Realidades momentaneas

127 7 0
                                    

Es aquí cuando escucho esa otra voz,

una voz diferente, lejana

hablando a terceras personas.

Aclama ser escuchada, bueno,

quien no aclama atención estos días solitarios.

Claro que si,

un día lo viví,

fue como una luz palpitante,

brillante y letal,

como una explosión de una bomba masiva,

ves el problema,

vez las consecuencias

aún así no puedes dejar de admirar su belleza.

Quien soy yo para negar

mi debilidad por ese tipo de mujer,

quien soy yo para decir que no cuando unos ojos color miel se introducen en tu ser.

Hoy recordando, más no anhelando

recuerdo añejado

para el deleite de mi memoria,

esta esa vivaz alegría,

un remolino, algo inigualable.

Un remolino de canciones,

sonrisas y miradas tiernas combinadas

con pésimos modales,

agresividad nerviosa y una pésima ortografía

te crean a ti, el universo paralelo que conlleva tu mirada.

Algo que no puedes explicar

desde el primer momento que lo observas,

pero se queda impregnado en tu piel,

cuando tu presencia se ha ido.

Quien soy yo para negarte alguna cosa,

quien fui yo para no gozar de tus arrebatos infantiles,

quien no fui yo para quedarme en tu vida.

Hablando de tu ausenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora