Slenderman (𝐎𝐧𝐞𝐒𝐡𝐨𝐭 ⁺¹⁸)

"Lo haré" (+18)

No se que demonios... Sé que lo estoy viendo nuevamente y sonará estúpido, pero no voy a mentir en realidad quiero estar con el en todos los sentidos y quiero que él esté conmigo de la misma manera donde sea que me encuentre...

"Ahora comprendo".

- Lo haré. - Dije muy convencida.

A la vez él se situaba delante mío, se agachó, tomó mi mano y me observó. - Siempre fuiste muy hermosa. - Aquello solo hizo que me ruborice, se fue acercando a mi rostro. Por mi parte cerré los ojos esperando lo que sucedería después hasta que lo sentí, era un beso tierno, suave y lento al que seguí el compás, pero poco a poco el beso fue convirtiéndose en uno salvaje, me encantaba. Me separé para poder respirar.

¡Dios! ¿En realidad está pasando?

Volvió a besarme, pero con mucha más intensidad que antes, me pidió permiso para que nuestras lenguas se encontraran así que accedí, apenas abrí un poco mi boca él ingresó ansioso a entrelazarse con mi lengua comenzando así una larga y exquisita danza. Cuando sentí que el aire me faltaba me separé nuevamente, pero mis labios comenzaron a arder y sentía que algo líquido bajaba de estos a mi mentón entonces noté que él tenía dientes afilados y en estos había algo de sangre, MI SANGRE.

Estaba a punto de regañarlo, pero se levantó, me acostó y se me subió encima sin aplastarme, con sus largas piernas a mis costados aprisionando mi pequeño cuerpo, mientras una de sus manos se encontraba en mi cintura y la otra apoyando su cuerpo, se acercó nuevamente. Esta vez su viscosa lengua fue a parar en mi cuello lamiendo, mordiendo y succionando en puntos estratégicos haciéndome estremecer, sacándome muchos jadeos y dejando marcas visibles.

Luego de divertirse en mi cuello, posó en mi busto una de sus manos y comenzó a apretar suavemente haciéndome soltar un pequeño gemido, me ruboricé ante ello y cubrí mi boca avergonzada tratando de evitar que más sonidos salieran.

- Quiero escucharte. - Dijo y negué con la cabeza. - ¿Enserio no me dejarás oírte?. - Volví a negar. - Bien, no me dejas más opción. - Instantáneamente vi que de detrás suyo aparecían tentáculos y uno de estos me cogió las muñecas y las puso sobre mi cabeza. - Así está mejor. - Dijo mostrando sus filosos dientes.

Continuó con su cometido de apretar mi pecho sacándome aún pequeños gemidos y jadeos, mientras su otra mano se posó en mis desnudas piernas paseándose de arriba hacia abajo y viceversa, luego ésta se metió en medio y rozó mi entrepierna suavemente sobre la tela. Solté un gemido ante su accionar, logrando captar aún más su atención.

- Me pregunto si se sentirá mejor si quitamos la molesta ropa. - Mencionó y se pasó la lengua por los que serían sus labios.

Se dispuso a desabotonar mi camisa botón por botón logrando ponerme más nerviosa y al parecer eso le gustaba. En un pestañeo mi short desapareció dejando mis bragas blancas a la vista. Soltó mis muñecas e hizo que me sentase sobre sus piernas y me besó apasionadamente. Mientras, el quitaba mi camisa junto a mi brasier -que al parecer le fue fácil desabrochar-. Apenas desapareció éste se lanzó a presionar, lamer y morder suavemente mis senos haciendo que los gemidos se hagan presentes.

- Slen... Ugh... Slenderman. - Apenas logré hablar. - No quiero ser la única que... Ah... Disfruta. - Se detuvo. - Quisiera intentar algo. - Dije jadeando.

- Está bien. - Dijo y se sentó en el respaldo de la cama conmigo aún encima, ocultando sus tentáculos y dejándose a mi disposición.

Con manos temblorosas empecé a desabrochar su saco y camisa dejando su blanco pecho al descubierto -tragué saliva- quité primero su saco, seguidamente su camisa la cual está muy ceñida a sus gruesos brazos. Acerqué mis labios a su cuello, dejé un húmedo beso y en respuesta escuché que suspiró motivandome a más, dejé otro y otro haciendo un camino no solo de besos sino también de mordidas que descendían hasta su firme abdomen.