-¿Erik?
-Hola
-¿Que haces aquí?
-Es mi padre - señaló el pasillo hacia donde se había ido el entrenador
-Cierto, lo olvidaba
-¿Qué dices?, ¿te llevo?
-Te diría que no, pero no puedo siquiera pararme
-Hijo!!- volvió el entrenador- pensé que no vendrías!
-Venía a ver si el entrenamiento ya había acabado, y ahora me he ofrecido a llevar a _______, que por cierto aceptó!- el entrenador sonrió, me pasó un envase que miré extrañada
-Debes ponerte y profundizar, tomate tres días
-¿Tres días?, ¡es mucho!
-Es lo que debes...- dijo Erik
-O se pondrá peor y no podrás entrar a cancha en los partidos oficiales, y recuerda que para la próxima semana hay partido con el equipo de Baviera
-No lo he olvidado
-lo se
-Bueno, ¿nos vamos?
-Si, gracias por todo entrenador
-No te preocupes, ¿te ayudo?- señaló la banca
-No estaría demás!- el entrenador me ayudó a levantarme, pero no pude moverme y mi pie estaba hinchado, Erik me sostuvo del brazo
-¿Puedo?- señaló mis piernas
-Sabes que en otra ocasión te diría que no
-Lo se -sonrió , tomó mis piernas y me alzó -Nos vemos en casa padre!
-Con cuidado, y por favor... no corras en la autopista
-No lo haré
Erik me llevó hasta su auto, y me dejó en el lugar del copiloto
-Tus cosas?
-Las he dejado en los vestidores!- dije llevando una mano a mi frente
-Iré por ellas
-Cuidado con lo que podrías encontrar!
-Acaso tienes algo inusual en tú bolso?
-No idiota, las chicas iban a cambiarse
-¿Por qué no lo has dicho antes?, hubiera ido a buscar tus cosas antes de traerte
- Que gilipollas!
-nein mentira!, ya vuelvo!!
-No demores!
-No lo haré, a menos que encuentre a Roelleth en ropa interior -rodé mis ojos
-De todas las chicas, ¿por qué tenías que mencionarla precisamente a ella?
-Porque se que te molesta -me guiñó- ya vuelvo!
Habían pasado alrededor de diez minutos cuando ví a Erik volver, pero volvía acompañado y precisamente de ella, Roelleth. Venían caminando y Roe al verme se pegó más a Erik y lo tomó del brazo riendo como sí hubieran contado un chiste; sentí mi sangre hervir, Erik reía y no dejaba de mirarla
-Nos vemos después Erik - le dio un beso provocativo en la mejillas, luego me miró como sí lo hubiera planeado todo
-Adiós!- le guiñó él; ah! se supone que eso lo usaba para MI.
ESTÁS LEYENDO
El Hijo Del Entrenador (Erik Durm)
FanfictionÉsta historia fue escrita en 2014, cuando Erik Durm pertenecía a las filas del Borussia Dortmund. 2014