Capítulo 5

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Thalia había logrado tranquilizar a Hailey después de varios minutos, Artemisa junto a las cazadoras habían llegado segundos después que Thalia y por órdenes de Artemisa nadie se había acercado a la castaña, Quirón platicó en privado con la diosa mientras las cazadoras se iban a la que era su caballa y solo quedaron pocos campistas alrededor de las dos chicas que seguían abrazadas. Hailey aun temblaba entre los brazos de Thalia, la castaña no podía si quiera formar alguna explicación coherente sobre lo ocurrido, jamás había hecho algo parecido y le asustaba saber que pudo lastimar a alguien, además de que había recordado de qué lugar había escuchado sobre aquel campamento, Bianca le había contado miles de anécdotas sobre el campamento antes de unirse a las cazadoras.

—Lamento la intromisión de Hailey en el campamento —Artemisa habló en voz baja mientras miraba de reojo a la chica para después mirar a Quirón—. Debo tratar un tema contigo y Dionisio, la profecía ha dado inicio con su llegada al campamento —tanto ella como Quirón posaron su mirada en la chica antes de caminar hacia la casa grande.

—Vamos —Thalia ayudo a Hailey a colocarse de pie con cuidado de que esta no cayera—. Debes descansar —Thalia sonrió un poco, Hailey por otra parte negó con la cabeza ella no se sentía cansada ni débil, de hecho, era lo contrario se sentía con más energía—. Testaruda —suspiró sabiendo que en aquella ocasión ni Artemisa lograría hacer que Hailey descansara—. Obedeciste mi orden de correr —mencionó con gracia mientras se separaba de la chica al notar que está ya se encontraba bien.

—Aprendí a no retarte ni desobedecerte —sonrió un poco mientras recordaba las palizas que se había llevado por no obedecer a Thalia. La hija de Zeus sonrió agradecida por ello, gracias a que Hailey corrió como le había ordenado había logrado derribar a los cíclopes antes de llegar al campamento.

—¡Thalia! —un grito hizo que ambas chicas dejaran de hablar para enfocarse en la persona que había gritado el nombre de la chica de cabello negro, su vista se topó con siete personas que caminaban hacia ellas, entre ellas el chico que había informado sobre el escape de Hailey, el chico que intentó detenerla y con el que ella había peleado.

—Jason —Thalia sonrió mientras miraba a su pequeño hermano que le superaba en altura, el chico rubio abrazó con fuerza a Thalia y Hailey no pudo evitar sonreír por la manera tan cariñosa en la que Thalia recibía el abrazo—. Me alegra tanto verte. Verlos —se corrigió al recordar que los demás estaban ahí, se separó de Jason para acercarse a Hailey y pasar su brazo por los hombros de la chica—. Jason ella es Hailey, Hailey él es mi hermano menor —Hailey recordó la vez que Bianca le había comentado sobre el hermano de Thalia, pero no tenía mucha información sobre el tema ya que tanto ella como Bianca preferían que Thalia contara sobre su vida—. Chicos, ella es Hailey Blake —Hailey sonrió apenada ya que había amenazado a varios de aquel grupo con su espada.

No soy Bianca → Nico Di AngeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora