Wilson se sentía nervioso y deprimido por la situación en que se encontraba. Edgardo, un ladrón de poca monta, le apuntaba con su revolver en la cabeza exigiendole el dinero y las cosas de valor. Wilson vivía apartado varios kilómetros del pueblo más cercano, era un área boscosa y poco transitada, por lo que el disparo no se escucharía, pero eso no era lo que lo perturbaba.
-Vete por favor- le imploro - no quiero problemas.
-Yo soy tu maldito problema idiota, ahora dame el dinero o te vuelo la tapa de los sesos.De repente algo les hizo voltear la mirada hacia el bosque, un sonido de ramas partiéndose y un gruñido ronco, como de un animal enorme. Wilson estaba al borde de una crisis nerviosa, no paraba de temblar, mientras que Edgardo agudizaba sus sentidos para determinar que ocasionaba esos sonidos.
-Por favor corre y no mires atrás, es por tu bien.
Edgardo solo estaba hipnotizado viendo como el pasto se hundía dejando unas huellas enormes como las de un oso, escuchando la respiración babeante de una criatura que no llegaba a ver. Wilson cerró los ojos, sabiendo el horrible festín que se acercaba. Una fuerza invisible tumbo a Edgardo al suelo, dejando un zarpazo marcado en su pecho, su piel empezó a ser desgarrada en tiras, su carne devorada y finalmente destripado hasta la muerte. Wilson lloraba en silencio, y sintió un escalofrío cuando una voz cavernosa le habló, resonando en toda el área y haciendo eco entre los árboles.
-Aún no a llegado tu momento pequeño Wilson - dijo en un tono burlón - cuando llegue yo mismo cosechare tu alma.
Wilson se dejó caer de rodillas y lloraba en total desconsuelo, sabiendo que su destino sería mucho peor que un simple balazo en la cabeza.
Relato echo por Sambi
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Relatos Cortos De Terror
HorrorMis creaciones, relatos con final abierto que dejarán tu mente derretirse en busca de respuestas.