Sin importar lo que ocurra hoy y mañana, estos "sentimientos", podrán lograr que nuestro camino sea el mismo, que podamos caminar tomados de la mano y con nuestros corazones latiendo al mismo tiempo.
- Ni siquiera lo pienses Nagisa- le miro enojado...
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- ¡Karma!- exclamo cuando distingo su cabellera carmesí en medio de la gente- ¡Karma!- vuelvo a llamarlo mientras me acerco a su posición.
Hoy la estación de trenes cerca a mi hogar está algo congestionada. El ojicobre vive un poco más lejos así que para encontrarse conmigo viene un poco más temprano.
Mientras camino entre la multitud, Karma voltea a mirar hacia mi dirección, cuando nuestras miradas se cruzan, distingo esa sonrisa gatuna dibujada en su rostro, la cual, puede significar muchas cosas, en su mayoría travesuras. Se separa de la columna donde apoyaba su peso y camina hacia mi, detengo mi andar al ver su acción.
- Hola mi pequeño ratón- me saluda.
Ese apodo como "pequeño ratón" o "pequeña serpiente" me molesta un poco que me diga "pequeño", en especial "pequeña", ya que eso me recuerda que soy bajo y que no soy mujer, pero no es del todo malo. Me acerco para abrazarlo, apoyando mi cabeza en su pecho.
- ¿Ha ocurrido algo?- me pregunta correspondiendome el abrazo.
- ¿Por qué lo dices?- pregunto extrañado.
- Que estés actuando así de cariñoso, en un lugar abierto con muchas personas, es algo inusual en ti- menciona, me lo pienso un poco y tiene razón.
No solemos tener encuentros de pareja mientras vamos por las calles de la ciudad, pero aún así, a veces, vamos de la mano o en ocasiones me toma desprevenido dándome dos besos en diferentes lugares, aunque me he alejado halegando que no es buena idea, hay personas que lo han visto como si fueramos una pareja común y corriente, donde desafortunadamente me ven como si fuera una chica, pero... Después del beso... Ver la mirada de Karma... Me hace feliz, ya que él me ve como realmente soy.
- Sólo quería abrazar a mi novio, ¿Qué hay de malo?
- Me encanta escucharte decir eso- dice divertido y riendo- Tenemos que irnos ahora, si queremos llegar a tiempo, hoy tardaste más de lo normal.
- Lo siento, tuve que hacer algunas cosas por mamá así que tardé un poco- el tren que nos llevaría a la estación cercana a la secundaria llegó a la estación así que caminamos para poder entrar.
Dejo de abrazarlo para poder caminar a su lado, le miro unos segundos y veo como termina de tomar su jugo de frutillas. Logramos entrar al tren, pero no pudimos escoger algún asiento, así que vamos de pie, demasiado juntos. Hoy es uno de esos días, en que el vagón del tren está demasiado lleno que terminas pegado a otras personas aunque no quieras. En mi caso, estoy apoyado en el pecho de Karma teniendo a más personas a mi alrededor, es sofocante.
- Karma- le llamo mientras me abrazo mas a él, la situación lo amerita.
- ¿Qué pasa?
- Sobre lo de quedarme contigo el fin de semana...
