recuerdos

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-Gracias por acompañarme, aunque no debías Hinata.- dijo Naruto caminando a lado de su novia, Hinata.

-No te preocupes Naruto-kun, me alegra poder acompañarte.- dijo Hinata con una sonrisa. Era un martes, ambos faltaron a clases en ese día de verano. Naruto cada mes va al cementerio a visitar las tumbas de sus padres, ya con un mes de relación de noviazgo Hinata decidió acompañarlo aun con la protesta de Naruto, ya que él no quería que faltara un día de clases, pero Hinata decía que por el haría esto y más. Ese día muy temprano en la mañana Naruto fue a buscar a Hinata a su casa, la cual la noche anterior había preparado bocadillos y té para ambos. El sol comenzaba a salir cuando los dos jóvenes se acercaban al cementerio. Todo fue tranquilo y pausado. Cuando llegaron al cementerio, el cuidador de las tumbas encontró a Naruto.

-Oh, Naruto, puntual como siempre.- dijo el señor que traía puesto un sombrero, unos lentes de sol, y unos overoles.

-Sí, buenos días señor Ebisu.- saludo Naruto.

-Veo que traes compañía.-

-Sí, es mi novia, se llama Hinata.-

-Buenos días, mucho gusto.-

-Buenos días señorita. Naruto ¿ella es la chica que mencionaste el mes pasado que viniste?-

-Sí, ella es. Verdad que no mentí al decir que es hermosa.- dijo Naruto con una sonrisa que provoco un sonrojo en la chica.

-Sí, bueno, sabía que venias así que prepare las cubetas y las esponjas. Están donde siempre. Pasen.- dijo Ebisu marchándose a otro sector del cementerio.

-Vamos Hinata.- los jóvenes caminaron entre las tumbas de Konoha, Hinata solo seguía a Naruto el cual la llevo hasta las tumbas que buscaban. Los jóvenes se detuvieron frente a dos tumbas con sus respectivas lapidas.

-Aquí es Hinata, las tumbas de mis padres.- dijo Naruto con una sonrisa de melancolía. Hinata vio como miraba las tumbas su amado. Naruto se acerco un poco más y comenzó a hablar.

-Hola mamá, papá. ¿Cómo están?... Cielos sigo haciendo esa pregunta, de seguro están bien en el cielo.- Naruto se arrodillo y continuo hablando.

-Han pasado tantas cosas…- una lagrima resbalo por la mejilla del rubio. Hinata puso sus manos sobre los hombros de Naruto. El al sentir las manos de su novia mas lagrimas rodaron. Limpio su rostro con su brazo derecho y formo una sonrisa.

-Ella es Hinata, Hyuga Hinata, es la chica que les comente que es mi novia.- Naruto vio a Hinata y ella se arrodillo ante las tumbas.

-Mucho gusto, Minato-san, Kushina-san.-

-Si la conocieran es seguro que les agradaría. Es muy dulce, me ayuda a estudiar y gracias a ella mis calificaciones han subido, también es muy amorosa.- Hinata se sonrojaba ante esa descripción.

-Se que la a hubieran aceptado. Claro, papá de un solo, pero mamá no después de alguna prueba.- sonrió.

-Bien es hora de hacer a lo que venimos.- se levanto y tomo la mano de su amada para que se levantara también.

-Voy por lo que necesito, ya regreso.-

-Si.- Naruto fue a buscar las cubetas y esponjas para limpiar las lapidas de las tumbas de sus padres.

-¿Es un buen chico verdad?- una voz detrás de Hinata hizo que se girara para ver quién era.

-¿Ebisu-san?-

-Señorita, dígame, ¿Naruto es un buen chico?-

-¿Si Naruto-kun es un buen chico? Por supuesto que sí. El siempre trata de ayudar a los demás sin recibir algo a cambio. Le agradan los niños pequeños porque lo he visto ayudando a Konohamaru-kun. Naruto-kun no es un mal chico… él es amoroso… muy amoroso.- dijo Hinata con algo de sonrojo.

Lo Lindo de Las MatemáticasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora