¿Quién eres tú?

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Se dice que todas las personas tienen un límite... y él ya había pasado el suyo.

-No vuelvas a acercarte a mí...

Con esas palabras el chico de cabellos verdes se alejó, dejando a un confundido Bakugo Katsuki completamente empapado, sentado dentro de la fuente de agua, apoyado sobre sus dos brazos y con la boca y ojos completamente abiertos. 

-D-Dek... - La sorpresa no le permitió terminar la frase.

¿Ese de verdad era Deku? ¿El Deku que había conocido toda su vida? No era posible, Deku siempre había caminado detrás de él, siempre había sido como su sombra, admirándolo detrás de escena... ¿En qué momento había cambiado? ¿En qué momento todo se había vuelto tan confuso?...


-¿Midoriya volvió a faltar? - La voz de la profesora resonó por el salón haciendo eco, pero nadie respondió entonces dirigió su mirada a un chico rubio casi al fondo del salón. -Joven Bakugo, ¿usted sabe algo? 

- Tsk... ¿Por qué tendría qué? - respondió este casi susurrando agachando la cabeza.

-Ya va una semana, además nadie contesta el teléfono en su casa, puede que se haya ido de viaje o tenido una urgencia familiar, si alguien obtiene noticias su...

Un chirrido detuvo a la profesora, alguien había entrado por la puerta.

-Disculpe, buenos días. -Midoriya entró con la cabeza agachada y ante la sorpresa de todos se dirigió a su asiento -Llevé el justificante de inasistencia a la sala de profesores antes de venir. - dijo tímidamente pero con voz firme.

-Bienvenido de nuevo a clase.

Con estas palabras la profesora comenzó a dar clases nuevamente. Mientras el recién llegado sacaba sus libros de la mochila, alguien lo observaba desde el asiento de atrás.

Las clases transcurrieron tranquilas y cuando se hubieron terminado muchos de los estudiantes comenzaron a salir casi corriendo mientras otros decidían qué harían por la tarde, entre el bullicio sobresalió la voz de alguien.

-¡Les dije que se fueran, maldita sea! 

-¿Estás seguro? -Los amigos de Bakugo retrocedieron.

-¡Que sí! ¡Cállense!

-Está bien te dejamos- se fueron riendo mientras se jaloneaban entre ellos.

El curso quedó casi vacío, excepto por Katsuki e Izuku, el primero lo observaba fijamente mientrasel segundo estaba anotando algo escrito en una hoja pegada a la pared en el fondo del salón; el rubio se acercó caminando despacio, silenciosamente, para luego tomarlo del cuello de la camisa.

-¿Dónde has estado, maldito nerd? -Confundido, volteó como pudo para ver el rostro de su compañero, el cual lo soltó de cara hacia él.

-K-Kacchan! -dijo casi tartamudeando y poniendo las manos como un escudo igual que siempre. - E-Estaba resolviendo asuntos familiares.

-Eso díselo a los demás, tu cuerpo... ha cambiado. ¿Has estado entrenando para entrar a U.A.? - dijo algo sarcástico y burlón - ya te dije que no tienes permitido ir a esa escuela, yo seré el único que irá!.

-E-Esto yo no...

-¿Dónde has estado? ¡Responde! -tomó el cuaderno de entre sus brazos y lo reventó de una explosión haciéndolo caer por la ventana.

-¿Temes que pueda ser una amenaza para ti? - Izuku sonrió, pero su sonrisa no era como siempre, sus ojos parecían vacíos, la tierna sonrisa que siempre había mostrado se había desvanecido, algo fallaba, algo pasó que hizo que le dieran escalofríos a Bakugo. - ¿A qué se debe el repentino interés en mi, eh Kacchan? - dijo el nombre despacio, como saboreando cada letra.

Tú no puedes ser Deku -KatsuDekuKatsu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora