LA AUTORÍA DE LAS DECISIONES
Esther Ruiz Saldaña
¿Son nuestras decisiones creadoras de las circunstancias? ¿O son las circunstancias creadoras de las decisiones? El delicado balance entre nuestro poder de decisión y nuestra dependencia de las circunstancias ha sido fuente de inspiración constante para autores, científicos y filósofos. La pregunta, que existe desde que el hombre tomó consciencia de sí mismo, encierra una gran inquietud: ¿Qué tanto poder tenemos sobre nuestro destino?
La afamada investigadora Sheena lyengar ha dedicado buena parte de su vida profesional al estudio de las decisiones, llegando a la conclusión que no solamente se trata de resultados de un impulso o un deseo racionalizado, sino como elecciones apoyada en nuestros deseos, y al mismo tiempo, en un conjunto de situaciones del pasado y presente sobre las cuales no tenemos control alguno.
Su misma vida podría ser objeto de estudio: hija de inmigrantes sihks en Estados Unidos, fue criada en una familia cuyas conservadoras costumbres eran muy diferentes a las del país en el cual crecía. A los 13 años pierde a su padre a causa de un infarto, y para los 20 tanto ella como su hermana pierden la vista debido a una enfermedad hereditaria.
Al llegar a la mayoría de la edad, y en lugar de elegir otras carreras que su familia hubiera preferido, decide consagrar su vida a la investigación, particularmente al estudio de las decisiones en nuestra vida. Se vuelve exitosa, viaja, aprende y enseña que su enfermedad no es obstáculo para su realización personal. Podría pensarse que esto es prueba irrefutable de que nuestras decisiones dirigen nuestra vida, pero entonces, como la misma investigadora lo confiesa, aquí y allá se asoman circunstancias que ponen en duda el control que la persona tiene sobre la vida. En el caso de la investigadora ¿Habría decidido estudiar el poder de las decisiones si su vida misma no hubiera estado moldeada por el azar? ¿Qué cambios se ocasionaron en su carácter al crecer en un país diferente al de sus padres? ¿Qué peso tuvo la muerte prematura de su padre en su deseo de observar como las circunstancias moldean nuestras decisiones?
Rasgos de su vida profesional y personal son producto directo de sus decisiones, al igual que otros rasgos, como su enfermedad o la pérdida de su padre, son producto directo de aquello inexplicable que llamamos destino, y aunque pareciera que una cosa no tiene nada que ver con la otra, en realidad ambas parecieran alimentarse la una a la otra: un evento fortuito, como crecer en una cultura diferente, influenciaron su personalidad, pero había sido ella al final quien había decidido tomar características de una y otra cultura para moldear su carácter, el cual a su vez cambió al momento de sufrir pérdidas que no fueron producto de su elección, para luego decidir encauzar conscientemente eso nuevo que aprendió gracias a los eventos fortuitos. Para intentar visualizar esto, podríamos tomar el ejemplo de las matrioskas, las tradicionales muñecas rusas de madera, que al abrirlas encierran una muñeca más pequeña, que a su vez contiene una más pequeña y así sucesivamente. Dentro de cada decisión hay una circunstancia producto de la fortuna, y dentro de cada circunstancias producto de la fortuna hay una decisión. Se podría decir entonces que somos el delicado balance entre lo que nos pasa, y lo que hacemos con aquello que nos pasamos. Transitamos un camino donde aparecen obstáculos inesperados, pero una vez que han aparecido, se vuelve nuestra decisión de qué manera sortearlos o vencerlos.
Las circunstancias tienen poder sobre nosotros, sí, puesto que aparecen aún si haberlas llamado. Pero he aquí lo interesante: una vez que han aparecido, somos ahora nosotros quienes tenemos poder para trabajar en ellas, como si nuestra voluntad y la suerte jugaran un juego en donde el liderazgo cambia entre una y otra. Las circunstancias nos moldean hasta que nosotros decidimos moldearlas a ella.
Quizá es arriesgado decir que somos dueño de nuestro destino: todos tenemos suficientes eventos fuera de nuestro control como para apoyar dicha teoría; podríamos decir que somos presa del azar, como una hoja de papel flotando, y sin embargo la cantidad de errores y aciertos de los cuales somos completamente responsables probarían lo contrario. Entonces ¿Qué somos? ¿Quién es el autor de nuestras decisiones? ¿Quién es el autor de nuestras circunstancias? Es aquí donde cada uno puede meditar hasta llegar a su propia conclusión, la cual vendrá a ser formulada en parte por su propio razonamiento y decisión, y en parte por todas las circunstancias que lo han hecho pensar de la manera cómo piensa. Y es así como, incluso algo tan cotidiano como pensar, es un eterno vals entre lo que nos sucedió, y lo que hicimos que sucediera con aquello que pasó.
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LA AUTORÍA DE LAS DECISIONES
NonfiksiQuizá somos autores de nuestras decisiones, quizá son las circunstancias las autoras de nuestras elecciones.