VIII

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Capítulo VIII

Mientras, en la ciudad, un alfa con el corazón partido, andaba de arriba abajo de manera nerviosa por el apartamento de su novio, oyendo a sus demás amigos hablar sobre lo sucedido, estando tan perdidos como él.

Estar separado del pálido es lo que más le dolía. Ahora que estaban marcados, estar separados era la peor tortura que él podía pasar y más teniendo en cuenta que los sentimientos que abarcaban al omega, él los podía sentir también. Y por lo visto no lo estaba pasando muy bien en esos momentos.

-No entiendo cómo ha podido pasar esto... -susurró Hoseok con las manos en la cabeza estrujando un poco su cabeza, siendo observado por JungKook y Tae Hyung con preocupación- Yoongi está verdaderamente mal y no podemos estar para él. Somos una mierda de amigos ¡Ni siquiera sabemos dónde está!- musitó cerrando sus ojos con fuerza

El alfa y el omega ibana a cercarse, pero fueron frenados por el más mayor de la sala, quien negó con la cabeza.

-La manada Lee...- susurró Nam Joon mirando a su amigo- Yoongi corre peligro- gruñó y él y el beta compartieron una mirada de decisión antes de salir ambos por la puerta, dejando tras de ellos a cuatro chicos un tanto confusos pero que no tardaron en seguirles, pero antes de llegar a ningún lado, el moreno se giró y acorraló al alfa más bajo- ¡¿Como se te ocurre marcar a Yoongi?!- vociferó con fuerza acercando su rostro al del más joven quien le miraba asustado, tratando de soltarse, su mirada expresaba pura rabia y Jimin no estaba como para accionar en esos instantes, el chico le estaba dando verdadero miedo, así que solo pudo encogerse en su lugar

-¡Nam Joon basta! Ahora no debemos pelear entre nosotros. Debemos buscar a Yoongi, luego tendrás tiempo de solucionar otros problemas- Jin se pusó tras el moreno y con delicadeza posó su mano en el hombro de este, hablando con dulzura y calma, incluso con algo de firmeza

Antes de separarse el alfa lanzó un mordisco al aire como advertencia para el más joven y se separó de manera brusca, para luego seguir su camino acompañado por el beta pelinegro, quien se mantenía con expresión sería.

Nada más llegar a una zona algo alejada de la ciudad, ambos se volvieron lobos y empezaron a correr en dirección al único lugar que pensaban que Yoongi podía estar si estuviese en problemas. Y así, dejándose llevar por la rabia y preocupación corrieron sin descanso hacía bosques lejanos y pertenecientes a una manada milenaria, conocida como ''La manada Lee''.

Durante todo el camino fueron seguidos por los cuatro chicos, y tan solo pararon al llegar a su destino.

-Ya es tarde- dijo el alfa moreno con expresión sería- descansaremos y mañana empezaremos a buscar- sentenció eso, y aún en su forma de lobo, se tumbó bajo un arbol y cerró los ojos

El omega mayor, no tardó en acercarse a él y lamer su hocico, para acabar durmiendo junto a este, reposando la cabeza en su costado.

Por otra parte, el lobo rojizo se tumbó junto con el omega y el beta quienes se acurrucaron juntos y a su vez reposan sus cabezas junto al alfa quien se las apañó para apoyar también su cabeza en el costado de su omega.

Y por último quedó el Jimin quien se limitó a acurrucarse solo, en una esquina algo alejada, imaginado el calor de su omega durmiendo junto a él, como aquella noche en que su pálido novio durmiendo en su forma humana, acurrucado en su lobo, compartiendo cama y disfrutando de su compañía. Una lágrima corrió por su mejilla y rozó el suelo antes de quedarse dormido.

...

Dos semanas habían pasado y Yoongi ya había recorrido la aldea entera y hasta había conocido a su madre, pero, pese a que por mucho que lo deseo, no logró sentirse como en casa; estaba feliz de estar ahí, de ver a la que había sido su gente. Pero ese no era su lugar.

Alejate Rubio Mal TeñidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora