Luka le dijiste que te gusta Adrien ¿Por qué mientes? ¿Quién te gusta en verdad? - fue directo con su pregunta y la azabache se sorprendió.

¿De dónde averiguó su compañero de batalla éso?

Bueno, sea de donde sea que lo sepa, se estaba metiendo en la vida de Marinette, una civil y ella debía dejar en claro que no debia hacer éso jamás.

La azabache se acercó con una sonrisa y un ligero rubor.

-Yo... les mentí, ninguno me gusta actualmente. Es sólo que no les podía decir quien en verdad me gusta por que... es un amor imposible que nadie debe saber. - explicó mientras la curiosidad del felino sólo aumentaba.

-¿Yo tampoco? Sabes que puedes confiar en mí, digo, soy el héroe que salva a París todos los días, te salvó a ti; puedes confiar en mí ¿verdad? - dijo el héroe, abusado de su título y Marinette miró hacía abajo, de manera tímida.

-Es que...

-¿Qué? - preguntó ansioso por la respuesta.

Posiblemente sólo sea curiosidad felina pero quería saber quien era la persona que debia golp... ¡Quien era la persona que le gustaba a Marinette! Si, éso, no tenía intenciones ocultas ni nada por el estilo.

La azabache suspiro profundo y levantó la mirada, estando cerca de su amigo.

-Está bien, te lo diré. Quien me gusta en realidad a mí... eres tú.

El felino abrió sus ojos con sorpresa.

Su rostro no sabía si debía sonrojarse o palidecer.

¡¿Le gustaba a Marinette?!

La azabache de su expresión sería, se tapó la boca con una mano y empezó a reír sin control.

-¡Jahahahahaha!

El rubio ahora si quedó pálido.

¿Por qué se estaba riendo?

-Un momento, ¿acabas de hacerme una broma para ver mi reacción? - preguntó con el ceño fruncio y ella lo miró con ojitos tiernos mientras ponía su dedo índice sobre su mejilla.

-¿Me crees capaz de hacer éso? - preguntó con inocencia mientras se aguantaba la risa.

Chat noir gruño molestó y se fue antes de que ella vuelva a reír.

Definitivamente, Marinette lo confundía como nadie más.
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Al otro día, antes de que empiecen las clases.

Adrien el cual tenía un poco de ojera estaba sentado en su lugar.

Luego de meditarlo toda la noche, supo que quien le gustaba a Marinette en verdad, era él.