1- Destruye: el viaje a través del thanatos

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-Me sorprende lo imbécil que puedes llegar a ser.

Las palabras de David fueron respondidas inmediatamente con un murmullo casi inexistente por Eric, quien apegado a la pared yacía en una de las pequeñas camas de la habitación.

-Control de daños. Una botella de ron vacía, una cajetilla de cigarros también vacía. La ropa que traías puesta ayer por todo el suelo del living -porque por alguna razón, te cambiaste de ropa en algún momento de la noche- y la luz del baño encendida. Menos mal que el tío anda en el turno de dos días seguidos, si no, ya te estaría regañando.

-Ah, sí, ayer iba a salir a buscarla y...

-De este modo -Agregó David interrumpiendo los balbuceos de Eric, quien mantenía su visión obscurecida con una almohada debido al evidente estado de malestar general que le trajo la resaca la mañana después de una noche de solitarios excesos- Es como caíste en el más rotundo y denigrante estado de despecho. ¿Era necesario, Eric? ¿Tú si sabes que ahora vamos a tener que ir al supermercado con la esperanza de encontrar una botella del mismo ron que le bajaste al tío Radomiro?

-Ya, ya, okay, sí, soy un asco de persona, David. Perdón por ser una basura. Perdón por estar triste, perdón, amigo mío, perdón por...

-No seas penoso, Eric -Vuelve a interrumpir David, mientras se arrodilla frente al costado de la cama, quitando la almohada de los ojos de Eric esperando poder mirar fijamente a los ojos a su amigo que, pálido, parecía contener mucho más que una resaca dentro de sí- No soy al único que tienes aburrido con este comportamiento pusilánime. Hey, mírame. ¡Mírame! -Grita, haciendo retumbar cada espacio de la pequeña habitación de dos camas, donde Eric dormía cada noche- Esto tiene que acabar ahora, hoy. Si tu padre tuvo la confianza de entregarme una copia de las llaves de tu casa, es por una razón. La Nona murió hace cuantro meses. Cuatro, huevón. ¿Y tú? ¿Cómo estás? Llorando por una chica que no te quiso. Yo estuve contigo el día del funeral. Yo lloré frente al ataúd de la Nona. ¿Y tú? Ese día, imagino, estabas pensando en la Alma. Amigo, ya se fue.

-Sí, pero recién ayer se fue para siempre. Exclamó Eric.

-Me das asco.

David, con la botella de ron vacía en la mano, se levanta del suelo y cambia de locación. El departamento era pequeño. Dos piezas, una pequeña y una grande. Un baño, una cocina y un living comedor. Las constantes peleas que tenían Eric y su padre se hacían notar en toda la casa. El padre de Eric, ingeniero de profesión, trabaja en el yacimiento petrolífero "El Coirón", a varios kilómetros de la ciudad. A veces se ausentaba un par de días, otros se ausentaba un poco más. El desorden del departamento era algo que a Radomiro hacia enojar en demasía. Su única misión en la vida era trabajar para darle una vida plena y tranquila a su hijo. Con quien no había vivido desde hace más de 6 años. Por lo tanto, la convivencia en casa está recién ordenándose. Dos hombres que en su vida habían vivido juntos, padre e hijo, pasaban a compartir juntos una vida, donde la firmeza y el orden del mayor de la casa chocaban constantemente con la personalidad llena de vaivenes, de vacíos propios de una época problemática, de un joven Eric que recién salía a la vida.

Radomiro tiene la particularidad de haberse mantenido como un adulto sin categoría específica. Un sujeto que se acerca a los 45 años, sin sueños, sin ninguna responsabilidad que la de mantener a su hijo y a sí mismo, y rendir en el trabajo, lo conservaban como un autómata más del sistema. "Un ladrillo más en la pared". ¿Qué podrías esperar de un padre que siendo tan joven ayudó a concebir un hijo que esperó, pero jamás vio venir?

Todo cambia.

¿Maldito amor, no? Cuando llega, todo cambia. Nos cambia el rostro, nos cambia la energía mañana tras mañana. Incluso, nos cambia el cabello. Uno se vuelve un poco más positivo -si ya lo era- o se inunda de un cargamento, de narcóticas, hormonas de placer. Lo complejo es cuando se va. Cuando este se acaba sin aviso. Peor si termina por culpa de uno.

Acá va el título, pero aún no tengo idea.Where stories live. Discover now