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La casa de Louis parecía el apocalipsis, pero poco le importaba.
Sentado sobre un montón de revistas viejas y con una fiel botella de licor que había sobrevivido al estante roto, el joven castaño miraba la única cosa que se había mantenido intacta en aquel condenado living.
El cuadro lo miraba prácticamente burlándose de él, de su miseria.
Era un lindo cuadro, quizás no de su estilo, pero no podía negar que era una bella obra en tonos rojos de una figura imposible de comprender.
Harry si la había entendido.
Fue la primera cosa que puso en su casa al día siguiente de que aceptará vivir con él.
Sonrió y levantó su botella al cuadro para luego dar un largo trago.
Era sábado a la noche, aunque no habría diferencia de ser día de semana.
Al diablo los deberes de persona.
Al diablo la radio.
Si era por él, que se incendiara el mundo.
El timbre sono y por un descabellado segundo pensó que podría ser el rizado.
No lo juzguen que, a fin de cuentas, la gente enamorada siempre está loca.
Sono durante varios minutos hasta que su puerta fue abierta y Zayn entró sin siquiera lucir sorprendido por su desastre.
-Pasó por la radio-.
Cuatro palabras que hicieron a Louis volver a la realidad apenas unos instantes.
-Dijo que eras un imbécil, lloró como nena y Niall no sabía que hacer, Liam, su amigo me miraba como si yo tuviera la culpa de tú estupidez, le dije que eras así por naturaleza. ¿Sabes qué no puedo ayudarte siempre no?.
Zayn se había sentado y hablaba mientras encendía un cigarrillo.
-Lo jodi todo.
-Nada nuevo-El morocho esquivó con agilidad la botella que Louis le arrojó-¡Calmate imbécil!, ¿Ves a alguien más aquí? No, así que calma tu culo y dime que demonios hiciste para que pueda inventar una linda disculpa que puedas decirle al otro imbécil-.
-Dile imbécil una vez más y no te quedará ni un puto pelo-.
Zayn suspiró y se acomodó en el sillón esperando a que Louis comenzará.

1 día antes

- No puedo creer que traigas eso.
Louis miraba como su novio intentaba colgar un feo cuadro en su sala.
Lo único que evitaba sus impulso de detener esa atrocidad era la linda vista que tenía de su trasero.
-¡Listo!.
Una sonrisa se formó en el rostro de Harry mientras bajaba del pequeño banco (el cual Louis jamás admitiría que era lo que usaba para alcanzar los estantes más altos de su cocina). El pequeño se acercó hasta él y se paró a su lado para apreciar la bella obra de arte-¿Luce genial no?, algo de color en esta casa.
- Me gusta mi casa así de gris-El ojiazul miro la cara de emoción que tenía Harry y sólo suspiro-pero está bien si a ti te gusta, lo dejaremos por ahora-.
Harry sonrió feliz de haber logrado lo que quería y le dio un pequeño beso al mayor.
Estaba tan emocionado que no cabía en su cuerpo.
Iba a vivir con Louis.
Su Louis.
Su novio.

***

-Hoy tengo una cena importante,  es de una revista-.
Ambos estaban tirados en la cama mirando algo en la tele que habían encontrado de casualidad.
Aún era de tarde y Harry no quería separarse de su novio.
-Oh genial, tendría que buscar algo que ponerme-Intentó levantarse para comenzar a prepararse, pero una mano sostuvo su hombro y el volteó confundido.
Louis parecía incómodo y eso sólo lo puso más nervioso.
-No podemos aparecer junto a así como así Harry-.
Decirlo fue difícil, pero la cara bañada de decepción que puso el menor partió el corazón de Louis.
-Mejor me quedo aquí, es mucho mejor estar contigo.
- No,ve,yo te espero-No sonaba convencido para nada.
-¿Seguro?, mira que puedo faltar Harry, es sólo una cena-.
El joven se acomodó otra vez,y siguió mirando la tele mientras negaba con la cabeza.
La tarde paso y Louis llegó al hotel donde estarían esperando las grandes celebridades.
Dejar a Harry había sido difícil y más cuando lo miraba cambiarse con pura tristeza en sus ojos.
Despejando su mente entró al hotel dejándose sacar algunas fotos por los paparazzi y al mirar la habitación se dio cuenta de que sería una larga noche.
Simplemente no era su ámbito, aunque sabía cómo actuar entre ellos, fingiendo amabilidad y sonrisas de amistad, cuando la verdad es que le importaba poco la vida de esa gente.
Una chica se le acercó y preguntó si le molestaría charlar un rato con ella. Se llamaba Susan y era directora de relaciones públicas de celebridades y, además tenía un diario bastante popular en Internet, aún conservaba esa chispa de felicidad e inocencia que Louis había perdido hacía mucho y la verdad ni siquiera se dio cuenta del tiempo que estuvieron charlando y riendo.
Incluso Louis le preguntó disimuladamente si había manejado algún  tipo de escándalo en relación a la vida amorosa de cualquier estrella y ella dijo que era lo que más le gustaba, porque usualmente eran personas simples que nunca habían podido ser quienes eran, eso lo convenció de pedirle su número.
Iba tan emocionado para hablar con Harry sobre Susan que al llegar a su casa y ver todas las luces apagadas no le llamó la atención.
Dejó los zapatos tirados en algún lugar entre medio de la sala y el pasillo del cuarto y al abrí la puerta de éste su sonrisa se desdibujo.
-No es lo que piensas-.
Harry levantó una ceja y río un poco.
Definitivamente no había sido su mejor línea.
Sabía que debía su enojo a alguna foto de él esa noche, aunque lo que menos pensó fue que su novio desconfiaría tanto de él y tan rápido.
- No me querías allí y pensé que quizás me llamarías, dirías que todo era aburrido y volverías, pero en cambio estas toda la noche con una chica, riendo y pasándole tu número de teléfono,¿por qué me pediste que me mudara Louis?¿para tenerme encerrado aquí, esperándote eternamente mientras hablas con chicas lindas en fiestas?, sabes que no es lo mío-.
Se levantó de la cama y agarró las pocas cosas que había llevado allí.
Empujó a Louis al salir del cuarto y este reaccionó a tiempo para evitar que saliera de la casa.
- No fue nada, estaba hablando de ti, lo juro.
Se notaba que no le creía y eso hirió al castaños más de lo que debería.
-No me crees-.
Un susurró abandonó sus labios mientras observaba la mirada dura de Harry.
-¿Cómo voy a creerte si lo único que haces es ocultarme, por qué hablarías de mi?.-Suspiro y le dio una mirada cansada al castaño-Arregla tú vida Tomlinson y cuando estés listo, sabes mi número-.
Se soltó de su agarré y la puerta de entrada cerrándose detrás de él fue lo último que Louis recordaba, lo demás estaba tapado por imágenes de el destrozando el living y alcohol en su sistema.

Tiempo actual.

-Así que, luego de eso destrazaste todo y te enterraste en alcohol-Louis asintió y Zayn rodó lo ojos-¿Por qué ni me sorprende?.
-No vivo sin él.
-Entonces haz algo hombre, no todo se soluciona con alcohol y muebles rotos-.

Morning Musings. (LS) AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora