6. Decisiones

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-Wow no pensé que fueras tan amigable  -hay no, que había hecho. En ese momento me sentía la persona más estúpida de todo el mundo. Sabía que esta no había sido una muy buena idea. Lo mire con mala cara y lo solté de inmediato.

-No lo soy  -respondí enojada tirando el cartel al piso.

-¿Qué es eso de abrazos gratis?  -

-Nada que a ti te importe  -vi como Lu y Mick me veían hablando con Lewis, Mick se iba a acercar pero Lu lo detuvo; puse cara de *ayúdenme*.

-Pues me acabas de abrazar… me gusto  -dijo con una sonrisa pícara en el rostro.

-Lastimosamente para ti no se volverá a repetir ni en tus más profundos sueños  -empecé a caminar hacia otro parque que no estaba muy lejos de donde me encontraba.

-Espera ¿a dónde vas?  -pregunto Lewis alcanzándome.

-Kety  -dije empezando a caminar más rápido.

-¿Qué? ¿Cuál Kety?  -pregunto, que estúpido.

-Que te importa  -dije empezando a correr hacia el parque que antes ya había divisado, por desgracia Lewis no se quedó atrás. Corrí lo más que pude pero luego de un rato me canse y me senté en un columpio que había en el parque; Austin se hizo al lado mío recostado a uno de los soportes del juego.

-Esa estuvo buena  -no le respondí, empecé a balancearme en el columpio pero el poco seso de Austin me detuvo por detrás.

-¿Porque te haces la difícil conmigo?  -pregunto hablándome al oído, como me molestaba que hicieran eso.

-No me hago, así soy  -dije un poco fastidiada.

-No lo creo… tal vez te gusto pero no lo quieres aceptar o tal vez sientes algo por mí pero no sabes que es  -como lo detestaba.

-Ni lo uno, ni lo otro  -me pare del columpio y me senté en una banca que estaba muy cerca de este. Lewis como perrito me siguió y se sentó a mi lado, por desgracia.

-¿Porque no eres como las otras chicas que se interesan en mí?  -pregunto haciendo cara de dolido.

-Por si no lo has notado, yo no soy como las demás  -le di la espalda y mire hacia otro lugar.

-Tienes razón lo siento  -dijo tomando mi mano, la retire de una y lo mire como si se hubiera vuelto loco.

-Que solo quería disculparme  -dijo haciendo pucheros.

-Como sea  -dije volteando los ojos. Austin puso una mano en mi rostro muy delicadamente, yo lo mire con cara de *este tipo cada vez está más loco*.

“Ni que lo digas”

Te habías demorado en aparecer *Pequeño monstruo*.

“Llámame *Pequeño Lewis* ¿me extrañaste?".

Ni en mis sueños te extrañaría. Me di cuenta de que mientras hablaba con *El peño Lewis*.

“Gracias”.

Si como sea; Austin se estaba acercando a mi muy lentamente, creo que quiere besarme.

“No me digas”.

Amo tu sarcasmo. Me incorpore de la banca muy rápidamente y lo mire muy exaltada.

 -¿Que sucede?  -pregunto, como si lo que estaba por hacer se lo hubiera permitido.

-¿Que ibas a hacer?  -pregunte aunque ya era obvio, pero  lo quería escuchar de su boca.

-¿Qué? no dijiste nada y solo me mirabas, así que asumí que…  -lo interrumpí.

La Belleza No Lo Es TodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora