2. La vida son lágrimas de tristeza.

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¿Quién no ha llorado alguna vez? Nacemos llorando y a lo largo de la vida, lo seguimos haciendo. Este mundo nos brinda millones de situaciones por las que hacerlo. Yo, en esta ocasión, os hablaré de las lágrimas de tristeza.

Un día conocí, o más bien escuché, a un anciano. Sí, estais leyendo bien, un anciano. Son personas tan humildes, tan llenas de experiencias, tan admirables...

Os contaré la historia y la importancia de su aparición en mi vida:

Un lunes cualquiera, de una semana más, de un año atrás, me levanté para ir al colegio como de costumbre, con toda la alegría y energía con la que se suele empezar la semana, es decir, hecha una "mierda". El día pasó lento y doloroso. Y para colmar el vaso de "alegrías" apareció en mi mesa un examen suspenso. Era final de curso y no dejaba de suspender. Fue un año realmente difícil. Cantidad de malos acontecimientos -que ya contaré más adelante- me distrayeron por completo, haciendo de mis 365 días, los peores que jamás había vivido.

Salí del colegio dolorida, con los ojos hinundados en lágrimas y a punto de desbordarse, pero intenté que no cayera ni una sola.

Camino de mi casa, me paré en un parquecito.

Los parques son lugares llenos de magia, están llenos de ilusión e imaginación, de risas e incluso peleas, de paseos de parejas eternas, de alegría.

Me senté en un banco alejado, dónde se podía escuchar la melodía que todo aquello creaba: la brisa que transportaba risas, los pájaros cantarines, la fuente de agua... armonía al completo. Estuve pensando, reflexionando sobre mi vida. Una lágrima calló y junto ella, miles más.

Entonces apareció, un anciano al que jamás había visto se sentó a mi lado. Me sequé las lágrimas e intenté tranquilizarme. Él me miró y sin presentación alguna me dijo:

"No dejes de llorar. Si lo necesitas, llora. Aunque yo esté a tu lado. ¿Sabes qué son las lágrimas? Son diamantes forjados en nuestro interior con los sentimientos más fuertes, el dolor y la felicidad. ¿Vas a dejar que esos diamantes se pierdan en tu interior? Siempre que lo necesites, llora. Te quitarás un pequeño peso de encima. "

No supe qué decir, así que me limité a asentir.

El hombre tras unos minutos, sin mediar palabra, se levantó y se fue.

Personas como él son las que nos enseñan los enigmas de la vida. Los que tan solo descubres con experiencia.

La vida son lágrimas de tristeza. Las cuales pesan y mucho. Se podría decir que son los diamantes de mayor tamaño. No cargues con tanto en tu interior, ¡sueltalo!.

Llorar es algo bonito y que todo el mundo hace. No creas que te convierte en débil, todo lo contrario, te hace más fuerte.

"Los valientes, los que saben llorar con la cara descubierta" -Dani Martín.

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