El Deseo De Jupiter

Capitulo 4. NO ES TAN TORPE

Había sido muy rara e inesperada su reacción a mi pregunta. Aunque, no le di tanta importancia, hubieron unos minutos de silencio

Decidí acabar este incomodo silencio que tanto recorría la cabaña

─ Y... ¿Qué haces aquí? ─ Dije, intentando ser lo mas amable posible (cosa que no se me da muy bien) ─ Digo, no es que no te quiera aquí...Ehm, me refiero a que, ¿Por qué estas aquí un sábado? ─ Al expresar mi palabras con ese tono tan raro, tan...Ridículo, escucho las pequeñas carcajadas de esa chica torpe. ¿De que se burla este hobbit?

─ De que te ríes... ─ Espere que me dijera razón, pues, yo no había dicho ningún chiste

─ Nada, nada... ─ Expreso, aun con alguna que otra mofada que se le salia ─ Perdón, ehm. Estoy aquí porque estaba aburrida y quise recordar los viejos tiempos...Era muy divertido salir cont... ¡USTEDES! ─ Esta chica cada vez es mas rara

─ Hum, esta bien ─ No me importa que venga, con tal de que no rompa algo u diga la ubicación de la cabaña, todo esta bien ─ ¿Llevas tiempo aquí? ─ dije, esperando su respuesta. Sin embargo, no me importaba la verdad, solo quería que no volviera el maldito silencio tan incomodo que había antes

─ No, tenia 10 minutos de haber llegado cuando tu interrumpiste mi paz y tranquilidad ─ dijo, ¿burlándose?. Este es mi lugar de paz y tranquilidad, no el de ella...¿Quien se cree que es? ─ ¿Y tu? ¿Que haces aquí? ─ Se noto la curiosidad en ella, no como yo

─ Un mal día ─ Sin dar muchos detalles. Me acomode mejor en el mueble y empece a recostarme, dejando mi cabeza mirado a el techo...Como si pudiera ver algo, ja

Ella no dijo nada. Creo que vio que yo no quería hablar de eso, y lo agradezco

***

Luego de que pasaran unas cuantas horas, no parábamos de reír. No espere que esta chica tan torpe me diera tanta risa. Tal vez, era porque cada 10 segundos se le olvidada lo que decía, o que sus historias eran tan malas que daban risa, o...su risa, es muy contagiosa. Quisiera ver su sonrisa, mas bien, quiero verla a ella

No sabia la hora y no me importaba, quería seguir aquí... ¿Con ella? no lo se

─ Mierda, tengo que irme ─ Se escucho, desilusionada, se levanto del polvoriento mueble en el que estábamos sentados. Al pararse, supongo que el polvo salio e hizo que soltara un pequeño estornudo

─ Salud, si tu te vas, creo que me iré yo también ─ tenia que irme a mi casa ya, mi mama se pondría muy histérica si llego muy tarde

─ Te acompaño a tu casa, y gracias─ Yo no necesito ayuda. Aunque tengo que admitir, que no me disgustaría seguir hablando estupideces

─ No, gracias. Puedo llegar a mi casa solo. De nada ─ Espete, seguro de mi mismo. De verdad, no quiero que ella sea otra persona que solo siente lastima y se preocupa por mi solo porque estoy ciego, eso me molesta

─ Esta bien ─ Raro... ─ Chao, nos vemos luego ─ Después de decir la ultima palabra, escuche como la puerta de la cabaña se abría y se cerraba, gracias a dios no es terca...

Acto siguiente, me dirijo a la mesa y recojo mis pertenencias. Salí de la cabaña y empece mi camino a la casa

Había demasiado frió, por lo tanto, decidí sacar de mi mochila una bufanda que mi mama me había regalado

***

Estaba casi a mitad de camino de llegar a mi casa, cuando...Escucho un pequeño grito de dolor que provenía de alguien que estaba detrás de mi