Prologo

4 0 0
                                    

Stefan's POV

Cuando tenía tres años mi madre estaba dando a luz a mi hermana menor en su cuarto, no había forma de llevarla al sanatorio a tiempo, después de un rato mi padre me dejo pasar.

Mi madre se encontraba en la cama, junto a ella se estaba acostada la bebe; de ella salía una luz azulina, realmente con mis tres años de vida jamás había visto un bebe así que era raro tener una tan cerca y que fuera de nuestra familia.

Mi padre cerró la puerta al entrar, sus rostros no estaban felices; algo malo estaba sucediendo, me acerque a ver a mi madre y ella estaba llorando, no entendía mucho de lo que estaba sucediendo, ya que, hay que recordar que tenía un cerebro de tres años.

-Stefan tenemos que hablar cariño- decía mi madre, sin dejar de llorar- tu hermanita no es normal, ella nació con una particularidad que no está permitida; necesitamos tu ayuda, esto debe quedar en secreto.

-Mamá no comprendo ¿Qué me quieres decir con todo esto?- dije acostándome a su lado para observar a la bebe y su extraña luz-

-Tu hermana tiene que ser asesinada si es descubierta Stefan –Dijo mi padre completamente serio, como es de costumbre- ella tiene un don que no puede ser controlable; ¿En que nos puedes ayudar tu? Pues es simple, no puedes decirle a nadie este secreto, ¿Comprendes? – a lo que asentí el prosiguió – Tu hermana necesitara tu ayuda, habrá momentos en los que nosotros no estemos y será tu responsabilidad que su poder no explote.

Desde ese día me hice cargo del problema de mi hermana, mis padres no le quisieron enviar a una escuela como a mí y la dejaron con clases particulares; cada vez que terminaban las clases mis padres se iban a la asociación a trabajar, y yo debía hacerme responsable de lo que sucediese; año tras año lograba controlar más a mi hermanita, pero había días en que nada servía. Días en los que mis padres encontraban la casa un desastre y era solo mi culpa.

Había ocasiones en la que su energía no era tan fuerte y solo quemaba las cortinas o inundaba el baño, pero había otras en las que hubiera preferido estar en cualquier otro lado, pero a pesar de todo lo que costaba mantener bien a mi hermana en calma yo era su protección y no podía dejarla de lado, sinceramente hemos formado un lazo único de hermanos, tal vez sea porque hay muy pocas personas en la vida de mi hermana y por lo cual he tenido que estar la mayoría del tiempo para ella.

Todos estos años para que mi hermana estuviera bien y no descubrieran su secreto hemos tenido que compartir habitación, pero ahora ya tengo veinte años y debo partir a la academia donde no podré verla en mucho tiempo, no podré ayudarla para nada. Mis padres tendrán que hacerse cargo y aunque a veces estoy harto de todo lo que conlleva el poder de mi hermana, sé que mis padres son demasiado severos para entenderla como lo he hecho yo todos estos años y me da miedo dejarla sola, pero como dice mi padre uno nace solo y muere solo, ya es hora que me preocupe por mí y por mi futuro.

EpifaníaWhere stories live. Discover now