Capitulo 10✔

5.1K 168 6
                                    

-¿Erik?

-Hola

-¿Que haces aquí?

-Es mi padre - señaló el pasillo hacia donde se había ido el entrenador

-Cierto, lo olvidaba

-¿Qué dices?, ¿te llevo?

-Te diría que no, pero no puedo siquiera pararme

-Hijo!!- volvió el entrenador- pensé que no vendrías!

-Venía a ver si el entrenamiento ya había acabado, y ahora me he ofrecido a llevar a _______, que por cierto aceptó!- el entrenador sonrió, me pasó un envase que miré extrañada

-Debes ponerte y profundizar, tomate tres días

-¿Tres días?, ¡es mucho!

-Es lo que debes...- dijo Erik

-O se pondrá peor y no podrás entrar a cancha en los partidos oficiales, y recuerda que para la próxima semana hay partido con el equipo de Baviera

-No lo he olvidado

-lo se

-Bueno, ¿nos vamos?

-Si, gracias por todo entrenador

-No te preocupes, ¿te ayudo?- señaló la banca

-No estaría demás!- el entrenador me ayudó a levantarme, pero no pude moverme y mi pie estaba hinchado, Erik me sostuvo del brazo

-¿Puedo?- señaló mis piernas

-Sabes que en otra ocasión te diría que no

-Lo se -sonrió , tomó mis piernas y me alzó -Nos vemos en casa padre!

-Con cuidado, y por favor... no corras en la autopista

-No lo haré

Erik me llevó hasta su auto, y me dejó en el lugar del copiloto

-Tus cosas?

-Las he dejado en los vestidores!- dije llevando una mano a mi frente

-Iré por ellas

-Cuidado con lo que podrías encontrar!

-Acaso tienes algo inusual en tú bolso?

-No idiota, las chicas iban a cambiarse

-¿Por qué no lo has dicho antes?, hubiera ido a buscar tus cosas antes de traerte

- Que gilipollas!

-nein mentira!, ya vuelvo!!

-No demores!

-No lo haré, a menos que encuentre a Roelleth en ropa interior -rodé mis ojos

-De todas las chicas, ¿por qué tenías que mencionarla precisamente a ella?

-Porque se que te molesta -me guiñó- ya vuelvo!

Habían pasado alrededor de diez minutos cuando ví a Erik volver, pero volvía acompañado y precisamente de ella, Roelleth. Venían caminando y Roe al verme se pegó más a Erik y lo tomó del brazo riendo como sí hubieran contado un chiste; sentí mi sangre hervir, Erik reía y no dejaba de mirarla

-Nos vemos después Erik - le dio un beso provocativo en la mejillas, luego me miró como sí lo hubiera planeado todo

-Adiós!- le guiñó él; ah! se supone que eso lo usaba para MI.

El Hijo Del Entrenador (Erik Durm)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora