»Capítulø 2»

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—Buenos días, mamá. —Soltaba un bostezo mientras este le daba un saludo a su madre y esta le desvolvió con una sonrisa.

—Parece ser que hoy si te despertaste mejor, mi amor.—Dijo su madre alegre al notar a su hijo mejor que todos esos días que había bajado siempre con una cara larga.

—Ahora que lo pienso. Si. Pude dormir bien.— Le dio una tierna sonrisa mientras empezaba a comer su cereal.

—¿No crees que ya debes cortarte el cabello?— Argumentaba la señora de edad. Se dirigió a la cocina y empezó a lavar unos que otros trastes. Mientras miraba de reojo al castaño oscuro.

—¿Eh?— Vacilo un poco para luego sonrojarse y tocar su flequillo.— No lo sé ma. Me gusta este corte.

—¿O sera que a una chica le gusta ese corte?

—¡Mamá!—Se paro avergonzado de la mesa llevando la tasa donde los trastes sucios.— Sabes muy bien que ninguna chica de la escuela se encuentra interesada en mi.

—No necesariamente tiene que ser de tu escuela.— Sonrió ampliamente, haciendo que este se avergonzara mas.— Por cierto. ¿Quien te regalo aquellos dibujos?

—¿¡Los viste!?—Cada vez sentía que su cara se transformaba en un tomate viviente. 

—Perdón. Pero tenia que limpiar tu habitación mientras dormías. Si no, nunca lo harías tu. —Lo miro un poco molesta mientras esta vez empezaba a caminar hacia la sala para acomodar el sofá que había desacomodado el gato de su hijo primogénito.

—Y...¿Que piensas?— Intento decir pero se sentía súper avergonzado por eso. Nunca había hablado de cosas así con su madre.

—¿Que pienso de que?— Lo miro confundida.—¿De los dibujos?— Este asintió lentamente. Ella suspiro y se acerco a el para acariciar su mejilla.— Quien sea. Parece ser que te esta agarrando cariño.

El sólo sonrió leve y llevo su rostro a otro lado para evitar la mirada de la mujer que mas quería en ese mundo.

—Ahora. Se puede saber ¿porque no te haz vestido para ir a la escuela?— Si no fuera por el flequillo, hubiera demostrado unos ojos grandes y con una mueca de pánico. Su madre río divertida al saber que se le había olvidado que aun era día de semana y no había llegado todavía el fin. Este salio corriendo a la segunda planta—Si te da otro dibujo. Pídele matrimonio.

Un grito se escucho de la segunda planta.—¡Mamá, por favor!

Río con ganas al escuchar el grito del joven adolescente quien se encontraba súper asustado de llegar tarde.

»♠♠♠»

—¿Porque llegas a esta hora?— Le regañaba el de cuencas al chico del flequillo quien se encontraba casi dormido en su mesa. Por la corrida que había hecho de su casa hasta la escuela lo había agotado ni siquiera le había dado tiempo de poder agarrar el metro.

—Ya te dije. Porque perdí el metro.— Bufo aun cansado por ni siquiera querer responderle cosas coherentes al chico británico. No es que no quisiera decirle sobre lo de esa mañana con su madre o contarle sobre los dibujos pero, se encontraba súper cansado como para explicarle todo al de cabellos en punta y conociéndolo le iba a pedir mucha pero mucha información.

—¡Eso no justifica lo sucio que estas! ¿acaso te agarraste con unos perros de camino hacia acá?— Pregunto nuevamente sentándose junto al joven de cabellos marrones. El de cuencas quería saber el porque de su estado tan ¿sucio?

—Thomas Ridgewell.— Llamo y este hizo un movimiento como de saludo militar.

—Señor, sí, señor.— Decía sonriendo un poco.

-Pura casualidad. ♣Edd×tu♣→Eddsworld Au←Donde viven las historias. Descúbrelo ahora