JeongIn.Tal vez signo de mi perdición en plena clase. Joder.
Extrañamente surgía en mi mente su rostro, su sonrisa, sus ojos al momento en el que accionaba alguna mueca burlona o algo por el estilo.¿Acaso me estaba auto saboteando por la curiosidad de querer conocerlo mucho más?
— ¿Señor Hwang? — preguntó el profesor. Rápidamente dejé de jugar con el lápiz y volví mi mirada a él. Mis compañeros permanecían atentos a mí.
— ¿Eh? — susurré. Tensé la mandíbula. Y casi por inercia empecé a titubiar : — ¿S-sí profesor?
— ¿Puede hacerme el favor de explicar lo que estaba diciendo? — tragué saliva y asentí detenidamente. Rasqué mi nuca como signo de nerviosismo.
— emmm...— mantuve la mirada baja tratando de adivinar el tema en general,mas no podía hacerlo. Mi cuaderno estaba en blanco: no había anotado absolutamente nada como de costumbre solía hacerlo.
El profesor vino con unos libros en mano y los tiró bruscamente en mi carpeta haciendo que sobresalte :— una vez más y sale del salón
Asentí detenidamente.
Prestar atención a la clase era algo complicado. Y a pesar de ello, no podía pasar más vergüenza que la de antes.
Y si volvía a ocurrir, probablemente el profesor llamaría a mi madre.Joder, qué difícil...
«...»
La clase fue muy aburrida,no me gustaba hablar de historia ,aún así aprobaba los exámenes y quedaba entre los cinco primeros puestos en las malditas pruebas.
¡Como decía! Me dirigí a casa,aún perdido entre mis pensamientos, cuando instantáneamente veo a un chico parecido al del receso.
« JeongIn»
Murmuré para mí mismo.
me quedé parado unos poco segundos hasta que de la nada, como si fuera una obligación correr para llegar a unos pasos atrás de él.
— ¡Hey JeongIn! — dije agitado tratando de recobrar el aliento entre tantos jadeos.
Volteó con una seriedad, la cual no había forma como cambiarla a una sonrisa.
Incliné la cabeza como si se tratara de un cachorro adivinando lo que su amo le pide. — ¿Hum?— No quiero ir a casa solo — Sonreí tratando de sonar amablemente sincero a él.
JeongIn me miró con un poco de desagrado tal vez... :— te acompaño a casa. No sería un problema hacerlo.— Me gustaría, pero no deseo compañía,de todos modos gracias — dió un giro completo y siguió con su camino, como si se tratara de haber visto a un idiota hablarle.
— ¿Entonces te gustaría hablar? — dije tratando de animarlo a entablar una conversación.
Parecía imposible.— Júntate con chicos igual a ti .— bajó la mirada, tratando de esquivar la suya. — Lárgate.
Me quedé parado tan dramáticamente. Como si fuera un día lluvioso y mi amada me dejara. ¡Sí! Estoy seguro que ya saben a lo que me refiero.
Bajé la mirada e hice puños por la molestia que llevaba. O tal vez frustración.
Algo que odiaría en mi entera vida es que me rechazaran, aunque nunca pasaba pues no era nerd en lo absoluto.
Particularmente era el típico chico normal y corriente, con un grupo de amigos.
«...»— Hey... — Felix me saludó con un abrazo al llegar a mi casa.
Estaba aburrido, mamá estaba en el trabajo y yo no quería estar sin hacer nada.
Así que llamé a Felix para hacer cualquier estupidez con tal de no estar solo.— Llegaste un poco tarde. — dije con molestia. Felix bufó y me dió un golpecito leve en el brazo.
— La vecina nuevamente con los gatos. — se encogió de hombros.
— Creí que había muerto. — fruncí el ceño.
La anciana parecía ser inmune a la muerte. Estaba seguro que tenía cien años y seguía de pie.Ambos nos sentamos en los sofás de la sala. Tomé el control para elegir una película de Netflix o algo por el estilo. Felix parecía sereno a esta idea.
— Pondré una película si no te importa. — rápidamente Felix asintió sin vueltas ni rodeos.
Me concentré en buscar alguna buena. Realmente lo único que veía eran series y más series puesto que odiaba las historias cortas.— Hyunjin — soltó repentinamente Felix. Con un tono pasivo.
— ¿hum? — asentí sin mirarlo al rostro.
— Mírame...— me tomó del mentón. Indicando que siguiera mis ojos a los suyos. Parecía una pregunta o algo serio.
— ¿Bien? — dije confuso frunciendo el ceño. Felix dió un suspiro.
— Si me dijeras que te gustan los chicos...
— no digas estupideces. — rápidamente volví mi vista al televisor. Felix bufó y nuevamente repitió la misma acción de antes. — Joder, ¿Qué sucede si me gustarían?
— ¿Serías feliz con ese gusto? Digo, ¿Te sentirías miserable?
— Supongo. — me encogí de hombros. — sería raro. Tal vez no comprendería mis gustos a diferencia de los demás. — bufé. — ¿Por qué preguntas?
— Algo que se me pasó por la mente. Muy estúpido...
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Defenceless 𝗛𝘆𝘂𝗻𝗜𝗻 [𝗘𝗱𝗶𝘁𝗮𝗻𝗱𝗼]
RomanceEl deseo hizo débil al ángel, a diferencia del hombre, él sonreía y resplandecía el corazón del ángel a pesar de que aquello no iba a ser perdonado. ¿Qué pasa si un ángel comete un error en su misión? Pobre ángel, es tan indefenso, débil, que podrí...