Corrí entre la multitud, mis ojos derramaban lágrimas rebeldes y aún no sabía el “por qué”. Llegué al jardín trasero de la preparatoria, para ser específica, a un árbol verdaderamente hermoso, sus hojas verdosas brillaban a la luz del sol. Odiaba odiar aquellas inocentes hojas únicamente porque me recordaban a él, más bien, a sus ojos.Rendida, caí al suelo con mi espalda unida a aquel árbol, continuaba llorando y ocultaba mis ojos con mi extremidad izquierda —Brazo—.
—¡_____! —Oí a lo lejos— ¡Sé que estás aquí! —Una vez más volvió a gritar; reconocía su voz, Fer. Su paso acelerado me dió a entender que ya sabía donde me encontraba.—¿Qué ha ocurrido antes? —Cuestionó una vez a mi lado.
—No lo sé.. —Sollozé.
—Te has ido dejando a todos confundidos, como rocas.
—¿Por qué esos imbéciles no se ocupan de sus asuntos y sí de alguien ajeno?, no tenían nada que presenciar. —Fer rió levemente, mientras que yo, no le encontraba la gracia.
—Fué una escena bastante extraña en realidad. —Hizo una pausa—Karla Sans, la pe*rra más pe*rra de las pe*rras —Reí para mis adentros—haya.. besado a Carlos “Chico Malo” Marco , supongo que quería recuperar a su ex novio. —Me quedé congelada, ¿A qué se refería Fer con que Karla quería recuperar a su Ex novio?.
—¿Re.. Recuperar a su ex novio? —Farfullé entre lágrimas.
—Oh _____.. —Me rodeó con sus brazos — olvidaba que fuiste trasladada hace poco tiempo.. —Sequé mis lágrimas con delicadeza— Carlos y Karla fueron novios dos años.
& esa fué la gota que derramó el vaso. Ahora lo comprendía todo, las palabras de Karla antes de besar los rosados labios de Carlos “Sé que aún me amas Carlos ”, “Veamos si es verdad”. Mi pecho dolía, mis globos oculares se encontraban rojos e inchados, me sentía horrible.
—¿Quieres ir al cuarto de baño de la preparatoria para arreglar tu apariencia? —Sonrió comprensiba—luces horrorosa.
—También te quiero. —Dije sarcástica—está bien.. —Sollozé con una curva en mis labios.
Fer ayudó a que me levantara, con tranquilidad nos dirigimos al cuarto de baño —Evitando miradas— y al entrar me espanté con mi propio reflejo, si no fuera porque sé quien soy, me confundiría con un zombie. Lavé mi rostro y fuí a mi casillero mientras Jay retocaba su maquillaje. Retiraba mis libros de texto cuando su voz lo interrumpió todo, aquella voz que no quería si quiera oír.
.—Yo.. disculpa. —Musitó.
—¿Qué?. —Volteé— No tienes por qué disculparte Carlos . —Sonreí sínicamente.
—Escuchame. —Se oía más como una órden que una petición.
—No. —Dije en seco— Ahora lo siento pero debo ir a mi clase; permiso. —Musité evadiéndolo pero el muy idiota se interpuso en mi camino
— ¿Disculpa? —Hacía un gran esfuerzo por no derramar lágrimas nuevamente, hablar fué igual de difícil que hacer un ejercicio matemático.
—Lamento lo que ocurrió hace unos minutos. —Comenzó— No quería eso y.. —Lo interrumpí nuevamente.
—Carlos. Basta. —Contesté fría— Tú eres de esas personas que no se disculpan con nadie y hacen las cosas que quieren todo el tiempo
—¡¿Podrías dejarme hablar?! —Elevó la voz, se estaba enfadando.
—¡No quiero oírte! ¡¿Qué parte de eso no comprendes?! ¡No tienes que disculparte por nada, vete con Karla, me importa un mísero champiñón! —Fruncí el ceño— Llegaré tarde a mi clase, adiós. —Volteé rápidamente.
Carlos me hacía enfurecer fácilmente.Estaba diez minutos retrasada, el profesor de Español siempre ha sido injusto conmigo, es más, creo que me odia. Toqué temerosa la puerta e inmediatamente el viejo abrió
—Señorita Regit —Bajó sus lentes—Usted siempre tarde. —“Que lo atropeye un camión y que luego estalle un avión sobre su rostro viejo estúpido, nadie lo quiere”. Pensé
—Lo siento. —Me disculpé.
—Adelante y necesitaré su carpeta.
—Sí.. —Dije furiosa. Genial, dos faltas en un día, continuas.
Me dirigí al “Aciento del profesor” y deposité mi carpeta allí, dí media vuelta y divisé a Rafa por el fondo del aula, ya no era sorpresa verle en mis clases y ahora me alegraba estar con él, comenzaba a quererlo como un “Hermano mayor”. Avanzé hasta llegar a su lado y tiré mis libros de golpe—Llamando la atención de toda la clase, menos del profesor, era un estúpido sordo— y tomé aciento de mala gana.
—Esto de llegar tarde se te está haciendo costumbre. —Susurró Rafa a mi oído.
—Todo por Marco . —Dije furiosa, me había retrasado por su culpa, ¡Estúpido!.
La clase fué aburrida como siempre, tres llamados de atención y ahora voy camino a dirección, el profesor Sanders me había encontrado durmiendo placidamente, diablos.. como le odiaba. Mientras avanzaba por el corredor encontré a Carlos de espaldas, hoy definitivamente no era mi día. Intenté pasar desapercibida por su lado pero desafortunadamente me vió, tomó de mi muñeca y me atrajo a su cuerpo.
—¿Me dejarás hablar ahora? —Dijo con la mirada baja.
—Debo.. —Me interrumpió.
—No. Tú no debes nada, solo ésto.
Tomó mi mentón con su derecha y rodeó mi cintura con su extremidad izquierda, sabía mi debilidad, sus ojos.
—Karla fué mi novia dos años, cuando era reconocido en cualquier lugar. Me engañó con otro chico y no sentí nada cuando lo hizo, es más, me fuí de inmediato para darles el gusto. Desde aquel momento, supe que jamás la amé.. y ahora, gracias a tí que “cambié”, según muchos dicen, y vuelvo a ser “reconocido”, supongo que quiere usarme nuevamente. Pero ella no me importa en lo más mínimo —Susurró.
—Yo..
—Porque estoy interesado en alguien más.
Lentamente comenzó a acercarse a mi rostro y yo al de él, su respiración estaba agitada, podía sentirla chocar contra mí y provocaba una sensación cómoda en mi ser. Hasta que ocurrió, finalmente. Kendall unió nuestros labios en un suave beso, se amoldaron a la perfección, parecía que ambos labios estaban hechos para ser besados por el otro.. desearía que esto.. jamás terminara..
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AHHHHHHH ¡Se besaron por fin mierd* OMG estoy tan triste se me cristalisaron los ojos quiero llorar.
sunire un mini maraton de 3 capitulos