CAP 2

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                   En casa de Celia

Nosotras tenemos una norma, de los viernes, hacer galletas de chocolate y no vale comprarlas, y siempre que las haciamos se nos manchaba la cocina entera, y si algún viernes alguna no puede, al día siguiente deben de estar un día entero juntas, sin separarse la una de la otra.

Entonces ese día las estábamos haciendo pero, había un desastre por limpiar como: El horno, la encimera y por último el suelo que ya estaba limpio pero otra vez a aspirarlo. Había crema, chocolate y pepitas por todos los sitios que uno se pueda imaginar.

Y mientras la hermana pequeña de 6 años ponía una peli en el dormitorio de Celia.
- Pienso- en la hora que no las compramos - Y mientras pienso esto me río como nunca antes lo he hecho , en ese momento no se que tenía de gracioso pero me estaba riendo y Celia mirándome con una cara de "¿que hace esta chica?", después se lo comenté y me dijo que estaba muy mal de la cabeza y nos pusimos a reír como 2 tontas.
- Es verdad era mejor haberlas comprado.
- Todavía estamos a tiempo.
-  Yo creo que no y deja de parlotear y más esto -Y señala a la bandeja azul que está enfrente mía.
Hago un movimiento rápido con mucho sigilo, cojo un bol de Nocilla y se lo echo encima. Se queda con una expresión que ni yo misma sabría identificar- Entonces se ríe e intenta hacer lo mismo que he hecho yo. 

MAS TARDE YA HABIAMOS HECHO LAS GALLETAS Y VISTO LA PELI.

Ana se fue a dormir claro ya eran más de la nueve y no podía estar tanto tiempo despierta.
- Hasta la semana que viene.
- Vale, oye, ¿Cuantos años llevamos haciendo esta tradición?
- Yo creo que desde que sabemos cocinar - Habla Celia entre susurros.
- Es verdad bueno yo ya me voy yendo.- Abro la puerta y me voy despidiendo de ella. Salgo a la calle y no se ve ningún coche, - Pienso - Normal ya hay que hacer horario de colegio , a mi me sigue faltando una semana para empezar. - Ya casi estoy en mi puerta y empapada hasta arriba  de la lluvia que está cayendo, y cuando voy a cruzar la calle para llegar me choco con un chico.
- Perdón no te había visto- Dice él echádome un vistazo de arriba a abajo.
- Si yo tampoco te había visto.
- Esque estaba tan distraído que ni te había visto, lo siento mucho.
- Bueno da igual cada día me choco con alguien, no es la primera vez que me pasa.
- Bueno aún así te pido otra vez disculpas.
- Y yo te digo otra no pasa nada.
- ¿Quieres que te compense por haberme chocado contigo?.
- De verdad que da igual.
- Y a mí más asique si quieres puedes venir conmigo solo como desconocidos que se acaban de chocar y no quieren nada, a un bar de aqui cerca.
En ese momento me rujen las tripas- Pienso- Mierda ¿porque en este momento?
- Parece que tienes hambre ¿Porque no te vienes y nos conocemos un poco?
- Bueno pero solo un poco.
- Genial ven, que te enseñaré dónde esta.
- ¿Adónde vamos?.
- A un bar, de aqui cerca que sirven las mejores comidas del universo.
- Me río.
Mientras hacemos el camino hay un silencio incómodo que yo decido romper.
- Bueno, ¿Y como te llamas?
- Alex ¿y tú?
- Alba
- ¿Sabes que esto ha sido una coincidencia bastante encantadora?, Además riman nuestros nombres,y ya estamos.
Es un sitio bonito y encantador con mesas redondas por todo el sitio y con una barra marrón a la derecha y taburetes de madera.
- Que sitio más bonito.
- Si es verdad.
- Bueno y ¿para que me has traído aquí a parte de para ligar conmigo?
- ¿Crees que te he traido solo para ligar contigo?, estás muy equivocada.
-¿Así?
- Si.
- Entonces no eres el chico que pensaba que eras.
- ¿Y qué tipo de chico pensabas que era?
- Uno que se choca con una chica solo para ligar con ella y llevarla a su casa donde estarán sus padres.
- ¿Con que clase de chicos te juntas tú?
- Con unos.
Y al ver que bajaba la cabeza y miraba al suelo se dio cuenta que esa no era una respuesta muy apropiada.
- Oye lo-lo siento.
- ¿Bueno cenamos?
- Si.
Nos sentamos en una mesa muy acogedora, con velas y flores en el centro, en un jarrón.
- Oye....¿ Me das tu número de teléfono?
- ¿Porque debería dártelo?, Si solo nos conocemos desde hace un minuto, que digo menos.
- Porque has aceptado venir conmigo, con un desconocido.
- Es verdad, lo reconozco , y por eso no te lo voy a dar.
- Bueno ya me lo darás a lo largo de la noche, y me voy al inodoro.
Me río , y mientras que se va al baño le doy mi número de teléfono en la servilleta y me voy tras dejar una propina.

Un amor inexplicable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora