24

177 20 3
                                    

El apartamento de Harry estaba silencioso y su gato caminaba de una punta a la otra del sillón que tanto le gustaba.

Ni siquiera tenía fuerzas para decirle que saliera de allí.

Hacía horas que estaba tirado en el piso mirando el techo y planeando que hacer con su vida.

Louis lo había herido.

Otra vez.

Y, la verdad, era que estaba cansado de siempre esperar por cosas que, sabía, nunca lograría cumplir.

No era culpa del castaño, tampoco era suya.

Simplemente hay cosas que no estaban destinadas a pasar.

Y habían pasado tres días desde que abandono la casa de Louis, o sea, hacía tres días que no sabía nada de él. Mantanía la esperanza de que no hubiera destrozado su casa, pero probablemente eso era lo que había sucedido ni bien se fue de allí.

Es lo malo  de conocer tanto a una persona; sabes como piensa, como actúa, como se siente en cada instante del día, incluso aunque no quieras, simplemente lo sientes.

Liam le había dicho que tenía un par de días libres, pero eso ya se había terminado y mañana viajaba a Estados Unidos, durante una semana. 

Debería fingir que estaba feliz, cantar las canciones que había escrito para Louis, sacarse fotos y saludar a las camarás.

Debería ser una persona famosa con una vida perfeccta.

-¡No estoy!-.

Su voz salió entrecortada y algo más gruesa de lo normal debido al poco uso que le había dado en estos días, pero el timbre no dejaba de sonar de manera demasiado insistente para su gusto.

-Styles-.

Harry se sentó como si hubiera recibido una inyección de adrelania y probablemente eso había sucedido.

La voz de Louis hace milagros.

Miró varios minutos la puerta contemplando la posibilidad de no abrir.

-Sólo...quiero hablar contigo. Se que debemos arreglar esto- Una pausa larga se dio despues de eso. El más joven aún no se movía de su comoda alfombra. -No puedo seguir así Harry, no puedo vivir sin ti. No puedo volver a casa sin ti. Soy tuyo Styles, eso vine a decirte y preferiría decírtelo a la cara en vez de a está estúpida puerta.

Harry camino lentamente, no estaba listo para esto.

Nunca estaba listo para Louis Tomlinson.

-Vete Louis, por favor, solo vete.

Su cabeza estaba apoyada contra la dura madera y casi podía sentir al castaño del otro lado, estaba  respirando demasiado fuerte a causa del estrés y se lograba oír claramente.

-Se que no quires que me vaya. No nos hagas esto. Por favor.

Harry se alejó de la puerta, era demasiado tentador abrir.

Dejarlo pasar a su hogar, a su vida de nuevo.

Dios, ese chico lo había arruinado para siempre.

-Vete Tomlinson. Vete de mi casa, ¡De mi jodida vida!-Harry tomó una profunda respiracion, pero no sirvió de nada-¡No puedes hacerme esto!. ¡No otra vez!. Crecimos Louis, Dios. Soy un idiota por pensar que cambiarías-.

El chico de rulos abrió la puerta y se encontró con un Louis destruido. Su ropa estaba mal acomodada y probablemente la tenía desde ayer.

-No puedes volver a romperme el corazón como si nada Louis. No quiero estar con alguien que pasé toda su vida escondiendome, no me merezco eso. No eres mío, yo si soy tuyo. Toda mi estúpida vida fui tuyo. Respiro por vos, vivo por vos, escribo por vos. Soy lo que soy porque tú me hiciste así. No merezco esto, estás demasiado fuera de mi alcance. Así que, también te quiero fuera de mi vida.

Louis se acercó y Harry sintió el olor a alcohol que emanaba de cada poro de su bella piel.

Estaba destruido y eso destruyó un poco más el corazón del chico de ojos verdes.

-Jamás, escuchame bien Harry, jamás vuelvas a insinuar que no te quiero. Es un insulto para mi, para ti y para todo lo que somos-El chico frente a él remarcaba cada palabra con tanto enojo que Harry hizo un paso para atrás-Deja de pensar que todo esto trata solamente sobre ti. ¿Te piensas que a mi no me duele?. Yo también soy tuyo, yo también respiro por ti, yo también vivo por ti. Yo también  existo gracias a ti. Mi vida entera también gira entorno a ti. No paso un minuto del día sin preguntarme que estás haciendo. Desde el momento que me dejas espero hasta poder verte; eso es lo que hago, eso es lo que soy. Me matengo limpió gracias a ti. Vivo gracias a que Harry Styles vive. Pasé tres malditos días encerrado en un apartamento destrozado mirando un estúpido cuadro que ni siquiera entiendo sólo porque tú lo compraste, ¡Así que no me vuelvas a decir que no te quiero, porque te amo más de lo que nadie te va a amar en todo este maldito universo!-.

Ambos hicieron silencio por un largo rato, solamente escuchando sus respiraciones agitadas y el ruido del ascensor al subir y bajar por el edificio.

Ninguno podía o quería hablar, Louis aún seguía demasiado enojado por lo que había dicho aquel chico frente a él. Ni siquiera podía contemplar un mundo en el que no amara a Harry Styles y él se atrevía a decir que no lo hacía, ¿acaso no había sido bastante obvio sobre el tema?. El castaño no lo comprendía.

Harry solo se corrió de la puerta para dejar pasar a Louis, quien fue directamente a sentarse al piso de su sala.

Eso le hizo al más joven recordar cuando ambos se peleaban la primera vez que habían estado juntos. Louis siempre terminaba sentado en el piso esperando a que Harry tomará asiento frente a él para poder mirarlo a los ojos.

Algunas cosas nunca cambiaban.

Harry y Louis no eran la excepción a la regla.

Morning Musings. (LS) AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora