s e i s

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"Te lo dije," dijo enojada Jihyo mientras estaba parada frente a mí.

Limpié mis lágrimas mientras estaba sentada en su sofá, Dahyun estaba a mi lado, frotando mi espalda en círculos reconfortantes. La escena con Tzuyu se repitió en mi mente una y otra vez. Cada vez que veía su expresión, me enfermaba por todas partes.

"Sana unnie, ella no te merece. Eres mejor, no eres de los que engañan. Y si ella no puede ver eso, no la necesitas".

Dahyun asintió con la cabeza. "Te mereces a alguien mejor, Sana unnie".

Sé que debería creer en sus palabras, pero no puedo obligarme a hacerlo. He estado con Tzuyu por años. Durante años la he amado a ella y solo a ella. Y ahora que no somos nada, no sé qué hacer conmigo misma.

"Ni siquiera llamó para ver si habían terminado oficialmente. Ella simplemente lo asumió y se fue besando a otro chico. Muy irrespetuoso", agregó Dahyun.

Jihyo asintió. "¿Lo ves? Escucha a Dahyun-ah. Ella sabe de lo que está hablando. Sé que será difícil, pero olvídate de Tzuyu. Borrala de tu mente".

Pasaron los días y traté de seguir el consejo de Jihyo. Realmente lo hice. Pero aquí está la cosa de haber salido con una modelo.

Ella estaba en todas partes.

En la televisión haciendo desfiles de moda, haciendo comerciales, en vallas publicitarias, en revistas. En todos lados. Por eso ella estaba constantemente en mi mente.

Cuando estaba sirviendo el café de un cliente, él bajó la revista que sostenía, y en su camiseta había una foto de Tzuyu.

Cierto. Ella estaba en camisetas ahora también.

Derramé el café involuntariamente en su camiseta, y me enviaron a casa el resto del día.

Un día que estaba descansando, estaba buscando por los canales en la televisión algo que ver. Pero me detuve tan pronto como vi la cara de Tzuyu. Ella estaba haciendo una entrevista, sonriendo muy feliz. Como si todo estuviera bien en su vida.

Quizás no estábamos destinadas a estar juntas.

Jihyo entró a la habitación. Ella estaba en pantalones cortos y una chaqueta ligera, con zapatillas de tenis, y el pelo recogido en una coleta. Seguro estaba yendo a hacer ejercicio.

"Voy al gimnasio. ¿Vienes?"

Negué con la cabeza y puse más helado en mi boca. Prefiero estallar por exceso de helado.

"Vendrás conmigo, Minatozaki Sana. Ahora, vístete".

Después de vestir el atuendo apropiado, ambas fuimos al gimnasio. Jihyo estaba a mi lado, trotando a un ritmo intenso en la cinta. Mientras tanto, yo iba solo a una milla por hora, arrastrando los pies sobre la máquina.

Odio hacer ejercicio.

"¿Sana unnie? ¿Vienes aquí también?"

Dahyun estaba a mi lado, radiante. Ella estaba vestida como Jihyo.

"En realidad no. Jihyo-ah me arrastró aquí," la corregí, sin molestarme en levantar mi cabeza del panel de control.

Dahyun hizo un puchero. "¿Por qué la cara larga?"

"Estoy deprimida."

Dahyun puso los ojos en blanco. "Ni siquiera estás ejercitándote".

"Sí, lo estoy", me quejé.

"No puedes simplemente deslizarte sobre una cinta de correr. Vamos, haz que tu corazón bombee. ¡Te sentirás genial!"

De repente, la máquina comenzó a acelerarse, obligándome a caminar, luego a trotar y luego a correr. Muy pronto, comencé a sudar. Dahyun me estaba animando.

"¡Sí! ¡Tienes esto, Sana unnie!"

"Demasiado... rápido..." Resoplé.

"¿De verdad? ¡Hago esta velocidad todos los días! ¡No te rindas!"

De repente, sentí que mis zapatos se soltaban y mi cuerpo cayó como una mosca. Luego sentí que me obligaban a retroceder, hasta que mi estómago quedó expuesto a la áspera alfombra debajo de mí.

Quejandome, me senté, Dahyun y Jihyo estaban revisando para ver si estaba bien.

Y luego vi otra cara familiar, tapándose la boca, mirándome.

Justo la suerte que necesito.

model ➳ satzu (traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora