Confianza.

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20 de diciembre 2018. La brisa helada, la sensación de las fiestas alrededor, gente con grandes abrigos para evitar el frío provocado por los copos de nieve, o así sería si no estuviera en el norte México. A pesar de encontrarse en pleno apogeo del invierno el clima era como el de cualquier otro día, fresco por la mañana, caluroso por la tarde, y bochornoso por la noche. Era la época más feliz del año, a pesar de que el clima no era el adecuado para la ocasión eso no evitaba que la alegría de la navidad fuera lo suficiente como para alegrar el corazón del pobre Axel. Pensando que sería un día normal como cualquier otro fue directamente a casa de su amada, habían planeado verse constantemente durante las vacaciones y ese día no sería la excepción.

Al llegar a su casa y tocar el timbre no tardó ni un minuto en salir ella, cabello largo y liso, mirada fría pero dulce, esos ojos capaces de ver en tu corazón de manera tan profunda, todos esos rasgos que hacían al joven chico ser el más afortunado por tener a tan hermosa chica como pareja, y no era algo nuevo ya que tenían juntos más de 3 años, una relación de amor sincero nacido desde la más pura inocencia.
- Tan linda como siempre, a pesar de que tan solo iremos a caminar un poco.
- Pues claro después de todo tengo que verme bien cuando estoy con un joven apuesto.
- Me es todo un honor ser recibido de tal manera por usted madame.
- Ya ya, mucha cursilería, ¿nos vamos caballero Axel?
- Por supuesto, oh princesa Nadia.
Nadia. El nombre que estaba grabado a fuego en el corazón de Axel. Aquel nombre que jamás podrá ser borrado.

El día paso y al igual que cualquier otro en el cual la pareja se encontraban juntos fue un día lleno de alegría, risas, y chistes de humor negro sobre el consumismo y el odio hacia el Marxismo. Un día perfecto.
- Fue un día muy lindo, a pesar de casi morir apretados en el metro.
- Meh, lo he pasado peor, al menos estaba contigo y eso es lo que importa.
- Ya casi será navidad linda, y permíteme decirte que tu regalo seré yo, guiño, guiño.
- Pinche regalo culero, okey no, pero de todos modos sabes que no necesitas darme nada, con estar contigo es suficiente mi lindo príncipe.
Tras decir eso y sentirse un poco ofendido por el chiste Axel procedió a darle un último beso antes de despedirse.
- Nos vemos en noche buena, cuídate Nadia!- Gritando con un tono más alegre de lo habitual-.
- Claro lindo, buenas noches.
Aunque no lo pareciera el chiste sobre ser su regalo era una insinuación, a pesar de estar juntos por tanto tiempo jamás lo habían hecho, y las hormonas de Axel se debían contener mediante... otras formas. Pero a pesar de eso el la seguía amando, ya que su amor era mayor a su lujuria.

The Lust.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora