Escribiéndole a alguien que ya no me va a leer.

40 5 2
                                    

Me llamo Diego, bueno, me llamaba. O me sigo llamando porque, aunque ya no esté vivo en la tierra, estoy vivo aquí arriba, viendo como el mundo sigue, viendo como el mundo no se para por mí, viendo como las vidas de los demás avanzan y viendo lo poco que afecta al mundo mi ida. Los únicos que parecen haberse dado cuenta son la señora que parece estar llamando a una ambulancia, y su nieto, que intenta mirar a cualquier lado excepto a mí. Tiene gracia, siempre me he considerado un tío guapo, pero claro, después de caerme (o mejor dicho) de tirarme de un 14º piso, mi cara reventada contra el suelo no tiene nada de agradable.

Ahora mismo, ni quiero hablaros de porqué me tiré ni por quién.

Supongo que todos tenemos un porqué y un por quién en nuestros actos; otra cosa es que queramos admitirlo, otra cosa es que sepamos de quién o de qué se trata.

*36 horas antes*

Lo único que puedo hacer ahora mismo es quedarme fumando en la terraza. He probado varias veces dormir pero se me hace imposible. Una vez, no recuerdo dónde (se me da muy mal recordar cosas, quizás por eso tantos fracasos amorosos, tantos aniversarios olvidados..) leí que: "La primera noche se duerme. Y además el sufrimiento distrae, es completamente nuevo, se soporta. Lo que no se soporta es la segunda noche, ayer, y la tercera, esta noche, dentro de unos minutos, mañana, y pasado mañana y días y días..." Bien, yo ya estoy en unos de esos " y días y días..." Es más, llevo 1 mes, 14 días y 2 horas. Suena un poco raro a la vez que intimidante, pero no lo es, solo es cuestión de ir sumando 1 día a esta cuenta atrás que es mi vida.

Podría contaros tantas cosas sobre ella, tantos viajes juntos, tantos besos, abrazos, peleas, podría contaros hasta los lunares de su espalda. Pero eso ahora no tendría sentido, al igual que mis días, que sin ella, carecen de todo tipo de alegrías, de felicidad, de sentido.

Podría contaros el primer beso, el primero de tantos otros; la primera discusión, la primera de tantas otras; el primer engaño, el primero y no el último. Nunca me sentí tan mal por algo que me hubiesen hecho, nunca me habría dolido tanto un engaño. Intenté perdonarla, intenté hacer como si nada pero, ella se fue. Como toda persona que quiere seguir con su vida haría. La entiendo pero, no la olvido.

Enterarme fue lo peor. No quería saber ni dónde, ni cuándo, ni cómo. Solo quería que no hubiese ocurrido y ya. Que me dijese me quería, que nunca me engañaría, que era broma..

Aún guardo su vestido negro. Mi favorito. Lo único que se dejó después de marcharse con todas sus cosas, no creo que lo olvidase, seguramente lo dejó porque sabía lo que me gustaba y llevárselo serían demasiados recuerdos. He pensado varias veces en deshacerme de él pero se me ha hecho imposible. Pensar que eso es lo único que me queda de ella es aterrador.

Raúl (mi mejor amigo desde el instituto) me ha contado que Marta tiene pensado irse, mudarse a otro país. Venga ya, si no puedo soportar tenerla a km de aquí ¿Cómo voy a hacer cuando esté en otro país?

Se fue.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora