Sweet Niall [Narry]

¡Una bailarina! duh

Pude notar sus mejillas completamente rojas, jugó con los adornos en su cabello y luego se inclinó para darme un beso en la mejilla también.

Sonreí mientras llevaba mi mano a la zona que el rubio había besado y la sobé.

-¿Me quieres?

Preguntó inocente aún jugando con sus cabellos, junté levemente las cejas y lo senté sobre mis piernas

-¿Por que preguntas?

-Por que las personas se dan besitos cuando se quieren, y tu me diste uno

Puse mis manos al rededor de su cintura y pensé. Yo si quería a Niall, pero era de una forma diferente a la que quería a Zayn, o a Louis. Sentía mucha emoción cuando estaba cerca, y quería darle tantos mimos como los que me da mi mamá cuando no puedo dormir.

-Tu también me diste uno, ¿Me quieres?

Respondí con la misma pregunta, el menor asintió pobremente y levanto la vista a mis ojos.

-¿Puedo darte más besitos?

Colocó sus manos en mis hombros, asentí y Niall se inclinó para dejar más besos al rededor de mi cara, era muy tierno y ni siquiera me importaba que quedara lleno de babas, me gustaba así.

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Harry: 12 años
Niall: 8 años

Los padres de Louis habían salido a una fiesta, era Halloween y justo ahora nos encontrábamos en un conflicto por que Niall quería salir a pedir dulces y Lou y yo queríamos quedarnos en casa y ver la maratón de películas de terror. Incluso habíamos invitado a un par de amigos.

-¡Por favor Louis, no seas malo!

Chilló Niall tirado en el piso y jalando sus cabellos, tenía los ojos rojos e hinchados de tanto llorar, Lou pasó por encima de él llevando el plato de palomitas de maíz hasta la sala.

-Cállate enano

Contestó, una vez que Louis salió de la cocina el rubio me miró amenazante, bajé de la barra del desayunador (si, me había sentado ahí) y me arrodillé a su lado.

-Así no me gustas

Susurré para intentar que dejara de llorar, pero en lugar de eso su gesto se descompuso y corrió a su habitación mientras sollozaba descontroladamente en el camino.

-Demonios Harold, ¿Que le hiciste?

Levanté los hombros confundido y me senté en el sofá, al cabo de unos segundos pudimos escuchar como la rabieta del rubio se hacía más grande. Decidimos subir.

-¿Que tienes? Deja de llorar, la gente pensará que te estamos matando o algo

Habló mi castaño amigo, N estaba enterrando en la cama llorando a más no poder.

-Harry me lastimó

Hizo puchero, secó sus lágrimas y se sentó en la cama para darme un empujón.

-Yo no hice nada

-No seas molesto, Neil

Gruñó. El chico intentó sacarnos de su habitación, empujándonos y golpeándonos con una almohada.

-¡Le diré a mamá que ven películas de adultos!

Chilló cerrando la puerta. Louis y yo no miramos con miedo, solo habíamos visto una parte una vez, misma vez que Niall nos encontró y lo chantajeamos para que no dijera nada, pues sabríamos que habría problemas.

-¡Si le dices a mamá le contaré a Harry tu secreto!

-¡No!

Gritó del otro lado de la puerta y pateó la misma.

-Lou, empeorarás todo. Déjame hablar con él.

Rodó los ojos haciéndose a un lado para que yo pudiera hablarle.

-Oye, ¿Me perdonas?

-¡No! ¡Vete, ya no somos amigos!

Un nudo se formó en mi garganta, me aclaré la voz y continué algo triste.

-Si prometes dejar de llorar y no decir nada a nadie te llevaré a pedir dulces

Sentí un codazo, me giré para ver al castaño detrás de mi, se veía molesto.

-¿Que estás haciendo?

-Tranquilo, tú puedes quedarte aquí con los chicos y yo volveré en máximo media hora, luego podremos continuar con los planes como lo habíamos previsto.

Bufó. Me emocionaba la idea de llevar a Niall yo solo, además debía disculparme por lo que le dije, o ya no querría verme nunca más.

-De acuerdo

-¡Hurra!

Escuché decir al menor y salió con una falda rosa pálido a juego con sus medias y camisa blanca, además de una barita y torpes brillos por todos lados.

Tomó mi mano y me arrastró fuera de la casa, dando saltitos con una sonrisa. Apenas estaba oscureciendo, había un montón de gente por las calles.

-Niallie, ¿Que se supone que eres?

-¡Una bailarina! duh

Reí

-No era enserio lo que dije hace un rato, aún te quiero y aún somos amigos.

Susurró aferrándose a mi brazo, colgándose de éste, me agaché y aprovechó para dejar un beso en mi mejilla

-Tampoco iba enserio lo que te dije, solo quería que dejaras de llorar.

Caminamos un par de calles más antes de que el pequeño comenzara a tocar timbres y recibir dulces a cambio, algunos le miraban mal, pero me encargaba de que él no se diera cuenta de ello abrazándolo o pidiendo que me diera alguno de sus dulces.

-¿Podemos descansar? Las zapatillas me lastiman

Dijo levantando uno de sus pies en el aire.

-Ven acá

Lo levanté haciendo que se colgara de mi espalda, así lo llevé hasta un pequeño parque donde lo senté en una banca y luego me senté a su lado.

Vació los caramelos sobre su pequeña falda, comió unos cuántos, me dió algunos más y después se recostó en mis piernas pregonando que estaba muy cansado.

-Harry... ¿Louis y tú también son amigos especiales?

-No, sólo somos amigos normales

-Entonces no le das besitos

Se levantó de mi regazo y se sentó a lado mío.

-No, no le doy más besos a nadie

-¿Puedo darte uno?

Asentí, se recargó en mis piernas y miró al rededor para asegurarse que no hubiera nadie.

-Pero cierra los ojos

Suspiré e hice lo que dijo, di un ligero salto cuando sentí el impacto contra mis labios en lugar de mi mejilla, abrí los ojos y le miré, había escondido su rostro entre sus rodillas.

-¿Que fue eso?

Me miró por el rabillo de su ojo.

-Un... Besito... ¿No te gustó?

Negué.

-No no, digo, sí, me gustó