Planes

305 32 8
                                    

- Tiene que ser una broma- menciono al no poder creer lo que mis ojos estaban presenciando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Tiene que ser una broma- menciono al no poder creer lo que mis ojos estaban presenciando.

Ya ha pasado cerca de dos horas y media, puede que el paseo en el parque no fuera tan largo para cubrir esas dos horas, pero la buena compañía, nuestro lento caminar y la tranquila atmósfera, son los mejores acompañantes que se pueden tener en este tipo de casos, incluso si un helado se ve involucrado de por medio no hay ningún cambio significante. La caminata nos tomó alrededor de una hora, la siguiente hora, la pasamos sentados en una de las bancas, aunque Karma aprovechó el momento de que estuviera cómodo y a gusto para acostarse sin problemas en mi regazo. Puede que fuera un tanto vergonzoso por el momento, pero la verdad no me molestaba.

- ¡Llegaremos tarde Karma!- exclamo un tanto nevioso, este remueve un poco la cabeza en mi regazo, como si se estuviera acomodando- ¡Karma!

- Calmate pequeño- habla risueño- Estamos como a diez minutos del lugar de reunión

- ¿Estamos tan cerca?- pregunto asombrado- Pensé que estábamos más lejos.

- Por esa misma razón no me apresuré en ningún momento para asistir a la reunión- habla. Ahora me siento un poco avergonzado.

- ¿Por qué no lo mencionaste antes?- le reprocho- ¡Estaba preocupado!

- Lo siento, lo olvidé- responde sin prestarle importancia al asunto, tan típico de él.

Le miro por unos minutos, a pesar de estar acostado boca arriba no puedo apreciar sus ojos cobre, aquellos que muestran una agudeza y ferocidad igual a la de un felino salvaje. Acaricio sus cabellos con cuidado, se sienten muy suaves al tacto, poso mi otra mano sobre su pecho, puedo sentir como este se eleva y se contrae, verlo tan tranquilo es tan extraño que puede dar miedo. Me permito apreciar este momento un poco más pero es interrumpido por el rugido de mi traicionero estómago pidiendo algo de alimento para saciar el hambre.

Me sonrojo por la vergüenza, Karma abre sus ojos y voltea a verme.

- Parece que mi pequeño ratón necesita recobrar sus energías- habla con un toque de burla en su voz, ¿Por qué eres así endiablado pelirrojo?- Vamos, podremos comer algo en el sitio de reunión antes de ir a almorzar, aunque ya se ha pasado la hora.

Me limito a asentir, ¿Qué otra opción podría tener en estos momentos?. Suspiro pesadamente, Karma se incorpora quedando sentado en la banca.

- Un poco más y me hubiera quedado dormido- admite mientras se estira- Resultas ser muy relajante y cómodo Nagisa.

- ¡¿Ja?!- exclama avergonzado, ¿Cuándo dejará de hacer esos comentarios?

- Bien, ya es hora- habla ignorando la exclamación de hace unos segundos, se levanta y extiende su mano hacia mi- ¿Vamos?

Por alguna razón, esa propuesta, esa postura y su mano esperando recibir la mía como respuesta, me hizo verle como un príncipe invitándome a ser su compañero de baile, pero en este caso sería extraño, ya que eso ocurre principalmente en películas donde la doncella recibe tal invitación, la comparación solo me causó una molestia momentánea, pero mi corazón estaba latiendo como loco, ¿Cómo voy a ignorar ese sentimiento tan fuerte que aparece siempre que esa mirada cobre se posa sobre mi?, esto es vergonzoso, estoy actuando y pensando igual a una idiota enamorada, aunque es posible que lo esté.

Sentimiento (Karmagisa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora