Una llegada inesperada.

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Tras leer ese mensaje, Axel no dudó en acudir a su punto de encuentro, lo cual resultaba raro, no había hablado con esa persona en meses y hasta donde él sabía ella se encontraba fuera de la ciudad, pero volvió en un momento inesperado, pero quizás era una señal- o al menos así lo quería ver- de que debería intentar distraerse un poco y quizás eso lo ayudaría. Incluso en su situación actual el se mantenía sonriendo, intentaría ocultar su dolor y actuar lo más normal posible para evitar que se pudiera leer su dolor a través de el.

A las 3 en punto Axel llego al punto de reunión y no tardó nada en poder observar la figura que lo había llevado hasta ahí.
- Vaya, vaya, vaya, me alegro que realmente pudieras venir, realmente llegue a pensar que seguirás deprimido en tu habitación como lo hiciste en el pasado pequeño imbécil.
- Yo también estoy feliz de verte Katerine.
- Oh vamos pequeño, no seas tan formal, o acaso ya olvidaste como referirse a mi persona.
- Claro, claro, pero tranquila después de todo no puedes aparecer de la nada y esperar que no esté confundido, ¿No lo crees, K?.

K. Una vieja amiga de Axel que conoce desde que tan solo tenía 5 años. Katerine o simplemente K, era una chica mayor que el, ya con 22 años era algo así como una hermana mayor para el, siempre le ayudaba cuando lo necesitaba, siempre actuaba como un tipo de psicóloga para Axel ya que pen el pasado el paso por cientos de problemas que lo llevaron a causarle una gran depresión, desde problemas con su familia hasta con amigos y algunas ex parejas, todo se encontraba muy mal, hasta que conoció a Nadia, a partir de ese momento se encontraba realmente feliz, hasta que... Bueno las cosas pasaron.

- Bueno de todos modos quise volver aqui para pasar un rato con mi idiota favorito- con un ligero tono de burla en su forma de hablar se podía escuchar como intentaba callar unas risitas forzadas-.
- Yo pensé que no volverías hasta el próximo año, después de todo lo último que supe de ti era que te encontrabas en un trabajo muy importante.
- Y así es, pero después de todo ya me conoces, soy la mejor y logré hacer que todo el equipo de programación y animación trabajará un 200% más rápido y logramos terminar antes, ¿Ya ves que soy una chingoneria?.
- O quizás solo escapaste de las responsabilidades un fin de semana para venir por una carne asada, ¿O no?.
- Eh... Yo no, eso jamás, pero yo. ¡Cállate y dame mi comida!- de la nada paso de un tono gentil a otro más nervioso que provocó un aumento en su tono de voz pero tal como llego se fue- digo, digo, eso no importa, no hay razon para hablar sobre eso, vayamos a comer algo, yo invito.
- Cualquier caballero que recién te conociera negaría la invitación y te invitaría el mismo, pero como ya te conozco se que tu "Yo invito" es tan solo por cordialidad y al final terminaré pagando todo yo como siempre.
- Eso chingon, es lindo ver que ya me conoces, pero ya mucha charla, vayamos.
Sin poder hacer nada más que soltar un pequeño suspiro Axel acepta y da una pequeña sonrisa, que termina siendo la única sincera desde la noche buena.

The Lust.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora