El poder de los sentimientos (Nalu❤) [Borrador]

Capítulo 11: Te amo más que a mi misma.

HOLAAA :3! No tengo nada que contar, sólo digo que no sé cuantas veces he escrito este cap, porque lo guardo y se borra solo y es muy WTF XD. ¿Les ha gustado la nueva portada? La he hecho desde el cel súper rápideichon porque no tenía más nada que hacer, sinceramente a mi no me gusta pero bueh, quería actualizarla. Bueno nada.

los quiere su tediosa y floja escritora.

xoxo

-Gaby

CAPÍTULO 11

L U C Y

Sentí como la presión en mi pecho aumentaba, estaba realmente nerviosa.

En resumen, me temblaban las manos, tenía un leve tic en el ojo izquierdo, y estaba sudando un poco. La velocidad de mi corazón aumentó a mil por segundo, cuando Natsu posó su mano en la manilla de la puerta de la habitación.

Y es que ya era el momento.

La giró delicadamente, y empujó. Entonces…………

No había nada. ¡CLARO! ¿Como cabrían todas esas personas en el estrecho pasillo? ¡ANTES SI LO HACÍAN PORQUE LA PUERTA ESTABA ABIERTA! Baka Lucy…

Empecé a dar pasos débiles junto a Natsu, que aún sostenía mi mano con firmeza, él estaba decidido. Pero sorprendentemente, aún después de ese sermón, creo que yo no. Entonces nos dimos cuenta que el pasillo tenía una puerta; ¡ESTÚPIDAS PUERTAS!

Después de una lucha psicológica con mi miedo interno, miré tímidamente de reojo a Natsu, quién me estaba mirando desde hace tiempo.

Entonces todo mi miedo regresó. ¿Qué pasaría al abrir esa puerta? ¿Cómo tomarían lo que pasó? ¿Sería la gran cosa? ¿Poca cosa? ¿Se les olvidará? ¿Me criticarán? ¿Me odiarían? ¿Como me llamarían ahora? ¿Me insultarían? ¿Me dirán fácil?.

Ya no tenía ganas de enfrentarlo,

y parece que Natsu ya se había dado cuenta.

—Lucy—

—Natsu, no puedo— Una lágrima se deslizó por mi mejilla, hasta llegar a la barbilla y finalmente caer en el piso.

—¡¿Qué demonios te pasa Lucy?!— Suspiró y me miró directamente a los ojos. —No te entiendo, realmente no te entiendo. Hace unos minutos estabas diciéndome que enfrentara mis miedos, que les dé la cara, que no escapara… ¿Y ahora me vienes con esto?— Esperó unos segundos para volver a hablar. —Lucy ¡¿QUÉ NO TE DAS CUENTA DE QUE ESTARÉ AQUÍ CONTIGO PARA SIEMPRE?!— Su mirada empezó a cristalizarse.

—Por simples cosas como estas, pienso que no confías en mi— Cayó su primera lágrima. —No quiero que dejes de confiar en mi… no quiero que… argh. ¿De qué otra forma debo demostrarte que te amo?, ¿Qué no entiendes que esto es algo que tenía que pasar? ¡HAY QUE AFRONTARLO! ¡NO IMPORTA LO QUE PASE, NO IMPORTA SI REACCIONAN DE OTRA FORMA, NO IMPORTA NADA! ¡SIEMPRE ESTARÉ AQUÍ, SIEMPRE!—Empezó a caer lágrima tras otra, y no sólo de él, sino mías también. Ya no sabía que responderle. —Si sigues así me desmotivarás— Cogió aire —Lucy, yo quiero ser tu fortaleza en tu inseguridad… tu… tu valor en tus miedos… quiero ayudarte… quiero… quiero que me ames tanto como yo te amo a ti… yo quiero… quiero que me dejes entrar en tu vida… Te amo.— Entonces empecé a llorar más, pero esta vez con una sonrisa en mi rostro, porque esta vez era de felicidad. Tapé mi boca con ambas de mis manos, esto probablemente era la cosa más hermosa que me han dicho. Lo abracé.

—Natsu, yo… yo no… yo no puedo describir con palabras lo que siento ahora… ya no sé que decir… yo… tú… tú ya estás dentro de mi vida desde que entré al gremio… desde que me enamoré de ti… tú te adueñaste de mis pensamientos… de mis sonrisas… siempre confiaré en ti… porque tú eres mi confianza. Tú ya eres mi fortaleza, tú ya eres mi ayuda, y yo… yo tampoco sé como explicar cuánto te amo, pero estoy segura que te amo más que a mi misma—.

**********

Ya estábamos listos. Ya no tenía miedo. Ya no quedaba nada de inseguridad en mi. Ya no más.

Entonces fui yo la que di el primer y segundo paso, tomé la mano de Natsu, y con una sonrisa giré la manilla de la puerta. La abrí.

Todo estaba normal, pero…

—¡LU-CHAN!— Una peliazul me rodeó con sus brazos. Levy. Sorprendida pero feliz, repetí el gesto. Miré tiernamente a Natsu y él asintió con una sonrisa en su rostro.

—¡FLAMITA!— Gray gritó a lo lejos, ya empezaría su pelea diaria.

—¡OJOS CAÍDOS, VEN ACÁ!— Natsu corrió en su dirección, con un puño encendido en llamas.

—¿CÓMO ME LLAMASTE?—

Entonces nuestra vida volvió a ser como antes de lo que pasó, normal.