Capítulo 1: Hombre desnudo

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El silencio en mi departamento no es nada comparado con el que hay en mi cabeza. Mis pensamientos están centrados únicamente  en la pintura frente a mi.

Un dibujo abstracto.

No obstante, al parecer hoy no es el día de poder hacer las cosas bien, tengo que llegar a impartir clases en la escuela de arte a las dos de la tarde y ya son las doce, sin poder terminar mi frustrado dibujo maldigo y recojo todo el desastre en mi pequeño departamento.

Al terminar voy a tomar un vaso de agua cuando el sonido de mi celular me detiene.

—¡Asterin! —grita mi mamá a través del celular casi me deja sorda y con una mueca dejo que prosiga—. Tu hermana me ha llamado, me dijo que empiezas clases en la escuela de arte.

—Si. —respondo con un suspiro—. Estoy un poco nerviosa, de hecho porque no he podido terminar el dibujo que tenía pendiente y ya no tengo tiempo, debo prepararme para irme.

No te preocupes, nena, todo va a salir bien. Solo te llamaba para saber cómo iban las cosas y para desearte suerte, ya me tengo que ir, te quierooo.

Yo también te quiero, mamá. —Cuelgo y me meto al baño para disfrutar del baño.

La escuela de arte esta justo al lado de la universidad pública

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La escuela de arte esta justo al lado de la universidad pública. El edificio se alza frente a mí con orgullo y los nervios se apoderan de mi como una maldita enfermedad.

Mis manos empiezan a sudar y los pensamientos negativos llegan a montones.

Sacudiendo la cabeza camino con la frente en alto y entro al lugar aparentando una gran seguridad. El salón que me corresponde se encuentra cerrado pero estoy segura qué hay estudiantes en el, a mis 24 años tengo que darle clases a jóvenes de 14 a 17 años.

Se exactamente lo que es ser adolescente y por eso estoy tan nerviosa. Soy joven, ellos van a dudar de mis habilidades, sé que también soy guapa y eso podría ser una dificultad.

—¡Buenos días! —exclamo con exagerado entusiasmo mientras entro y tomo asiento en mi pupitre. Veo como algunos me miran boquiabiertos y otros aburridos.

Si, la gran mayoría parece ser de 15 y 17.

Me levanto con un suspiro de resignación.

—Soy su profesora de artes modernas y mi nombre es Asterin McAdams, tengo 24 años y es mi primera vez impartiendo clases —Con una sonrisa paseo por uno de los asiento del frente—. Pero, eso no quiere decir que las cosas serán fáciles, mi materia requiere dedicación y análisis. Ahora quiero que cada uno se presente para conocerlos mejor.

Uno de los del fondo alza una mano.

—¿Si? —respondo con suavidad.

Mi novio de papel © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora