III Muro de los lamentos

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Veinticinco metros con treinta centímetros, esa era la distancia que nos separaba a mí y a mis amigos de la escoria, la escoria más ardiente que había pisado Merton. Caminaba seguro, como siempre, sin embargo; esta vez estaba sólo. Vestía de una forma muy particular, jeans viejos y rotos, una camiseta blanca y botas negras, « ¿Podrían devolverme a mis chicos malos con sentido de la moda combinado con maldad?».

Otra muestra clara de que Asher siempre sería diferente al resto, a él no le importaba una mierda alguien, y podría jurar que ni siquiera él mismo.

— Jessica demonios, vamos, quita la mirada rápido tonta—. Dijo Claire, al ver que mis ojos no se despegaban del «señor; soy malo sin conciencia de la moda no me mires perra» ¿Cómo hacerlo? Si inclusive llevara harapos su rostro opacaría todo lo demás.

—Deja que disfrute ver ese pedazo de carne Claire, ¿Cuántas veces ves a Asher Reed caminar por el campus?— Emitió Carla, que pocas veces pronunciaba siquiera una palabra.

Rápidamente aparté la mirada, mis amigos me observaban curiosos, por mi tan obvio cotilleo de hace un momento.

 —Ay por favor, solo fue una miradita—.Me excusé.

Todos asintieron no muy convencidos, pero no podía decirles lo que había pasado esa noche. Definitivamente no.

Al ser primera hora todos nos dispusimos a ir a nuestras respectivas clases. Antropología allá vamos, para mi desgracia Claire, que estudiaba la misma carrera que yo, no estaría conmigo en esta. Para los que se preguntan si Asher estudia psicología pues no, él se matriculó en Literatura al igual que Campana. Pensándolo bien, sería absurdo que el optara por psicología, suena pretencioso pero, él no encajaría aquí nunca.

Como era costumbre, todo el salón estaba lleno, tendría que llegar más temprano para poder coger un mísero asiento. Alce la mirada para ver si en el fondo del salón podría haber uno. Y efectivamente si sobraba un asiento. Aún quedaban 2 personas más sin lugar y era claro que todos teníamos el mismo objetivo, era hora de actuar. «Ok Jessica, es hora de sacar tu Katniss Everdeen interior»






[...]

―Y entonces le dije "No idiota no estoy embarazada sólo soy alérgica a la pizza"

Estábamos sentados escuchando las grandes hazañas de Claire en el patio del campus. Las clases habían terminado hace veinte minutos y yo ya no podía espera para ir a casa «sólo una excusa, solo necesito una excusa»

―Y dinos Jess ¿Es cierto que follaste con Asher Red en la fiesta de Ted? ―pronunció mi queridísima amiga Claire.

―Eso justificaría porque lo estabas mirando tan intensamente cuando lo viste esta mañana. ¡Diablos Jess parecías un lobo acechando a su presa!―dijo Carla con un leve esmero.

―Estáis locas ¿Se han puesto a pensar lo que están diciendo? Veo que ahora soy una ninfómana adicta al sexo que no me importaría acabar muerta por ahí por culpa de un come mierda como Asher.

―Oh, entonces sí pasó algo―dijo Claire con picardía observando con complicidad a Carla.

― ¿Ves? Te lo dije tonta, Campana nunca falla.

― ¿Y su pajarito es tan grande como su ego?

― ¡CARLA!―dije con sorpresa.

Les juro, la Carla que yo conozco, MI CARLA nunca jamás, se atrevería a insinuar pajarito al miembro de los muchachos. Es más, jamás la he escuchado decir ni espermatozoide en las clases de salud y eso que se pone colorada cada vez que le toca leer en voz alta oraciones que contengan la palabra vagina. Era una auténtica novedad.

― ¿Qué? Ya tengo veintiuno. Hasta he practicado sexo oral―dijo con entusiasmo y orgullo.

Claire y yo nos quedamos mudas como estatuillas, ¿Acaso era tan raro que pensáramos que nuestra amiga de veintiuno fuera muy inocente para hacer sexo oral? Es nuestra bebé.

Claire con los ojos envueltos en llamas, indignada, la miró

―Dime ¿quién fue el indigno que te corrompió?

―Oye, oye, un momento; para el carro Claire―Carla rodó los ojos―Quiero decir que he estado pronunciando la palabra sexo oral no la he hecho a nadie por ahora...―pronunció tímida.

―Ay Diosito santo protege a esta pobre virgen y no le caigas con una bendición y que ella no se de cuenta.

―Casi me da un caro pardiaco―dije haciendo un gesto de alivio.

De pronto la espantosa canción de la canción Baby de Justin bieber acabó con el silencio. Era el tono de mensajes que Claire había puesto para cuando le llegaba uno. Según me dijo; lo tenía así desde los 13. Y si, La rubia es una fan empedernida de Justino.

Mientras; nosotras recogíamos nuestras cosas dispuestas a irnos. Había sido un inicio agotador, necesitaba mis aspirinas, ya me comenzaba a doler la cabeza.

Pero mi rubia amiga no despegaba sus ojos del aparato.

―Jessica―pronunció tajante y con un tono que me fue difícil descifrar.

― ¿Qué pasa? Vamos Claire sabes que Justin no da conciertos por aquí este mes, quita esa cara.―dije, siendo lo único que podría justificar su actitud.

―Carla échate pa tras por si se nos desmaya la pobre―avisó sin mirarla.

―Déjate de misterios Clair―dije quitándole el móvil―sabes que no te pagar...

Y no. Esas no eran las entradas para un concierto de Justino. Esa era una imagen en vivo y a todo color de un muro; un poco viejo y mohoso pero cumplía con su propósito; ser un muro.

Pero lo más impresionante no era el horroroso muro, sino las grandes palabras escritas en el.

«SI ENCUENTRAS A UNA PERRA, LLÁMALA JESICA BROWN»

Bueno en mi defensa; que conste era para amenazarme, él debería saber que mi nombre se escribe con doble s.


Holaaaa, bueno creo que tarde mucho en volver. Pero volví, espero que les haya gustado este capítulo, ya sé que no hay mucho acercamiento entre los personajes principales «todavía» pero quiero recalcar que es el momento de presentar a los personajes secundarios y demás.

No olviden comentar y votar, me estarían ayudando mucho a inspirarme más y mejorar cada día <3

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⏰ Última actualización: Mar 22, 2019 ⏰

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