Capitulo 4✔

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No podía creer lo irónico e injusto que era el mundo, ahora me arrepentía de no haber buscado primero una pareja y despues un balón.

Le estaba dando vueltas y vueltas,esperando que surgiera un nuevo jugador, pero era obvio que ninguno aparecería,

-¿No hay otro jugador?-le pregunté a Bas

-No!, vas tú o vas tú, recuerda qu él ya te lo había pedido

-Esta bien, iré

Caminé por toda la cancha hasta llegar donde estaba él, viendo como mi orgullo decaía

-Ok, tú ganas, vamos al cuadro- seguí caminando pero noté que no me siguió- vas a quedarte allí?

-No me lo has pedido correctamente

-A que te refieres?

-Recuerdas cómo te lo pedí?

{ -Vamos __________, se mi pareja}

-Ni lo sueñes

-HEY SINGER, VENGA RÁPIDO YA VAMOS A COMENZAR- gritó el entrenador

-Ves lo que haces, me van a regañar, anda vamos

-No me lo has pedido

-Vamos Erik, no tengo tiempo para esto

-Yo sin embargo, puedo esperarlo toda la vida

-Erik!

-Sólo pídelo!

-Erik!

-VAMOS SINGER, NO TENEMOS TODO EL DÍA- grito Roelleth

-¿ves lo que te digo?, vamos sólo pídelo

-esta bien,.... se mi.... pareja

-No te escucho

-Vamos!!

-aún sigo sin escucharlo!

-se, mi pareja

-¿Qué ?

-Maldita Sea, Que Seas Mi Pareja Erik, Que Seas Mi Pareja! - Erik se levantó de la banca, me miró con una sonrisa burlona,

-Eso suena mejor- me tomó de la mano, la sostuvo y luego me jaló hasta la fila de conos libres, sin soltarme - ¿Sabes?, Sí, acepto ser tú pareja

-¡Te odio!

-Yo sin embargo, siento lo contrario por ti, ¡te amo! - un escalofrio recurrió mi columna, sentí tan ciertas esas palabras que algo se movió dentro de mi.

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No podía concentrarme en el entrenamiento, esas palabras me habían sacado de combate; que idiota, estaba perdiendo la cabeza por unas estúpidas palabras que no tenían sentido, que pasa? eso no es lo mío!

Corría el balón por los conos en zig zag, le dí un empujón con el interno para un pase corto, me regresé sin quitarle la mirada pero caí en el error de mirarlo a los ojos y me perdí, me perdí como idiota en esos perfectos ojos , traté de no seguir con esto, pero me paralizé en su mirada, entonces regresé a la realidad gracias a un resbalón que me hizo caer sentada al suelo.

No podía creer que esas palabras me tuvieran fuera de base, me niego a pensar que mis sentimientos podrían cambiar, que digo?, ya mañana todo volverá a la normalidad, y me daré cuenta que estaba pensando como una estúpida ilusionada.

-¿Vas a quedarte allí, o tomarás mi mano?- dudé en tomar su mano, mientras lo miraba con la mirada que siempre tendría para él, mirada de odio; tomé su mano y me levantó

-gracias!

-procura no perderte en mi y todo estará bien

-ves eso que va allí? - señalé el suelo y el lo miro- es tú cerebro, lo sigues perdiendo por decir cosas estúpidas.

--Esto es todo por hoy, mañana haremos un juego de dos equipos, chaleco azul, contra el verde, ya pueden irse--

Agsh! se había dado cuenta que me había sacado de juego, pero que clase que tonta si no soy yo, se deja afectar de esa manera por unas palabras sin sentido y dichas por un idiota.

El Hijo Del Entrenador (Erik Durm)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora