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-¿Por qué me estás mirando fijamente?

Me sentí un poco liberado al hacerle la pregunta por que esa chica llevaba mirándome casi quince minutos sin ningún disimulo y me estaba poniendo nervioso.

-No lo sé, supongo que tu cara le resulta interesante a mis ojos.

-¿Se supone que eso es un cumplido?

-Tómatelo como quieras

Y así sin más se levanto del asiento de la parada del bus y se fue, lo cual era extraño dado que el objetivo de las paradas de bus es coger uno, pero decidí centrarme en lo último que me había dicho ¿Cómo debería tomármelo? Ósea no recibía muchos cumplidos pero no estoy del todo seguro de que eso no lo fuera.Deje de pensar en ello cuando llegó mi autobús y subí para irme a casa.

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A  mis diez y ocho años recién cumplidos mi mayor logro ha sido graduarme con unas notas un poco más altas que la media y conseguir que mis padres me dejaran un año para decidir que hacer con mi vida, con mi insignificante vida. No es que estuviera deprimido, no, es solo que si te paras a pensarlo no somos nada, nada comparado con las millones y millones de vidas que hay, los millones y millones de años que lleva la tierra existiendo y nosotros solo somos una de las partes más minúsculas a lo largo de esa historia. Pero bueno, como he dicho, no estoy deprimido, porque a diferencia de muchas personas yo tengo una familia casi feliz, una hermana genial, amigos de confianza, una buena casa, comida y todo lo que se supone que debe darme una vida plena, pero por alguna razón me siento vacío, como si cada vez que sintiese cualquier cosa ese sentimiento se fuera, pero es algo a lo que me he acostumbrado.


Llego a mi casa y huelo la que será nuestra cena, subo a mi cuarto, me pongo algo cómodo y me tumbo en mi cama con mi ordenador a navegar un rato.
Una hora después oigo a mi padre llamarnos con la cena lista, mi hermana y yo salimos al mismo tiempo de nuestras habitaciones para bajar, tener una cena agradable, ver un rato la televisión y volver a nuestros respectivos cuartos. Siempre me ha parecido un poco raro que mi hermana de 22 año siga viviendo con nosotros pero no hago demasiadas preguntas, ese es el punto débil de nuestra familia. Cuantas menos preguntas mejor y más felices viviremos.

Cuando me despierto la mañana siguiente no recuerdo lo que he soñado, pero lo más raro es que yo llevaba años sin soñar, es una de las consecuencias del vacío en el que estoy estancado.
Mis pensamientos se separan del sueño en el desayuno cuando mi madre nos informa de que hoy tendríamos invitados para comer.

-Y ni se os ocurra desaparecer- Nos advierte mientras se prepara un café.

-Nosotros nunca desapareceremos, eso seria mejor que salir por la ventana- Bromea mi hermana

-Que graciosa, pero en serio creo que por fin he encontrado a alguien con quien merece la pena ser amiga- Replica mi madre alegremente sonriendo con la taza de café en la boca a punto de darle un sorbo.

-Bravo, por fin alguien que cumple todos los requisitos- Vuelve a romera mi hermana.

-Es la elegida- Sigo la broma yo con una sonrisa

-Callaos los dos, no sabéis lo difícil que es encontrar a alguien decente hoy en día, a propósito, me ha dicho que tiene una hija de tu edad Jack- Comenta intentando que parezca un comentario sin la menor importancia pero sin quitarme el ojo de encima.

-Una amiga para mamá y novia para el pequeño Jackie, los dioses deben estar contentos.

-Oh cállate- Le digo enfadado, vale las chicas no eran lo mío pero tampoco es que fuera virgen ni nada.

Como ella es Donde viven las historias. Descúbrelo ahora